En mayo, desarrolladores ucranianos presentaron un nuevo robot terrestre armado llamado Fury. Cuatro meses después, uno de estos robots participó en su primera gran batalla, aparentemente saliendo victorioso. El jueves o en días cercanos, un Fury de cuatro ruedas, similar en tamaño a un carrito de compras, atacó una trinchera en el óblast de Kursk, Rusia.
El robot, que esquivó minas y disparó su ametralladora en coordinación con drones explosivos y morteros, logró derrotar a un grupo de soldados rusos.
“El resultado: una parte del enemigo fue destruida, el resto huyó”, publicó en redes sociales el 1.er Destacamento del 8.º Regimiento de Propósitos Especiales, operador del Fury. También destacaron que el robot recibió varios impactos de lanzacohetes y drones, pero logró completar su misión y regresar para su recuperación.
El Fury es uno de los múltiples vehículos terrestres no tripulados armados que los ingenieros ucranianos han desarrollado en los 30 meses desde que Rusia intensificó su invasión de Ucrania. Entre estos, es uno de los primeros en entrar en combate a gran escala.
The combat work of the Ukrainian ground drone on the frontline. https://t.co/oMYDQMDxOL pic.twitter.com/NPJS36h6rY
— Special Kherson Cat 🐈🇺🇦 (@bayraktar_1love) September 19, 2024
Este robot cuenta con cuatro ruedas, una radio para recibir órdenes, cámaras de vídeo y una ametralladora operada a distancia. Está diseñado con placas de blindaje que protegen sus componentes más vulnerables.
“El robot Fury ataca las posiciones rusas y protege a nuestros soldados durante los asaltos”, escribió en mayo Mykhailo Fedorov, ministro de Innovación de Ucrania. El ministro subrayó que los militares valoran su facilidad de uso y destacaron la excelente comunicación por radio y vídeo, además de su efectividad tanto de día como de noche.
Aunque no es el único robot terrestre armado en uso —los rusos también tienen sus propias versiones— el Fury sobresale por haber ganado y sobrevivido a su primera gran batalla. A diferencia de los drones aéreos, que se mueven libremente en el espacio, los drones terrestres enfrentan numerosos obstáculos, como baches, cráteres, ramas o pendientes, que dificultan su movilidad.
En terrenos sin pavimentar, estas dificultades aumentan. Para un vehículo terrestre no tripulado, simplemente llegar al campo de batalla ya es un reto significativo, y cumplir su misión una vez allí es aún más complejo. Los desarrolladores del Fury priorizaron la movilidad del robot, dotándolo de ruedas grandes, un centro de gravedad bajo y un chasis elevado para mayor distancia al suelo.
Es relevante el lugar donde tuvo lugar esta primera escaramuza: el pueblo de Volfino, ubicado en Rusia, justo al otro lado de la frontera con Ucrania. Volfino se encuentra en la parte más occidental de la ofensiva ucraniana en el óblast ruso de Kursk, la cual comenzó la semana anterior.
Mientras una fuerza considerable de Ucrania mantiene las 400 millas cuadradas de Kursk capturadas en agosto, un grupo más pequeño, que incluye al 8.º Regimiento de Propósitos Especiales y su robot Fury, intenta avanzar hacia la ciudad de Kursk, a unas 20 millas al oeste, aparentemente buscando rodear a las fuerzas rusas.
Esta operación es compleja para el ejército ucraniano, que ya se encuentra bastante exigido, pero está recibiendo algo de apoyo tecnológico en forma de al menos un robot armado.