El MQ-9 Reaper, dron militar de la Fuerza Aérea de EE. UU., realiza exitoso aterrizaje en una zona de tierra, liberándolo de la dependencia de pistas pavimentadas.
Este avance representa una nueva capacidad operativa y mayor versatilidad en escenarios de combate intenso.
El avión no tripulado MQ-9B, propiedad de Estados Unidos, está ampliando su radio de acción en la India, donde fortalecerá su vigilancia en la Línea de Control Real con China y en el océano Índico. Este avance estratégico representa un aumento significativo en la seguridad de áreas clave dentro del territorio indio.
Adquisición de UAV HALE potencia las Fuerzas Armadas de la India
La adquisición de 31 aviones no tripulados de gran altitud y larga resistencia (HALE) por parte de la India es el resultado de un extenso proceso. Este esfuerzo ha sido influenciado por la búsqueda de autosuficiencia en defensa y las restricciones a las importaciones. Estos UAV HALE, con cargas útiles avanzadas, se han diseñado para misiones de larga duración, precisas tanto en tierra como en mar.
Posterior a los incidentes en el valle de Galwan en 2020, la Armada india optó por alquilar dos UAV MQ-9, prorrogando posteriormente el contrato debido a su eficacia. Estos UAV mantienen la vigilancia sobre actividades chinas en Ladakh y en las Islas Andamán y Nicobar.
MQ-9 Reaper marca un hito con aterrizajes en tierra
El MQ-9 Reaper ha jugado un papel vital en la Armada india, monitoreando más de 14 millones de millas cuadradas. Recientemente, el avión no tripulado logró aterrizar en una zona de aterrizaje en tierra, liberándolo de la dependencia de pistas pavimentadas convencionales. Este avance abre nuevas posibilidades en escenarios de combate intenso.
La hazaña fue lograda durante un entrenamiento del Mando de Operaciones Especiales de las Fuerzas Aéreas (AFSOC), en una pista de tierra remota en Texas el 15 de junio. Este logro fue considerado un avance significativo dentro de la comunidad militar.
Avances que revolucionan la estrategia militar
Este progreso significa que el dron Reaper ya no necesita una “línea de visión de antenas” para despegar y aterrizar, expandiendo su alcance operativo y su flexibilidad. El teniente coronel Brian Flanigan, director de operaciones del 2.º SOS, elogió estos avances como un paso fundamental para el Mando de Reserva de las Fuerzas Aéreas, la comunidad MQ-9, el AFSOC y la fuerza conjunta.
Las Fuerzas Aéreas están reevaluando su dependencia de bases y pistas de aterrizaje, que podrían ser objetivos durante conflictos. Así, se está potenciando el combate en lugares remotos para mejorar las posibilidades de supervivencia y flexibilidad táctica.