Ucrania recibirá sistemas MIM-23 Hawk Phase III, repuestos y formación técnica para fortalecer su defensa antiaérea contra misiles y drones rusos en 2025.
Venta de sistemas Hawk fortalece defensa antiaérea ucraniana en 2025
El Departamento de Estado de EE. UU. aprobó el 23 de julio de 2025 una venta militar extranjera de sistemas MIM-23 Hawk Phase III a Ucrania por $172 millones. La transacción incluye camiones de carga, repuestos, componentes de reparación, documentación técnica, equipos de prueba, contenedores de almacenamiento y formación técnica. Esta venta busca reforzar la capacidad de Ucrania para contrarrestar amenazas aéreas rusas, como misiles de crucero y drones Shahed.
Las fuerzas ucranianas operan el sistema Hawk desde finales de 2022, tras donaciones de EE. UU. y España. Una batería Hawk interceptó 14 misiles de crucero rusos, incluidas variantes Kh-59 y un Kalibr, y más de 40 drones Shahed. En un caso, un lanzador derribó tres misiles consecutivos en un solo ataque, según informes verificados por videos del comando militar ucraniano.
El sistema Hawk, introducido en 1959, se caracteriza por su capacidad para detectar objetivos a baja altitud, incluso por debajo de los 150 metros. Su radar de onda continua AN/MPQ-62 y el iluminador AN/MPQ-61 permiten el rastreo de hasta 12 objetivos simultáneos, lo que lo hace efectivo contra misiles de crucero y drones en entornos de guerra electrónica.
La actualización Phase III, implementada en 1989, incorporó comando y control digital. Estas mejoras permiten al Hawk contrarrestar amenazas modernas, como los drones Shahed y misiles Kh, con una probabilidad de éxito estimada en 85%.
Capacidades clave del sistema MIM-23 Hawk en Ucrania
- Detecta objetivos a baja altitud, incluso por debajo de 150 metros.
- Intercepta hasta 12 objetivos simultáneamente con radares mejorados.
- Alcanza una probabilidad de éxito del 85% contra misiles y drones.
- Puede desplegarse en 30 minutos y reposicionarse en 10 minutos.
Arquitectura de radar y misiles optimiza defensa contra amenazas
La eficacia del Hawk en Ucrania se basa en su arquitectura de radar y control de fuego. El radar AN/MPQ-62 detecta objetivos en un solo escaneo, mientras que el iluminador AN/MPQ-61 posibilita intercepciones simultáneas a baja altitud. Estas capacidades aseguran un rendimiento óptimo en entornos electromagnéticos disputados.
El misil MIM-23B, con un motor de cohete de propulsión sólida, alcanza velocidades de Mach 2.4. Su ojiva de 75 kilogramos, con espoletas de proximidad e impacto, destruye objetivos a distancias de 1,5 a 40 kilómetros y altitudes de hasta 18 kilómetros, lo que resulta ideal para misiles de crucero y drones.
La red de comando y control, con puestos de mando de batería y pelotón, coordina múltiples intercepciones bajo presión de guerra electrónica. Esta integración permite a Ucrania proteger infraestructuras críticas, al mover baterías según las amenazas detectadas.
La movilidad del Hawk, con componentes montados en remolques, permite un despliegue rápido. Una batería completa incluye un radar de pulsos, un radar de onda continua, dos iluminadores y hasta nueve lanzadores con 18 misiles listos, operativos en 30 minutos.
Rentabilidad y logística sostienen el uso del Hawk en Ucrania
El Hawk ofrece una solución rentable frente a sistemas como Patriot o SAMP/T, reservados para objetivos de alto valor. Su menor costo y mantenimiento simple permiten un despliegue amplio, en complemento con plataformas modernas y locales dentro de la defensa antiaérea ucraniana.
La disponibilidad de repuestos y misiles, con más de 40.000 unidades producidas, facilita el mantenimiento. Países como EE. UU. y España restauran y entregan estos sistemas sin afectar su propia defensa, lo que garantiza un suministro constante para Ucrania.
La formación proporcionada por EE. UU. y contratistas permitió a las tripulaciones ucranianas adquirir competencias para operar el Hawk con alta efectividad. Los operadores demostraron precisión en combates reales, al derribar misiles y drones rusos en múltiples sectores.
La combinación de movilidad, rentabilidad y capacidad de combate mantiene la relevancia del Hawk en 2025. Su integración en la defensa antiaérea ucraniana maximiza la cobertura contra amenazas de mediano alcance y garantiza la protección de infraestructuras clave.