Como señala Rob Norton, las decisiones políticas y gubernamentales frecuentemente desencadenan resultados inesperados, un fenómeno bien conocido, pero a menudo ignorado.
En el ámbito militar, esta dinámica se manifiesta con especial claridad, tal como revela un reciente informe de Euromaidan Press sobre el uso de componentes occidentales en la aviación de combate rusa.
Esta investigación ha puesto al descubierto que más de 2.000 piezas importadas, provenientes incluso de los Estados Unidos, principal aliado militar de Ucrania, han sido integradas en los aviones de combate de la serie Su.
Estos cazas son pieza clave en la prolongada “operación militar especial” que Vladimir Putin ha emprendido contra Ucrania, lo que subraya un entrelazamiento preocupante entre las economías occidentales y el esfuerzo bélico ruso.
Implicaciones de los componentes estadounidenses en cazas rusos
El informe destaca que los periodistas ucranianos, en colaboración con la Comisión No Gubernamental Anticorrupción, han identificado un uso extensivo de componentes de empresas como Texas Instruments y Analog Devices de EE. UU., y Murata Manufacturing de Japón, en la fabricación de los cazas Sukhoi.
Entre los modelos afectados se encuentran el Su-27SM3 “Flanker”, el Su-30SM Flanker-C/G/H, el Su-34 “Fullback”, el Su-35S “Flanker-E”, y el avanzado caza furtivo Su-57 “Bandit” de quinta generación.
Curiosamente, los cazas Mikoyan-Gurevich (MiG) no figuran en la lista de aviones que incorporan tecnología estadounidense, sugiriendo un uso selectivo de componentes importados. Además, el reporte detalla el arsenal desplegado por estos cazas Sukhoi, que incluye bombas KAB-500 y KAB-1500, y misiles guiados como los Kh-59 y Kh-69, evidenciando una escalada en la capacidad ofensiva aérea.
Este panorama revela una paradoja donde los proveedores militares estadounidenses, a través de cadenas de suministro globales, podrían estar fortaleciendo inadvertidamente a una potencia adversaria.
El descubrimiento de una tercera empresa estadounidense implicada en estos suministros recalca la magnitud y complejidad de esta involuntaria colaboración. La situación plantea cuestiones urgentes sobre la vigilancia y control de exportaciones en un contexto de conflictos internacionales.
Tecnología estadounidense en equipos militares rusos e iraníes
Comenzamos con el gigante tecnológico más reconocido entre los consumidores de Estados Unidos: “Texas Instruments. Según un reciente informe, se han identificado componentes de esta compañía en equipamiento militar ruso y drones iraníes. Texas Instruments se destacó por el uso de sus piezas en los sistemas de guerra electrónica rusos y los drones Shahed, que fueron examinados después de ser derribados sobre Ucrania”, destacó el autor del análisis.
Con base en Dallas, Texas, y fundada en 1951 por Cecil H. Green, J. Erik Jonsson, Eugene McDermott y Patrick E. Haggerty, Texas Instruments es uno de los líderes mundiales en semiconductores, atendiendo a más de 100,000 clientes y con 45,000 patentes a nivel global hasta 2016.
El papel menos visible de Analog Devices en la guerra electrónica
Aunque menos conocida que Texas Instruments, la contribución de Analog Devices a la tecnología militar rusa es igualmente crítica. Fundada en 1965 por los egresados del MIT, Ray Stata y Matthew Lorber, esta empresa tiene su sede en Wilmington, Massachusetts.
El informe revela que los componentes de Analog Devices son fundamentales en la estación de interferencia Krasukha-4 de Rusia, una pieza clave en su arsenal de guerra electrónica.
“Este equipo ha estado involucrado en operaciones que incluyen la interferencia de canales de control de drones y señales satelitales”, se detalla en el documento.
Xilinx: una marca que desaparece, pero deja un legado tecnológico
El nombre de Xilinx, aunque oficialmente ya no está activo tras la adquisición por parte de AMD en octubre de 2020, sigue siendo relevante. Fundada en 1984 por Ross Freeman, Bernard Vonderschmitt y James V Barnett II en Silicon Valley y con sede en San José, California, esta compañía de semiconductores tenía una presencia global, incluyendo oficinas en Irlanda, Singapur, India, China, Australia, Japón y Armenia, antigua república soviética y aliado de la OTSC rusa.
Desde Euromaidan Press en febrero de 2023, se reporta que los chips de Xilinx se utilizan en las contramedidas electrónicas Khibiny en los cazabombarderos rusos. Resta determinar si las empresas estadounidenses involucradas sufrirán repercusiones por parte del gobierno de Estados Unidos.