El portaaviones insignia de Rusia, el Almirante Flota Sovetskogo Soyuza Kuznetsov, que permanece en dique seco para ser reparado, ha recibido muchas burlas. Sin embargo, no es ni mucho menos el único portaaviones que sufre graves problemas (y que recibe burlas), y puede que algunos en el Reino Unido estén cansados de poner excusas al HMS Prince of Wales, el portaaviones más nuevo de la Marina Real -y buque insignia de la OTAN-.
El portaaviones de 3.200 millones de libras, el buque de guerra más caro jamás construido en el Reino Unido, fue declarado “plenamente operativo” hace apenas un año. Sin embargo, a finales de agosto tuvo que volver a puerto cojeando, al sufrir una avería frente a la isla de Wight, en el Canal de la Mancha, tras zarpar de la base naval de Portsmouth. El portaaviones tenía previsto participar en pruebas de vuelo antes de una visita diplomática a Estados Unidos.
Una inspección llevada a cabo por buzos e ingenieros descubrió que la hélice de estribor, de 33 toneladas, había funcionado mal, mientras que un acoplamiento que la sujetaba se había roto. El buque de 65.000 toneladas fue remolcado de vuelta a Portsmouth para que los ingenieros de Babcock, el constructor del barco, lo examinaran más a fondo, antes de que se decidiera que el portaaviones viajara a Rosyth, donde fue construido, para someterse a las reparaciones en dique seco.
Sin embargo, a principios de esta semana, esa salida de vuelta a Escocia se ha retrasado porque los ingenieros no han podido retirar la hélice dañada. Los trabajos continuaron a lo largo del pasado fin de semana, mientras que el mal tiempo también afectó al viaje previsto que requiere un remolcador.
“Los buzos de la Royal Navy han inspeccionado el eje de estribor del buque y las zonas adyacentes y han confirmado que hay daños importantes en el eje de la hélice y algunos daños superficiales en el timón, pero ningún daño en el resto del buque”, explicó el contralmirante Steve Moorhouse, director de Force Generation, responsable de que los buques de la Royal Navy estén listos para su despliegue.
“Nuestra evaluación inicial ha mostrado que el acoplamiento que une las dos últimas secciones del eje ha fallado”, añadió Moorhouse.
Despliegue cancelado
El HMS Prince of Wales está actualmente ausente de su papel como buque insignia de la OTAN, mientras que el viaje a Estados Unidos fue cancelado. En su lugar se envió el HMS Queen Elizabeth, que había llegado a Nueva York la semana pasada antes del Foro del Futuro del Atlántico, una conferencia de defensa destinada a reforzar los lazos militares entre el Reino Unido y Estados Unidos.
“El alcance total de las reparaciones se conocerá una vez que el buque haya entrado en dique seco”, anunció la Royal Navy a través de un comunicado. “Estamos comprometidos a que el HMS Prince of Wales vuelva a operar, protegiendo a la nación y a nuestros aliados, lo antes posible”.
Este ha sido solo el último problema del portaaviones de la Royal Navy.
En 2020, el HMS Prince of Wales sufrió una inundación en la sala de máquinas tras una avería en el sistema contra incendios, que casualmente también había retrasado una travesía del Atlántico prevista.
Los problemas del buque de guerra también coinciden con la noticia de que un antiguo comandante ha sido despedido tras los comentarios que supuestamente hizo a sus colegas femeninas. Una investigación de meses sobre el capitán Steve Higham, que también había sido asesor del primer ministro Boris Johnson, desveló una serie de quejas contra el oficial de la marina. El capitán Higham no fue sometido a un consejo de guerra al no haber sido acusado de infringir la ley y, en su lugar, los altos mandos de la Marina le impusieron un “despido administrativo” a principios de esta semana.