Los cazas de combate rusos Sukhoi Su-57 “Felon” de quinta generación, inicialmente destacados en los titulares, están mostrando un comportamiento más reservado en el campo de batalla.
Nuevos reportes indican que Rusia ha empezado a desplegar sus avanzados Su-57 en acciones de bombardeo sobre objetivos en Ucrania. Dada la pérdida de más de 100 aviones por parte de Rusia en la guerra en Ucrania, el derribo de un Su-57 sería un golpe devastador para su imagen pública, lo que ha llevado a su uso cauteloso detrás de las líneas del frente.
El Su-57 “Felon” representa la punta de lanza de la aviación de combate rusa, incorporando tecnología de sigilo y aviónica de última generación.
Impacto estratégico del Su-57 en la guerra en Ucrania
Emergen confirmaciones de que Rusia está empleando sus Su-57 en ataques contra Ucrania. Estos informes provienen directamente de fuentes ucranianas, que han identificado el uso de misiles como el Kh-59 o Kh-69 lanzados desde estos cazas, aunque la distinción específica entre los tipos de misiles presenta dificultades.
Illia Yevlash, encargado de relaciones públicas de la Fuerza Aérea de Ucrania, declaró al medio Ukrainska Prava: “Los rusos ya han empleado el avión Su-57, pero están tratando de mantenerlo a una distancia segura, ya que son conscientes de que podría ser objetivo de nuestra defensa aérea”. Yevlash describió al Su-57 como un “sonajero realmente caro” y un “juguete único y caro” en manos rusas.
Ucrania ha intensificado sus alertas de ataques aéreos tras detectar actividades de bombarderos rusos, incluidos los Su-57, especialmente en misiones sobre Crimea. La capacidad de sigilo del Su-57 ha sido cuestionada dado que ha sido detectado a considerable distancia por las defensas ucranianas.
Además, se ha informado que los Su-57 han requerido escolta por parte de cazas Su-35, a diferencia de los cazas estadounidenses de quinta generación como los F-22 y F-35, que operan sin necesidad de escoltas de generaciones anteriores como los F-16 o F-15.
La superioridad aérea que demostraron las fuerzas occidentales en conflictos anteriores como la Operación Tormenta del Desierto, la invasión de Irak en 2003 y la intervención en Libia en 2011 contrasta marcadamente con la situación actual de Rusia. Hasta ahora, la fuerza aérea rusa no ha conseguido imponer su dominio aéreo sobre Ucrania más allá de la línea del frente, enfrentándose a una defensa aérea ucraniana robusta y eficaz.
Por razones tácticas o estratégicas, Rusia ha optado por no emplear el Su-57 en penetraciones profundas dentro del espacio aéreo controlado por Ucrania, relegándolo a funciones de apoyo logístico lejos del frente.
Uso del Su-57 en Ucrania: Evaluación de Inteligencia Británica
La inteligencia del Ministerio de Defensa del Reino Unido sugiere que Rusia ha estado operando sus aviones Su-57 “Felon” en la guerra en Ucrania desde mediados de 2022. Según un informe publicado en enero de 2023, “Desde al menos junio de 2022, es casi seguro que las Fuerzas Aeroespaciales rusas han utilizado el Su-57 FELON para llevar a cabo misiones contra Ucrania”.
La información británica indica que las operaciones del Su-57 se han circunscrito a sobrevuelos sobre territorio ruso, desde donde se han lanzado misiles de largo alcance hacia objetivos en Ucrania. Se mencionan cinco Su-57 estacionados en la base aérea de Akhtubinsk, los cuales probablemente participaron en estas misiones. Este método operativo refleja una estrategia rusa cautelosa, evitando el riesgo de perder estas valiosas aeronaves en el espacio aéreo controlado por Ucrania.
Analistas y comentaristas destacan que, dadas sus capacidades de sigilo y avanzada tecnología, el Su-57 debería idealmente ser utilizado en operaciones ofensivas profundas dentro de Ucrania, si realmente cumple con las características técnicas promocionadas por Rusia. Esta discrepancia entre su potencial y su uso real ha generado debates sobre la efectividad y estrategia militar rusa en el contexto actual de la guerra.
Comparativa del Su-57 con aviones de combate occidentales
Aunque el coste unitario de un F-35 es de aproximadamente 110 millones de dólares, el Su-57 ruso se presenta como una opción más económica. Sin embargo, Rusia enfrenta limitaciones presupuestarias significativas, con una economía de tamaño comparable al de Canadá y solo marginalmente superior a la de México, según datos del FMI. A pesar de su relativa asequibilidad, el Su-57 es un caza polivalente que presume de transportar grandes cargas y mostrar capacidades impresionantes en teoría.
Desde su vuelo inaugural en 2010 hasta su introducción en 2020, se estima que Rusia mantiene en servicio alrededor de tres docenas de estos aviones, con muchos más pedidos en curso. India, que inicialmente participó en el desarrollo del Su-57, se retiró del programa en 2018, citando insuficiencias en áreas clave como el sigilo, la aviónica de combate, los radares y los sensores, según reportes de Janes.
Rusia y su guerra de relaciones públicas utilizando el Su-57
Con la proximidad del desfile del 9 de mayo, Rusia busca fortalecer su imagen de potencia militar desfilando no solo sus fuerzas armadas, sino también equipo occidental capturado. Según el Ministerio de Defensa británico, Rusia parece estar muy interesada en evitar cualquier daño a la reputación que podría surgir de la pérdida de un Su-57 sobre Ucrania, dada la posible afectación a las perspectivas de exportación y el compromiso de tecnología sensible.
El Su-57 ha despertado interés entre posibles compradores internacionales como Argelia, que realizó un pedido en 2019, e India, que ha sugerido una posible reconsideración futura del avión. Otros países interesados incluyen a los Emiratos Árabes Unidos, Vietnam e Irak. Sin embargo, estas manifestaciones de interés y pedidos se efectuaron antes de la guerra a gran escala en Ucrania, que ha impactado severamente las exportaciones de armas rusas.
La combinación de un desempeño cuestionable, sanciones occidentales, y la necesidad de priorizar las demandas militares internas ha tenido un efecto devastador en la industria de exportación de armas de Rusia, según datos de SPIRI. Incluso aliados tradicionales de Rusia, como Serbia, están reconsiderando sus opciones y explorando alternativas como los aviones Rafale franceses, tal como indica el Financial Times. Esta situación refleja un cambio significativo en la percepción global de la capacidad y confiabilidad de la tecnología militar rusa.