El caza Su-35 de Rusia, designado “Fulcrum-E” por la OTAN, ha sido promocionado como un avión formidable, pero ha mostrado vulnerabilidades significativas en la guerra en Ucrania.
El Su-35, conocido como Fulcrum-E, y sus fallos en la guerra
Aunque Rusia lo presenta como una fuerza temible en los cielos, el Su-35 parece ser un tigre de papel. A pesar de que posee algunas características de aviones de cuarta y quinta generación, incluyendo sistemas de radar avanzados, motores mejorados y mayores capacidades de sigilo, el Su-35 ha sufrido enormemente en la invasión rusa de Ucrania. Según el rastreador de inteligencia de fuente abierta Oryx, la fuerza aérea rusa ha perdido al menos media docena de sus Su-35 en la guerra, además de dos docenas de Su-34.
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El Su-35, al igual que muchos de los cazas más modernos de Moscú, se derivó de la plataforma soviética Su-27. Durante la Guerra Fría, los ingenieros soviéticos conceptualizaron el fuselaje como un jet altamente maniobrable capaz de enfrentarse a la flota estadounidense de aviones de cuarta generación. Específicamente, la URSS requería una nueva plataforma que pudiera contrarrestar al McDonnell Douglas F-15 Eagle y al Northrop Grumman F-14 Tomcat. El primer prototipo del Su-35, conocido anteriormente como Su-27M, realizó su primer vuelo justo antes del colapso de la URSS a finales de la década de 1980.
Según el fabricante de la plataforma, la United Aircraft Corporation (UAC), el Su-35 combina “las cualidades de un caza moderno (supermaniobrabilidad, ayudas de adquisición activa y pasiva superiores, alta velocidad supersónica y largo alcance, capacidad de gestionar acciones de grupo de combate, etc.) y un buen avión táctico (amplia gama de armas que puede portar, moderno sistema de guerra electrónica multicanal, firma de radar reducida y alta supervivencia en combate)”.
Especificaciones técnicas del Su-35 y su desempeño en combate
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El Su-35 puede ser equipado con una variedad de armas letales, incluyendo misiles aire-aire, misiles aire-tierra y misiles anti-buque. Notablemente, el Su-35 puede alcanzar una velocidad máxima de Mach 2.5 y está equipado con un sofisticado sistema de control de información en la cabina. A pesar de estas capacidades, Ucrania sigue derribando Su-35 en los cielos. Algunos analistas sostienen que el Su-35 podría estar fallando en cumplir con los estándares debido al declive de la industria de defensa rusa y la dependencia de la plataforma en tecnología occidental.
Moscú está luchando por reponer sus rápidamente menguantes reservas de recursos en medio de su invasión continua. Además, muchos componentes clave del diseño del Su-35 son dispositivos occidentales. Considerando las severas sanciones impuestas por Occidente, Rusia es incapaz de asegurar los componentes necesarios para mantener adecuadamente sus Su-35.
Quizás lo más importante, el Kremlin tiene una historia de exagerar las capacidades de sus sistemas militares. Tal vez el Su-35 simplemente no es la plataforma de “cuarta generación ++” que Moscú quiere presumir que representa.
Implicaciones estratégicas de las pérdidas de Su-35 en Ucrania
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Las pérdidas del Su-35 en Ucrania no solo exponen las debilidades técnicas del avión, sino también las limitaciones estratégicas de la aviación rusa en conflictos modernos. La incapacidad de mantener y operar eficientemente sus plataformas aéreas de manera sostenible subraya un problema logístico y táctico significativo. Las restricciones en la adquisición de componentes críticos debido a sanciones internacionales agravan aún más esta situación, debilitando la capacidad de respuesta aérea de Rusia.
Además, las pérdidas reiteradas de unidades Su-35 ponen en cuestión la capacidad de Rusia para sostener una guerra aérea prolongada. El costo de reposición de estos avanzados cazas, combinado con la ya tensa situación económica derivada de las sanciones y la guerra, presenta un desafío formidable para el Kremlin. Esto podría llevar a una reevaluación de las tácticas y estrategias empleadas en la campaña aérea.
Finalmente, la percepción internacional del poder aéreo ruso se ve afectada negativamente por estas pérdidas. La reputación de los sistemas de defensa aérea y de los cazas avanzados rusos está en entredicho, lo que podría influir en futuros contratos de exportación y en la posición geopolítica de Rusia en el escenario global. La eficacia real del Su-35, por tanto, no solo es una cuestión de capacidades técnicas, sino también de cómo se despliega y mantiene en el campo de batalla.
Comparación con otros cazas de cuarta y quinta generación
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En comparación con otros cazas de cuarta y quinta generación, el Su-35 presenta ciertas desventajas. Por ejemplo, el F-35 Lightning II y el F-16 Fighting Falcon de Estados Unidos cuentan con sistemas de aviónica más avanzados y una integración superior de sistemas de armas y sensores. Estas plataformas también se benefician de una cadena de suministro robusta y una base industrial que puede soportar operaciones prolongadas.
El F-35 Lightning II, en particular, representa un salto generacional con su capacidad de fusión de sensores y sigilo avanzado. La interoperabilidad con otras plataformas y fuerzas aliadas ofrece una ventaja estratégica significativa en conflictos multinacionales. Por otro lado, el F-16 Fighting Falcon, aunque más antiguo, sigue siendo un caza versátil y efectivo debido a sus constantes actualizaciones y mejoras.
El Su-35, aunque formidable en papel, parece no haber alcanzado el mismo nivel de fiabilidad y efectividad en combate real. Las limitaciones técnicas, junto con las dificultades logísticas y estratégicas, subrayan la brecha entre las capacidades teóricas y el rendimiento práctico en un entorno de conflicto contemporáneo.
Perspectivas futuras y lecciones aprendidas
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Las pérdidas del Su-35 en Ucrania ofrecen valiosas lecciones tanto para Rusia como para otras naciones que observan la guerra. La importancia de una cadena de suministro robusta y la capacidad de mantenimiento son cruciales para la sostenibilidad de las operaciones aéreas. Sin estos elementos, incluso los aviones más avanzados pueden convertirse en liabilities en lugar de assets estratégicos.
Para Rusia, estas pérdidas pueden catalizar una revisión de sus estrategias de adquisición y mantenimiento. La necesidad de desarrollar una base industrial más autosuficiente y de reducir la dependencia de componentes extranjeros se ha vuelto evidente. Además, la efectividad del entrenamiento de pilotos y la doctrina de empleo de estos cazas también deben ser reevaluadas.
En el ámbito internacional, los observadores y analistas militares pueden extraer lecciones sobre la importancia de la resiliencia logística y la integridad operativa en escenarios de conflicto prolongado. La capacidad de adaptarse a las circunstancias cambiantes y de mantener una fuerza aérea efectiva en condiciones adversas sigue siendo una prioridad para las fuerzas armadas de todo el mundo.