Durante la Guerra Fría, el gobierno de Estados Unidos impulsó el desarrollo del XB-70 Valkyrie, un bombardero estratégico que prometía cambiar el curso del poder militar global.
Un bombardero supersónico nacido para dominar los cielos
Diseñado para alcanzar Mach 3 y volar a más de 70,000 pies de altitud, podía transportar una carga nuclear destinada a penetrar las defensas soviéticas. North American Aviation se encargó de su creación como prototipo del futuro B-70.
Estados Unidos buscaba mantener la superioridad aérea frente a la Unión Soviética cuando, en 1954, la Fuerza Aérea encargó un nuevo bombardero que combinara el alcance del B-52 con la velocidad del B-58. North American, ya reconocida por modelos como el P-51 Mustang y el X-15, presentó el diseño elegido el 23 de diciembre de 1957. Un año más tarde, el avión fue bautizado como “Valkyrie”, tras un concurso con más de 20,000 propuestas.
La ingeniería del XB-70 se basó en tecnologías avanzadas para lograr el rendimiento deseado. Su estructura incluía una envergadura de 105 pies, un fuselaje de 196 pies y seis motores turbojet General Electric YJ93, cada uno con 28,800 libras de empuje. Gracias al combustible especial JP-6, el avión superaba Mach 3, utilizando un diseño de ala delta con puntas móviles para aprovechar las ondas de choque y aumentar la sustentación.
Para resistir el calor generado por el vuelo supersónico, la estructura del XB-70 incluía paneles de acero inoxidable tipo panal y componentes de titanio. Además, incorporaba elementos innovadores como un parabrisas móvil y un sistema que usaba el combustible como refrigerante interno.
Avances soviéticos y cambios tácticos redujeron su viabilidad
El panorama militar mundial se modificó mientras el XB-70 se desarrollaba en Palmdale, California. El primer prototipo XB-70A-1 fue presentado el 11 de mayo de 1964 ante más de 5,000 personas. Su primer vuelo, el 21 de septiembre de 1964, mostró limitaciones: un motor falló y el tren de aterrizaje tuvo una avería. Pese a estos fallos, el avión alcanzó Mach 1.1 en octubre de ese año y superó Mach 3 el 14 de octubre de 1965.
Sin embargo, la aparición de misiles tierra-aire como el S-75 Dvina soviético modificó el equilibrio de poder. Estos misiles demostraron ser capaces de alcanzar aviones a gran altitud, como quedó evidenciado con el derribo del U-2 de Francis Gary Powers en 1960. Aunque el XB-70 era casi inmune a los interceptores, resultaba vulnerable a los nuevos misiles, y su diseño no permitía vuelos eficaces a baja altitud.
Datos técnicos y estratégicos sobre el XB-70 Valkyrie
- Velocidad máxima: Mach 3.1 (3,309 km/h aprox.)
- Altitud máxima: 70,000 pies (21,300 metros)
- Empuje total: 172,800 libras con seis motores turbojet YJ93
- Primer vuelo: 21 de septiembre de 1964
- Capacidad nuclear: diseñada para portar bombas nucleares estratégicas
- Problemas técnicos: fallos estructurales en paneles y tren de aterrizaje
Los vuelos a baja altitud se descartaron tras comprobar que el avión sufría tensiones estructurales y tenía un desempeño inferior al del B-52, a un costo mucho mayor. Estos resultados debilitaron el argumento operativo del Valkyrie, reduciendo aún más su relevancia táctica.
ICBM reemplazaron la necesidad de bombarderos estratégicos
El auge de los misiles balísticos intercontinentales (ICBM) cambió el enfoque militar de Estados Unidos. Modelos como el Minuteman y el Atlas ofrecían una solución más barata, efectiva y segura para lanzar armas nucleares. Podían operar sin tripulación y desde silos protegidos en territorio nacional, evitando el riesgo de penetración aérea.
En 1961, el presidente John F. Kennedy canceló la producción del bombardero B-70 operativo tras evaluar su elevado costo —más de 700 millones de dólares por prototipo— y su vulnerabilidad. El programa se mantuvo solo como proyecto de investigación, y se construyeron únicamente dos prototipos XB-70A.
Estos aviones sirvieron entre 1964 y 1969 como plataformas de prueba para la NASA y la Fuerza Aérea. Los vuelos experimentales sumaron 129 misiones enfocadas en recopilar datos sobre vuelo supersónico, estabilidad, control y efectos de estampidos sónicos. El segundo prototipo, XB-70A-2, integró modificaciones como mayor diedro en las alas y alcanzó Mach 3.05 en enero de 1966.
Una tragedia marcó el final del XB-70A-2. El 8 de junio de 1966, colisionó en el aire con un F-104N de la NASA durante una sesión fotográfica. Murieron el piloto Joe Walker y el copiloto Carl Cross. Al White logró eyectarse con heridas graves.
El único ejemplar restante hoy se exhibe como pieza histórica
El XB-70A-1, único ejemplar sobreviviente, completó su vuelo final el 4 de febrero de 1969 y fue trasladado al Museo Nacional de la Fuerza Aérea en Dayton, Ohio, donde sigue en exhibición. Aunque este prototipo solo llegó a volar hasta Mach 2.5 por fallos en los paneles estructurales, su legado técnico fue significativo.
Los datos recogidos durante sus vuelos influyeron en diseños posteriores como el B-1 Lancer y los proyectos de transporte supersónico estadounidenses. Incluso se sospecha que el espionaje soviético usó información del Valkyrie en el desarrollo del Tupolev Tu-144.
El XB-70 Valkyrie simboliza un momento histórico en el que la velocidad y la altura definían el poder aéreo. Su cancelación no fue resultado de fallos operativos, sino de una transformación estratégica acelerada por la evolución de los misiles y los cambios doctrinales en la guerra nuclear.
Aunque nunca se usó en combate, el Valkyrie dejó un legado tecnológico que influyó en futuras generaciones de aeronaves. Representó el extremo de una era donde la supremacía aérea se buscaba por medio de la velocidad pura, antes de que la eficiencia y la invisibilidad tomaran el relevo.