WASHINGTON – Los círculos políticos de Washington están trabajando en la donación de aviones estadounidenses F-15 y F-16 a la Fuerza Aérea de Ucrania. Se han aprobado 100 millones de dólares en el marco de la Ley de Autorización de Defensa Nacional [NDAA] 329-101 para entrenar a los pilotos ucranianos en el manejo de los aviones estadounidenses. La decisión del dinero proviene de la Cámara de Representantes.
Ha habido peticiones de Kiev para la entrega de estos aviones desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania, que comenzó el 24 de febrero de este año. Lógicamente, no había forma de que estas peticiones fueran atendidas, aunque Washington estuviera desesperado por donar los aviones, ya que los pilotos ucranianos están entrenados para volar Sukhoi y MiG, no tecnología desarrollada al oeste de Kyiv.
Lo más probable es que Estados Unidos cambie el tipo de equipo militar que suministrará a Ucrania a finales de año. El representante Adam Kinzinger, republicano de Illinois, habló con Kiev y fue él quien añadió los 100 millones de dólares como enmienda a la ley de autorización de defensa. Kinzinger dice que ahora está claro para todo el mundo que cuando la guerra termine, Ucrania será armada con armas occidentales, y el entrenamiento de los pilotos ucranianos, que lógicamente llevará a la entrega de aviones de combate estadounidenses, es un mensaje para resolver el proceso.
Hasta la fecha, Ucrania ha recibido muy pocos aviones de la era soviética. Bulgaria entregó Su-25 por partes a través de terceros países, y Eslovaquia aceptó la oferta de la República Checa para defender el espacio aéreo eslovaco y donó toda su flota de 12 cazas MiG-29 a Ucrania. Poco después del comienzo de la guerra, Polonia estaba dispuesta y preparada para transferir sus MiG-29 a la base de Ramstein en Alemania, pero no se llegó a un acuerdo entre Washington y Varsovia.
Las posturas en Washington apoyan la entrega de armas estadounidenses, incluidos los aviones de combate. Sin embargo, al mismo tiempo, a la administración del presidente estadounidense Joe Biden le preocupa que una mayor cantidad de tecnología occidental en Ucrania signifique una mayor posibilidad de que caiga en manos de Rusia, que puede acceder a tecnología occidental sensible. La Casa Blanca también se muestra cautelosa ante la posibilidad de cruzar una “línea roja” y, por tanto, escalar deliberadamente las hostilidades más allá de las fronteras de Ucrania.
Según fuentes estadounidenses, lo más probable es que el futuro entrenamiento de los pilotos ucranianos se lleve a cabo en dos bases estadounidenses: una base en Columbus, Mississippi, y otra en Texas. Sin embargo, que Estados Unidos entrene a los pilotos ucranianos para pilotar F-15 y F-16, y que Ucrania reciba aviones occidentales, depende del Senado, que en septiembre aprobará las enmiendas o su propia versión del proyecto de ley de defensa.
Antes, sin embargo, la propuesta de la Cámara debe pasar por un comité de conferencia, donde no está claro qué cambios sufrirá. Sin embargo, si Adam Kinzinger, republicano de Illinois, logra imponer sus ideas, Ucrania enviará pilotos a Estados Unidos a finales de este año y principios del próximo.