En el contexto de la Guerra Fría, EE. UU. desarrolló aviones antisatélite para contrarrestar la expansión espacial rusa. Un F-15 Eagle hizo historia en 1985 al lograr el derribo de un satélite.
F-15 y el misil ASM-135 ASAT
El ASM-135 ASAT, desarrollado por LTV Aerospace de Ling-Temco-Vought, es un misil antisatélite multietapa lanzado desde el aire. El F-15 Eagle de la Fuerza Aérea de EE. UU. fue el único avión autorizado para portarlo.
El 21 de diciembre de 1982, un F-15A realizó el primer vuelo de prueba de transporte cautivo del ASM-135 desde el Centro de Pruebas de Vuelo de la Fuerza Aérea, Edwards AFB, California.
El 20 de agosto de 1985, el presidente Reagan autorizó una prueba contra un satélite, la cual se retrasó para informar al Congreso de EE. UU. El objetivo fue el Solwind P78-1, un observatorio solar en órbita lanzado en 1979.
Destreza en el aire y precisión letal
El 13 de septiembre de 1985, el mayor Wilbert D. “Doug” Pearson pilotó el F-15A “Celestial Eagle” y lanzó un ASM-135 ASAT a 322 km al oeste de la base aérea de Vandenberg. El misil destruyó el satélite Solwind P78-1 a una altitud de 555 km.
Antes del lanzamiento, el F-15 ascendió en un ángulo de 65 grados a Mach 1.22, y el misil ASM-135 fue lanzado automáticamente a 38.100 pies mientras el F-15 volaba a Mach .934.
El misil de 13.6 kg impactó contra el satélite de 907 kg a una velocidad de cierre de 24.140 km/h.
Consecuencias y restricciones
La NASA se enteró de los planes de la prueba en julio de 1985 y elaboró un modelo de los efectos de la misma. Este modelo determinó que los desechos producidos seguirían en órbita en la década de 1990, obligando a la NASA a mejorar el blindaje contra escombros de su proyectada estación espacial.
La NASA y las Fuerzas Aéreas de EE. UU. habían colaborado anteriormente en el desarrollo de un vehículo objetivo lanzado por Scout para experimentos ASAT. La NASA asesoró a las Fuerzas Aéreas para evitar la producción de desechos de larga duración, pero el Congreso impuso restricciones a las pruebas ASAT.
Resumen
Un F-15 Eagle de la Fuerza Aérea de EE. UU. derribó por primera vez un satélite en órbita en 1985 utilizando el misil ASM-135 ASAT. La prueba generó preocupaciones sobre los desechos espaciales, lo que llevó a la imposición de restricciones en futuras pruebas ASAT por parte del Congreso de EE. UU.