Un piloto del Cuerpo de Marines de EE. UU. logra una hazaña histórica al eliminar siete drones kamikazes hutíes desde un AV-8B Harrier II.
El despliegue del AV-8B Harrier II en operaciones contra drones kamikazes
Para garantizar la seguridad marítima en el mar Rojo, la Marina de EE. UU. ha recurrido a su flota de portaaviones y a los versátiles buques anfibios como plataformas de lanzamiento para sus aeronaves. Entre estas, el AV-8B Harrier II destaca por su capacidad de despegue y aterrizaje vertical, lo cual lo hace especialmente valioso en escenarios de rápida respuesta ante amenazas aéreas.
El Capitán Earl Earhart, del Escuadrón de Aviación 231 a bordo del USS Bataan, ha demostrado la efectividad del Harrier en combate antiaéreo, derribando siete drones kamikazes operados por los hutíes de Yemen. Esta actuación no solo subraya la adaptabilidad del Harrier en el campo de batalla moderno, sino que también sitúa a Earhart en una posición destacada dentro de la historia de la aviación militar estadounidense.
El Harrier está equipado con un arsenal que incluye misiles aire-aire AIM-120 y AIM-9, el cañón automático GAU-12 Equalizer de 25 mm, y el radar AN/APG-65, lo que le confiere una capacidad antiaérea formidable. La coordinación con el sistema de control de tiro Aegis de los destructores Arleigh Burke facilita la adquisición y el seguimiento de objetivos aéreos.
Desafíos y tácticas en la interceptación de drones kamikazes
![AV-8B Harrier II](https://israelnoticias.1eye.us/wp-content/uploads/2024/02/AV-8B-Harrier-II-2-il.webp)
La intercepción de drones kamikazes a corta distancia plantea riesgos significativos, como daños por escombros tras la detonación del objetivo. El uso de misiles aire-aire de corto alcance, si bien efectivo, se ve complicado por el bajo perfil térmico de los drones, que dificulta su detección por los sensores infrarrojos.
Este escenario comparte similitudes con los desafíos enfrentados por los pilotos de MiG-29 ucranianos contra los drones Shahed-136, demostrando que la amenaza de los drones kamikazes es un problema global. La adaptación y la estrategia se vuelven cruciales, como lo muestra la experiencia de un aviador ucraniano apodado “Juice”, quien destacó la importancia de la elección del armamento y la táctica según las circunstancias específicas del encuentro.
En contraste con la caza de drones, interceptar misiles de crucero con un MiG-29 se presenta como una operación relativamente más sencilla, destacando la complejidad y la variedad de los desafíos que los pilotos deben superar en el combate aéreo moderno. La narrativa del comandante Vadim Voroshilov, “Karaya”, sobre operar bajo condiciones adversas y con recursos limitados, ilustra la resiliencia y la ingeniosidad requeridas en el teatro de operaciones contemporáneo.
Estrategias y tecnología en la lucha contra amenazas aéreas no tripuladas
![AV-8B Harrier II](https://israelnoticias.1eye.us/wp-content/uploads/2024/02/AV-8B-Harrier-II-3-il.webp)
La eficiencia en el derribo de drones kamikazes por parte del Capitán Earhart subraya la importancia de una coordinación impecable entre sistemas aéreos y de superficie, así como la necesidad de un arsenal diversificado que pueda adaptarse a las peculiaridades de cada objetivo. La experiencia compartida por pilotos en diferentes teatros de operaciones refleja un panorama de constante evolución en la guerra aérea, donde la innovación y la adaptabilidad definen el éxito frente a amenazas asimétricas.
La confrontación entre tecnologías avanzadas de detección y armamento contra tácticas insurgentes subraya un ciclo continuo de medida y contramedida. La historia de Earhart y su Harrier, junto con las lecciones aprendidas por aviadores en Ucrania, destaca la importancia de la versatilidad y la precisión en la era moderna del combate aéreo.
En conclusión, la campaña contra los drones kamikazes hutíes por parte de las fuerzas estadounidenses no solo demuestra la capacidad técnica y táctica del AV-8B Harrier II y sus pilotos, sino que también refleja un aspecto fundamental de la guerra moderna: la continua adaptación frente a emergentes desafíos tecnológicos.