El Sukhoi Su-57, conocido por la OTAN como “Felon”, es promocionado por Rusia como un caza furtivo de quinta generación, aunque ha suscitado dudas sobre sus verdaderas capacidades y problemas en su producción.
La incorporación tardía del Su-57 al servicio y la limitada cantidad producida aumentan las interrogantes sobre su efectividad, especialmente en comparación con los cazas estadounidenses como el F-22 Raptor y el programa de Dominio Aéreo de Próxima Generación (NGAD). A pesar de ello, es un error subestimar por completo el material militar ruso, a pesar de las bromas sobre el uso de martillos para reparar tanques o sobre submarinos que no emergen.
La ex Unión Soviética logró desarrollar aviones avanzados, y el Kremlin sigue esta tradición con el Su-57, uno de los cuatro cazas de “quinta generación” existentes junto al Lockheed Martin F-22 Raptor, el F-35 Lightning II y el Chengdu J-20 (denominado “Fagin” por la OTAN). Sin embargo, la tendencia de Moscú a exagerar sus productos, incluso sus mejores aviones, ha dañado su credibilidad.
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El Kremlin ha destacado que el Su-57 utiliza materiales compuestos como polímeros, fibra de vidrio y aluminio con estructura de panal de abeja. También cuenta con una configuración aerodinámica que incluye compartimentos internos para armas, lo que reduce su firma de radar e infrarrojos. Estas bahías están diseñadas para transportar hasta cuatro misiles K-77M guiados por radar, mientras que los misiles K-74M2 de corto alcance pueden ser llevados en carenados subalares, aunque a costa del sigilo.
Según Air Force Technology, el Su-57 está equipado con propulsores vectoriales tridimensionales que mejoran su maniobrabilidad, permitiéndole alcanzar una velocidad de crucero supersónica. El caza, propulsado por dos turbofanes Izdeliye 117 o AL-41F1, puede volar a Mach 2 sin postcombustión y tiene un alcance de hasta 3,500 km a velocidades subsónicas. Además, el Su-57 incorpora una potente computadora de a bordo, descrita como un “segundo piloto electrónico”, con un sistema de radar distribuido por todo su fuselaje, incluyendo un radar de matriz de barrido electrónico activo (AESA) y sistemas ELINT.
Rusia ha sugerido que podría estar en desarrollo una versión mejorada del Su-57, que sería el primer avión de “sexta generación” en servicio a nivel mundial. En noviembre de 2017, un informe del medio estatal ruso Tass citó a Viktor Bondarev, excomandante de la Fuerza Aeroespacial Rusa, diciendo que el Su-57 es un avión sobresaliente con características de quinta y sexta generación, y un enorme potencial de modernización.
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No obstante, mientras Rusia sigue promocionando el Su-57, expertos en aviación occidentales han señalado que este caza es mayormente publicidad, y que Moscú carece de la capacidad para producirlo en grandes cantidades. Aunque el Su-57 voló por primera vez en enero de 2010, no entró en servicio hasta diciembre de 2020. Mientras tanto, el programa NGAD de Estados Unidos, que se concibió en un estudio de DARPA en 2014, busca lograr la superioridad aérea y no se limitará a una sola aeronave. Este programa incluirá drones multimisión conocidos como Aviones de Combate Colaborativo (CCA), que actuarán como compañeros leales y estarán en red para mejorar el conocimiento situacional.
Se espera que el caza NGAD incorpore tecnologías avanzadas como armas, sigilo, diseño digital, propulsión y gestión térmica, superando las capacidades de la quinta generación. Es difícil imaginar que el Su-57, o cualquier otro caza de quinta generación, pueda evolucionar fácilmente a un caza de sexta generación, que incluirá capacidades digitales avanzadas, inteligencia artificial, integración de sistemas humanos, cabinas virtuales, motores de ciclo variable, armas de energía dirigida y otros avances.

Finalmente, algunos analistas occidentales han afirmado que el diseño del Su-57 está más cerca de un caza avanzado de cuarta generación que de uno de quinta generación real. Aunque puede ser menos detectable que cazas como el F-15 Eagle o el F-16 Fighting Falcon, su capacidad de sigilo no es tan efectiva como la del F-22 Raptor o el F-35 Lightning II, lo que lo coloca en una posición desfavorable frente a sus rivales.
En resumen, aunque el Su-57 podría ser un avión competente, su condición como caza de quinta generación es cuestionable, y es aún más dudoso que pueda considerarse de sexta generación.