El caza furtivo Su-57 Felon parece desempeñar un papel creciente en la guerra de Ucrania tras un ataque combinado dirigido a defensas aéreas el 31 de diciembre.
El Su-57, protagonista en ataque contra Kiev y Vasylkiv
El 31 de diciembre, las defensas aéreas ucranianas en Kiev y Vasylkiv fueron atacadas en una operación que, según informes, involucró al Su-57 Felon, junto con interceptores MiG-31 y bombarderos Tu-95MS. Durante esta misión, se lanzaron misiles Kh-69, Kinzhal e Iskander-M desde el espacio aéreo ruso, siguiendo una estrategia de ataque multiplataforma.
La intención de esta táctica parece centrarse en neutralizar las defensas aéreas ucranianas para facilitar que bombarderos rusos ataquen objetivos clave con mayor eficacia. A pesar de estas maniobras, persisten dudas sobre el éxito de la operación, ya que no se ha confirmado si logró los resultados esperados. Medios como Euromaidan Press reconocieron los impactos preliminares del ataque, pero sin detallar su alcance total.

Rusia podría estar exagerando los logros de estas misiones para fines propagandísticos, según lo indicado por fuentes militares y reportes internacionales. Sin embargo, la incorporación del Su-57 en las operaciones plantea la posibilidad de un cambio estratégico en la guerra aérea.
Aspectos clave del ataque con el Su-57
- Fecha del ataque: 31 de diciembre de 2024.
- Ubicaciones afectadas: Kiev y la base aérea de Vasylkiv.
- Misiles utilizados: Kh-69, Kinzhal e Iskander-M.
- Plataformas involucradas: Su-57, MiG-31 y Tu-95MS.
Estrategias rusas: el uso del Su-57 en misiones multiplataforma
El Su-57 ha sido utilizado de manera limitada hasta ahora, pero su participación en el ataque del 31 de diciembre sugiere un nuevo enfoque por parte de la Fuerza Aérea Rusa. Este caza furtivo, apoyado por interceptores y bombarderos, busca destruir los sistemas de defensa aérea ucranianos en áreas fuertemente protegidas, allanando el camino para ataques posteriores.
Según BulgarianMilitary.com, los Su-57 no cruzaron el espacio aéreo ucraniano durante la misión, operando exclusivamente desde territorio ruso. Esto indica que Rusia sigue apostando por minimizar riesgos para sus activos más avanzados mientras coordina ataques a distancia con armamento guiado.

Entre las armas empleadas, destaca el Kh-69, un misil aire-tierra de largo alcance diseñado para evitar detección por radares. También se utilizó el Kinzhal, un misil hipersónico promocionado como una de las armas más avanzadas de Rusia, junto al Iskander-M, conocido por su capacidad para portar ojivas nucleares.
Sin embargo, hasta el momento, el impacto real de estas estrategias no ha sido verificado de manera independiente, lo que deja abierta la posibilidad de que los resultados hayan sido inflados en informes oficiales rusos.
Preocupaciones sobre las defensas aéreas de Ucrania
El ataque del 31 de diciembre también pone de relieve los desafíos que enfrenta Ucrania en materia de defensa aérea. Si las tácticas rusas con el Su-57 y otras plataformas se vuelven más frecuentes, las fuerzas ucranianas podrían requerir sistemas más avanzados para contrarrestar estas amenazas, como los radares de última generación o las defensas antimisiles THAAD.
Hasta ahora, la defensa aérea de Ucrania ha logrado evitar que Rusia obtenga el dominio aéreo total. No obstante, el uso coordinado de plataformas como el Su-57, combinado con bombarderos estratégicos y misiles hipersónicos, podría ejercer una presión adicional sobre el sistema de defensa ucraniano.

El informe de Euromaidan Press señala que “Kiev y Vasylkiv fueron alcanzados preliminarmente por un ataque combinado con Iskander y seis misiles guiados”. Sin embargo, no queda claro si todos los misiles lanzados lograron sus objetivos ni si el ataque implicó múltiples unidades Su-57 operando de manera simultánea.
¿Un cambio táctico significativo para la Fuerza Aérea Rusa?
La operación del 31 de diciembre parece indicar que Rusia está ajustando sus estrategias aéreas tras casi tres años de conflicto. La inclusión del Su-57 en misiones ofensivas, aunque todavía limitado a operaciones desde el espacio aéreo ruso, podría marcar un nuevo capítulo en la guerra aérea.
A pesar de sus capacidades avanzadas, el Su-57 no ha tenido un impacto decisivo en la guerra hasta ahora. Sin embargo, si los ataques aéreos rusos logran erosionar las defensas ucranianas de manera consistente, el caza furtivo podría consolidar un papel más relevante en la guerra.
En conclusión, aunque el Su-57 representa un avance tecnológico importante para Rusia, su impacto en la guerra dependerá de la capacidad de Ucrania para adaptar y reforzar sus defensas. Mientras tanto, queda por ver si las recientes tácticas rusas se traducirán en logros significativos en el terreno.