La Fuerza Aérea de Estados Unidos carece de mecanismos para exigir reembolsos a contratistas por piezas defectuosas.
Deficiencia en la Fuerza Aérea de EE. UU. compromete su presupuesto y seguridad
El inspector general del Departamento de Defensa de Estados Unidos ha destacado un grave problema en la Fuerza Aérea: la falta de mecanismos adecuados para exigir reembolsos a los contratistas por componentes defectuosos. Esta situación ha generado un aumento significativo en los costos, ya que la Fuerza Aérea no solo debe cubrir los gastos de los equipos defectuosos, sino también los de sus reparaciones.
Un caso concreto es el de 45 componentes defectuosos en un avión de transporte C-130J Super Hercules, valorados en 5,9 millones de dólares, que la Fuerza Aérea no reclamó a tiempo. Este problema se atribuye a la ausencia de un sistema eficaz para el seguimiento de componentes y a la interpretación errónea de los términos de garantía. Además, hay otros 77 componentes defectuosos, con un valor estimado de medio millón de dólares, que afectan a aviones como el F-16 y el F-22, según un informe de la revista Air and Space Forces.
Más allá de los costos financieros, la falta de calidad de los componentes también pone en riesgo la vida de los pilotos. Un ejemplo trágico es la muerte de un piloto de caza F-16, causada por un asiento eyectable defectuoso, hecho confirmado por una investigación oficial de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
Retrasos en las compensaciones agravan la situación de la Fuerza Aérea
A pesar de haber conseguido 19,4 millones de dólares en compensaciones por 185 componentes defectuosos, el Pentágono sigue mostrando su preocupación por los largos plazos que requiere la Fuerza Aérea para reunir las pruebas necesarias contra los contratistas. Actualmente, el tiempo promedio para completar este proceso es de 81 días. Un ejemplo de estos retrasos es que la Fuerza Aérea de Estados Unidos tardó cuatro meses en recuperar un millón de dólares por piezas defectuosas del bombardero B-1.
El informe del inspector general indica que “estos problemas surgieron porque PS carecía de la orientación y el control suficientes sobre el segmento del proceso de notificación de defectos relacionado con el reembolso a los contratistas”. Esta falta de control ha impedido que PS exija responsabilidades a los contratistas, limitando la posibilidad de obtener reembolsos o la reparación de las piezas defectuosas.
En respuesta a esta problemática, el Pentágono ha propuesto una serie de medidas para mejorar los procedimientos de reembolso y asegurar un mayor control sobre los procesos de seguimiento de componentes defectuosos.
Preocupación en el Pentágono por pérdidas millonarias en el programa F-35
Este problema de supervisión no es exclusivo de los aviones de transporte o cazas, ya que la Cámara de Cuentas de Estados Unidos informó en 2023 que una supervisión inadecuada de los componentes del F-35 había provocado pérdidas de decenas de millones de dólares. Esta revelación subraya la necesidad urgente de mejorar los mecanismos de control y seguimiento de la calidad en toda la Fuerza Aérea.
En otro ámbito de la industria de defensa, se produjo un giro inesperado en el programa de helicópteros medianos del Reino Unido. Dos de los tres principales competidores retiraron sus propuestas justo antes del cierre del plazo el 30 de agosto, dejando a Leonardo como el único postulante en el proyecto New Medium Helicopter (NMH).
El anuncio realizado por James Cartlidge, ministro británico de Adquisiciones de Defensa, en primavera, buscaba seleccionar un fabricante para construir helicópteros medianos que puedan cumplir con una variedad de misiones de defensa, reemplazando a cinco tipos de helicópteros diferentes actualmente en uso.
Retiro de competidores complica el proyecto de helicópteros medianos británico
Airbus Helicopters UK y Lockheed Martin UK, a través de su filial Sikorsky, se retiraron del programa NMH debido a preocupaciones relacionadas con los requisitos del proyecto y las condiciones del mercado. Airbus argumentó que no podía presentar una propuesta que equilibrara las necesidades militares británicas con los márgenes de beneficio esperados.
La empresa cuestionó la capacidad del proyecto NMH para cumplir con los objetivos estratégicos de la industria de defensa británica, incluyendo la creación de empleo a largo plazo y oportunidades para la cadena de suministro del Reino Unido. Similarmente, Lockheed Martin Sikorsky expresó que no podría cumplir con los requisitos mínimos del proyecto bajo las condiciones actuales del mercado.
A pesar de su retirada, Lockheed Martin mostró interés en considerar otras ofertas, como los helicópteros Black Hawk, para cumplir con las necesidades de la defensa británica. Mientras tanto, la situación podría llevar al Reino Unido a reconsiderar el reinicio de la competición para el programa NMH.