Las Fuerzas Aeroespaciales Rusas asignaron un Su-35 para cubrir bombarderos y aviones de asalto en operaciones contra objetivos militares ucranianos en el frente sur.
Su-35 ruso brinda cobertura a ataques aéreos contra objetivos ucranianos
El ministerio de Defensa de Rusia informó que un caza Su-35S ejecutó una misión de combate para respaldar al Grupo de Batalla Sur. La aeronave aseguró la cobertura de bombarderos, aviones de ataque y helicópteros, que efectuaron incursiones contra instalaciones militares y material bélico del Ejército ucraniano. Las Fuerzas Aeroespaciales Rusas precisaron que el aparato puede operar en cualquier condición meteorológica y ejecutar ataques con diversas armas aire-superficie y aire-aire.
El Su-35 ha cumplido funciones de supresión de defensas antiaéreas, combate aire-aire y escolta de aeronaves durante la guerra ruso-ucraniana. Entre sus operaciones más destacadas figura el derribo de cuatro Su-27 ucranianos el 5 de marzo de 2022 cerca de Zhytomir. Desde entonces, ha abatido MiG-29, Su-24M, Su-25, helicópteros Mi-8 y múltiples drones de diferentes clases, según registros oficiales y fuentes militares rusas.
Fabricado en la planta de Komsomolsk del Amur, el Su-35 ha visto un aumento de su producción desde mayo, impulsado por la previsión de nuevos contratos internacionales y la intención de incrementar la flota rusa. Este modelo combina capacidad de supermaniobra, vectorización de empuje y un amplio arsenal, lo que ha consolidado su uso en operaciones de alta intensidad en el teatro ucraniano.
Fuentes ucranianas y analistas internacionales han indicado que el Su-35 supera a los Mirage 2000, F-16 y Su-27 ucranianos en combate aéreo. El portavoz de la Fuerza Aérea de Ucrania, Yuri Ignat, reconoció la necesidad de reforzar la defensa antiaérea con radares aerotransportados, sistemas de guerra electrónica y misiles aire-aire avanzados para reducir la brecha tecnológica con el caza ruso.
Datos operativos y técnicos del Su-35 en la guerra ruso-ucraniana
- Derribó cuatro Su-27 ucranianos el 5 de marzo de 2022 cerca de Zhytomir.
- Capacidad para operar en todo tipo de condiciones meteorológicas.
- Integra el misil aire-aire R-77M desde julio de 2025.
- Producción ampliada en la planta de Komsomolsk del Amur.
- Exportaciones confirmadas a Argelia e Irán en 2025.
Integración del misil R-77M amplía las capacidades aire-aire
En julio se confirmó que el Su-35 integró el misil aire-aire R-77M, diseñado para aumentar su alcance efectivo y capacidad de ataque más allá del horizonte visual. Esta incorporación corrige una limitación previa frente a cazas avanzados de China y Estados Unidos. Con este armamento, el caza multipropósito ruso incrementa su capacidad de intercepción y mejora su desempeño en enfrentamientos de alta intensidad.
El misil R-77M incorpora mejoras en guiado activo por radar y un motor de combustible sólido optimizado, lo que le permite alcanzar objetivos a distancias superiores. Según fuentes militares rusas, esta modernización se implementó en unidades destacadas en la zona de operaciones especiales. El Su-35 mantiene así un perfil operativo capaz de responder a amenazas en distintos niveles de altitud y velocidad.
El ministerio de Defensa ruso ha resaltado que la combinación del Su-35 con el R-77M refuerza la capacidad de defensa antiaérea de largo alcance, un componente clave en la cobertura de formaciones de ataque y misiones de intercepción. La actualización también busca incrementar la capacidad de neutralizar aeronaves con tecnologías furtivas. Este avance responde a la evolución de las amenazas aéreas presentes en la guerra.
Fuentes internacionales han señalado que, pese a estas mejoras, el número de Su-35 en servicio sigue siendo inferior al de los cazas de última generación en China y Estados Unidos. Sin embargo, la ampliación de la producción podría reducir esa diferencia y asegurar la disponibilidad de más unidades tanto para uso interno como para exportación.
Producción y exportaciones del Su-35 en el contexto internacional
Rusia ha adquirido cerca de 120 Su-35, cifra inferior a las flotas de J-16, J-20 y F-35A en China y Estados Unidos, que superan las 350 unidades. Aun así, el Kremlin aprobó planes para aumentar el ritmo de fabricación. Esta expansión apunta a reforzar las Fuerzas Aeroespaciales Rusas y a cubrir compromisos con clientes extranjeros. La fábrica de Komsomolsk del Amur lidera el programa de ensamblaje y entrega de nuevos aparatos.
En el primer trimestre de 2025, Argelia recibió sus primeros Su-35 bajo un contrato suscrito en años anteriores. En enero, Irán confirmó pedidos del modelo, con entregas previstas para los próximos meses. Corea del Norte también ha manifestado interés en adquirirlo, según medios especializados. Estas operaciones consolidan la presencia del caza ruso en mercados estratégicos y diversifican los ingresos del sector aeronáutico militar.
Analistas indican que el aumento de exportaciones puede sostener la línea de producción y facilitar economías de escala, lo que favorecería los costes unitarios. La demanda internacional se ve impulsada por la reputación del Su-35 en combates recientes y por su precio comparativo frente a competidores occidentales. La combinación de potencia, maniobrabilidad y armamento continúa siendo un argumento de venta para países fuera del bloque occidental.
El refuerzo de la flota interna y las ventas externas responden a una estrategia que combina fortalecimiento de capacidades militares y proyección industrial. La producción ampliada podría permitir a Rusia atender simultáneamente las necesidades de sus fuerzas armadas y los compromisos contractuales con naciones aliadas o asociadas en materia de defensa.