El cañón GSh-30-2 del Su-25 Frogfoot dispara 3.000 rondas por minuto, destruyendo blindados y fortificaciones con precisión en entornos hostiles.
Su-25 Frogfoot y su cañón GSh-30-2: Potencia en ataque terrestre
El Sukhoi Su-25 Frogfoot, un avión de ataque a tierra desarrollado por la Unión Soviética en los años 70, se distingue por su capacidad para operar en condiciones extremas y su armamento letal, encabezado por el cañón automático GSh-30-2. Este sistema de doble cañón, montado en la parte inferior del fuselaje, dispara proyectiles de 30×165 mm a una cadencia de 3.000 disparos por minuto, lo que lo convierte en un arma devastadora contra vehículos blindados, fortificaciones y tropas enemigas. Diseñado para misiones de apoyo aéreo cercano, el Su-25 combina robustez, simplicidad y potencia de fuego, consolidándose como un pilar en conflictos desde Afganistán hasta Ucrania.
El GSh-30-2, fabricado por la empresa rusa Tula KBP, opera según el principio Gast, que utiliza el retroceso de un cañón para accionar el otro, logrando una alta cadencia de fuego con un diseño compacto. Con un peso de 105 kg y una longitud de 2.044 mm, este cañón lleva 250 rondas de munición, incluyendo proyectiles perforantes (AP) y de fragmentación de alto explosivo (HE-FRAG). Su capacidad para penetrar blindajes ligeros y destruir objetivos blandos lo hace ideal para entornos de combate donde la precisión y el impacto inmediato son cruciales. El cañón está integrado en el montaje VPU-17A, que permite una ligera depresión para ataques en picado.
La efectividad del GSh-30-2 radica en su combinación con los sistemas de puntería del Su-25. El avión incorpora el visor ASP-17 BTs-8, junto con un designador láser Klyon PS, que mejora la precisión contra objetivos móviles. En la variante modernizada Su-25SM, el sistema de navegación y ataque PRnK-25SM Bars triplica la precisión, alcanzando un error circular probable de 15 metros con corrección satelital y 200 metros sin ella. Esta capacidad permite al Su-25 realizar ataques quirúrgicos incluso en condiciones climáticas adversas, un factor clave en su uso en teatros de operaciones como Siria y el Cáucaso.

El Su-25 Frogfoot, apodado Grach (Cuervo) por las fuerzas rusas, entró en servicio en 1981 tras su primer vuelo en 1975. Su diseño prioriza la supervivencia, con una cabina blindada de titanio de 1.100 kg y sistemas redundantes que lo protegen contra fuego antiaéreo. En Afganistán, durante los años 80, el Su-25 realizó 60.000 salidas, demostrando su resistencia al soportar impactos de misiles portátiles (MANPADS). Aunque perdió 23 unidades en combate, su capacidad para regresar a base con daños severos reforzó su reputación como un avión robusto.
Datos clave del cañón GSh-30-2 en el Su-25
- Cadencia de fuego: 3.000 disparos por minuto, con modos reducidos en Su-25SM (750, 375, 188 rpm).
- Munición: Proyectiles de 30×165 mm, perforantes y de fragmentación, con 250 rondas.
- Peso: 105 kg, optimizado para mantener la maniobrabilidad del Su-25.
- Precisión: Integrado con el sistema ASP-17 y Klyon PS, mejorado en Su-25SM con PRnK-25SM.
- Uso en combate: Efectivo en conflictos como Afganistán, Chechenia, Siria y Ucrania.
Desempeño del GSh-30-2 en operaciones del Su-25
En la Guerra de Afganistán (1979-1989), el GSh-30-2 se utilizó extensivamente contra posiciones de los muyahidines. Los pilotos del Su-25 realizaban ataques a baja altitud, aprovechando la alta cadencia del cañón para saturar objetivos con fuego rápido. La capacidad del GSh-30-2 para disparar en ráfagas cortas minimizaba la exposición del avión al fuego enemigo, mientras que su munición perforante destruía vehículos ligeros y búnkeres. Informes de la época indican que los Su-25 a menudo regresaban con impactos directos, pero el blindaje y la redundancia de sistemas permitían completar las misiones.
