El tanque Abrams seguirá desempeñando un papel importante en el apoyo al avance de la infantería y en la aportación de potencia de fuego pesada a los enfrentamientos acorazados.
Esa es la opinión de los futuristas y desarrolladores de armamento del Ejército de Estados Unidos, que ahora están siguiendo un camino doble que incluye esfuerzos para mejorar el tanque Abrams y explorar la posibilidad de construir plataformas blindadas más ligeras, rápidas y expedicionarias.
“Sigo pensando que se necesita algo que haga lo mismo que un tanque en el campo de batalla”, dijo en una entrevista a National Interest Douglas Bush, subsecretario del Ejército de Estados Unidos para adquisiciones, logística y tecnología.
Algunos de los esfuerzos de vanguardia implican el rápido desarrollo de sistemas no tripulados y vehículos robóticos, que permiten al Ejército de Estados Unidos operar en posiciones de avanzada peligrosas sin poner en riesgo a los soldados. Otros trabajos consisten en la maduración y las pruebas en curso de materiales compuestos más ligeros destinados a proporcionar protecciones similares a las de los Abrams. También hay formas de seguir mejorando el tanque Abrams mezclando materiales compuestos con el blindaje pesado tradicional. Bush explicó que las innovaciones en curso están dando forma a nuevos enfoques de la guerra mecanizada e impulsando la necesidad de nuevos equipos. Al mismo tiempo, también destacó que el tanque Abrams seguirá teniendo un papel indispensable en los próximos años.
“Ahora, en el futuro, puede ser que algunos robots trabajen con plataformas tripuladas, tal vez. Pero a corto plazo, ciertamente a medio plazo, creo que el tanque pesado sigue teniendo un papel en el éxito de la guerra de armas combinadas, porque en última instancia, se trata de alcanzar los objetivos. La infantería sigue necesitando apoyo de fuego, se sigue necesitando algo que pueda cubrir el terreno rápidamente y mantenerlo, se sigue necesitando algo fuertemente protegido que pueda soportar el daño de las crecientes amenazas continuas de las armas antitanques de todo tipo. Así que creo que todavía hay un papel”, dijo Bush.
Puede llegar un momento en que un vehículo robótico autónomo o semiautónomo similar a un tanque pueda realizar muchas de las tareas operativas asociadas a los tanques. Sin embargo, es probable que este tipo de desarrollos dependan del mando y control continuos de los responsables humanos. No obstante, los vehículos blindados de avanzada capaces de realizar una gama cada vez mayor de funciones de forma autónoma, mientras están bajo el fuego enemigo, ciertamente mejoran la capacidad de supervivencia y añaden nuevas dimensiones a las maniobras de las armas combinadas.