El T-14, que se creía que era justo lo que el ejército ruso necesitaba para dominar la guerra de maniobras acorazada del siglo XXI, ha hecho poco para inclinar la balanza de la guerra ucraniana a favor de Rusia. Se ha observado al menos un Armata en acción en los alrededores de la aldea de Midginskaya, cerca de Luhansk, en publicaciones en las redes sociales el 8 de octubre.
Pero el T-14 Armata no tiene los números necesarios para que los ucranianos teman al nuevo tanque ruso. La producción del T-14 se ha visto limitada por las sanciones internacionales, ya que las piezas y los componentes son difíciles de adquirir, especialmente los chips informáticos y la electrónica avanzada.
Armata: ¿Quién compra a este precio?
Rosoboronexport ha intentado incluso promocionar el moderno tanque en los mercados extranjeros, pero esto ha despertado poco interés, más allá de unas pocas naciones que nunca han apretado el gatillo de la compra. Dado que Rusia es un paria internacional, los ejércitos del mundo en desarrollo no son propensos a entrar en grandes acuerdos de armas con Moscú. En un principio, Rusia quería comprar 2.300 Armatas para 2025. Estaban dispuestos a pagar 4 millones de dólares por cada uno. Ese número de 2.300 se ha reducido en repetidas ocasiones, con diferentes partes del complejo industrial de defensa ruso dando afirmaciones y excusas contradictorias para no alcanzar ese objetivo. El número de compras puede ser tan bajo como 100 nuevos Armatas. El ejército ruso tenía tantas esperanzas puestas en el Armata que pensó que podría tener compañeros robóticos no tripulados que se integrarían en las unidades de tanques, con el T-14 tripulado haciendo de “quarterback” para dirigir la carga y asestar golpes aplastantes al enemigo.
Calidad frente a cantidad
Aquellos días de euforia han pasado. El programa T-14 también ha roto con la tradición. Rusia solía producir tanques en cantidades masivas, diseñados para abrumar a Estados Unidos y a la OTAN si se desataba un conflicto durante la Guerra Fría. Pero con el T-14, el ejército ruso pensó que podía centrarse en el aspecto cualitativo de la producción de tanques y crear campanas y silbatos que generarían numerosas ventajas en los enfrentamientos cara a cara con el M1A2 Abrams estadounidense, el Leopard 2 alemán y el Challenger 2 británico.
Ucrania está ganando la guerra de las redes sociales
Las fuerzas de Vladimir Putin desconfían del efecto propagandístico de la destrucción o captura de un T-14 Armata por parte de Ucrania y lo utilizan con moderación en el país. Al fin y al cabo, esta es una guerra en la que casi todas las acciones militares son captadas por los teléfonos inteligentes con cámara y publicadas inmediatamente en las redes sociales. Rusia no puede permitirse el lujo de perder ni un solo T-14, ya que un tanque derribado supondría una bonanza de relaciones públicas para Ucrania. Moscú ya está perdiendo la guerra de las redes sociales. Es probable que esta sea la razón por la que Rusia se abstenga de enviar el tanque a Ucrania en grandes cantidades, si es que los tiene disponibles en primer lugar.
¿Pero es un tigre de papel?
Sobre el papel, el T-14 Armata tiene un gran aspecto. El tanque tiene una silueta más baja que otros tanques rusos, lo que reduce la exposición al fuego enemigo. La torreta no está tripulada, y la tripulación se encuentra delante del casco en un compartimento blindado para una mejor protección lejos de donde se almacena la munición. El cañón de ánima lisa de 125 mm 2A82-1M tiene un cargador automático, que requiere sólo tres miembros de la tripulación para operar el tanque. Dispone de modernas miras térmicas y telémetros y designadores láser. También lleva a bordo un avanzado sistema digital de control de fuego y 45 cartuchos de munición.
Cuenta con los últimos sistemas de protección
La mejor parte del tanque es su capacidad de supervivencia. Puede destruir los misiles antitanque enemigos con su sistema de protección activa Afghanit. El Afghanit detecta y rastrea los cohetes o misiles entrantes y dispara sus propias municiones para eliminar estas amenazas. Este sistema defensivo funciona en tándem con el blindaje reactivo de doble explosión Malachit. También cuenta con un blindaje de barra en la parte trasera para protegerse de los RPG.
Rápido y veloz
El motor diésel turboalimentado A-85-3A tiene más de 1.200 caballos de potencia y puede alcanzar velocidades de hasta 80 kilómetros por hora en carretera. La autonomía del tanque es de 310 millas.
Así que todo eso está muy bien. Pero, ¿qué sentido tienen todas esas características si no se va a utilizar en números? Y eso si asumimos que está en producción regular. Es posible que se estanque en la línea de producción sin los componentes necesarios para el montaje posterior. Es probable que sólo tenga un uso limitado en Ucrania y que permanezca en la retaguardia para realizar pruebas adicionales. El ejército ucraniano dispone de proyectiles guiados de precisión que pueden ser disparados desde obuses. Estos, junto con los misiles antitanque, hacen que el T-14 Armata sea susceptible de ser destruido. ¿Por qué dar al ejército ucraniano la satisfacción de eliminar el mejor tanque del enemigo?