En conflictos más recientes, como la Guerra de Ucrania iniciada en 2014, el Su-25 ha empleado el GSh-30-2 contra blindados y posiciones fortificadas. En Donetsk, en mayo de 2014, los Su-25 ucranianos usaron el cañón para apoyar la recuperación del aeropuerto, demostrando su efectividad en combates urbanos. Sin embargo, la vulnerabilidad del Su-25 a sistemas antiaéreos modernos llevó a pérdidas, como las dos unidades derribadas en julio de 2014 en Donetsk, según fuentes ucranianas, por misiles disparados desde territorio ruso.
La modernización Su-25SM, implementada desde 2000, optimizó el uso del GSh-30-2. La introducción de modos de disparo a menor cadencia (750, 375 y 188 disparos por minuto) permite hasta 80 segundos de fuego continuo, aumentando el número de pases de ataque por misión. Esta mejora, junto con el sistema PRnK-25SM, ha extendido la vida útil del Su-25 hasta 4.000 horas de vuelo o 40 años, con planes de alcanzar 5.000 horas. La Fuerza Aérea Rusa planeaba modernizar 80 Su-25 a esta variante para 2020, según el coronel Vladimir Drik en 2012.

El GSh-30-2 también se adapta a entornos hostiles gracias a su diseño simple y robusto. A diferencia del GAU-8 Avenger del A-10 Thunderbolt II, que pesa 1.800 kg y lleva 1.174 rondas, el GSh-30-2 es tres veces más ligero y no requiere un tiempo de aceleración, lo que mejora la respuesta inmediata en combate. Aunque el A-10 puede llevar más munición, el Su-25 compensa con mayor velocidad (950 km/h) y maniobrabilidad, lo que reduce su exposición a defensas antiaéreas.
Contexto histórico y técnico del Su-25 y su cañón
El desarrollo del Su-25 respondió a la necesidad soviética de un avión de apoyo aéreo cercano comparable al A-10 estadounidense. Inspirado en lecciones de la Guerra de Vietnam, el Su-25 priorizó la protección del piloto y la capacidad de operar desde pistas improvisadas. El GSh-30-2, introducido en el diseño final tras pruebas con un cañón de 23 mm, se seleccionó por su equilibrio entre potencia y peso. Su montaje fijo, con una depresión limitada, obliga a los pilotos a realizar ataques en picado, pero la precisión del sistema de puntería compensa esta restricción.
El Su-25 ha sido exportado a 27 países, incluyendo Irak, Angola y Corea del Norte, y sigue en servicio en 20 naciones. En Irán, en 2012, dos Su-25 usaron el GSh-30-2 para disparar contra un dron MQ-1 Predator estadounidense, alegando violación del espacio aéreo. Este incidente destacó la versatilidad del cañón, capaz de atacar objetivos aéreos lentos. En Siria, los Su-25 rusos han empleado el GSh-30-2 contra posiciones terroristas, combinándolo con cohetes S-8 y bombas guiadas para maximizar el impacto.
La producción del Su-25, que alcanzó 582 unidades de la versión básica y 140 del modelo biplaza Su-25UB, se realizó en Tbilisi (Georgia) y Ulan-Ude (Rusia) entre 1978 y los años 90. La variante Su-25TM (o Su-39), con mejoras en aviónica y capacidad antitanque, no se produjo en masa, pero influyó en las actualizaciones del Su-25SM. El cañón GSh-30-2 permanece como un componente central, sin cambios significativos en su diseño, debido a su probada eficacia.
El Sukhoi Su-25 Frogfoot y su cañón GSh-30-2 representan un equilibrio entre simplicidad, potencia y resistencia. Su capacidad para operar en entornos hostiles, combinada con la letalidad del cañón, lo mantiene como un activo clave en conflictos modernos. Desde su debut en Afganistán hasta su uso en Ucrania y Siria, el Su-25 ha demostrado que un diseño robusto y un armamento confiable pueden marcar la diferencia en el campo de batalla.