Una complicada historia nos lleva a cómo Irán obtuvo el caza de fabricación estadounidense y cómo mantiene en vuelo los viejos aviones.
El caza de fabricación estadounidense Northrop Grumman F-14 Tomcat ya era ampliamente conocido cuando la plataforma hizo su debut en la película Top Gun, de 1986. El F-14, el caza interceptor más potente y letal jamás construido, se convirtió por derecho propio en el verdadero icono de la superproducción.
El Tomcat entró en servicio en la Marina estadounidense en 1972 y estaba destinado a sustituir a su predecesor, el caza F-4 Phantom.
El Tomcat presentaba muchas mejoras, como capacidades avanzadas de combate aéreo, agilidad y la posibilidad de realizar tanto misiones de interceptación de largo alcance como de superioridad aérea.
Misión polivalente
Este conjunto de misiones adquirió gran importancia en la década de 1970, cuando las tensiones entre Estados Unidos y la Unión Soviética comenzaron a agravarse. Deseoso de obtener el apoyo de la región, el presidente Nixon visitó al jefe de estado iraní, Mohamed Reza Shah, y estableció el acuerdo que daría al Irán imperial 79 Tomcats operativos.
El caza F-14 era el avión ideal para los pilotos iraníes, ya que desafiaba con eficacia a los aviones soviéticos MiG-25R Foxbat sobre territorio iraní. El Tomcat era el equivalente al F-22 actual, el avión más superior y avanzado del cielo.
F-14: Envejecimiento en el aire
Estados Unidos no tardó en arrepentirse de haber permitido que Irán se convirtiera en el único país que operaba los cazas de cuarta generación. En 1979, el régimen monárquico fue abruptamente aplastado en Irán cuando los clérigos fundamentalistas chiíes se hicieron con el control del país bajo el liderazgo del ayatolá Ruhollah Kohmeini.
La Revolución Islámica provocó el colapso de las relaciones entre Estados Unidos e Irán. En adelante, Estados Unidos trabajaría incansablemente para intentar inmovilizar los aviones de su adversario.
Sin embargo, la República Islámica de Irán sigue manteniendo su flota de F-14 a pesar de los ocho años de guerra entre Irán e Irak y de los embargos de armas llevados a cabo por Estados Unidos.
De hecho, las Fuerzas Aéreas iraníes han aumentado el número de fuselajes operativos en las últimas décadas y han perfeccionado la electrónica y los sistemas de armamento de los cazas.
Según algunos informes, los técnicos iraníes pueden haber desarrollado cerca de 300 modificaciones distintas del caza supersónico. El resto de la flota iraní de Tomcat luce ahora cableado, aviónica y sensores totalmente nuevos. Desde que Estados Unidos impidió a Irán adquirir sus misiles F-14, el régimen modificó su flota para llevar misiles soviéticos R-27 y R-73.
Recientemente, Irán ha realizado con éxito ingeniería inversa de piezas para el fuselaje del F-14 y misiles AIM-54, produciendo en última instancia una eficaz variante autóctona del misil F-14 Phoenix original.
La priorización de la autosuficiencia por parte de Irán en esta época, complementada por su contrabando de armas, permitió al régimen mantener operativos los cazas. En 1988, un iraní-estadounidense fue detenido por agentes federales en Nueva York tras ser acusado de intentar comprar piezas para el motor del Tomcat.
Le siguieron una serie de detenciones similares, cuyo alcance aumentó cuando Estados Unidos retiró sus últimos F-14 en 2006. Estados Unidos hizo un esfuerzo concertado para impedir que las piezas del Tomcat cayeran en manos de Irán.