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F-35 británico impacta con un pájaro y regresa

21 de enero de 2025
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F-35

Un F-35 de la RAF sufrió un impacto con un pájaro durante un vuelo. A pesar del incidente, el piloto aterrizó la aeronave sin complicaciones.

El incidente ocurrió durante un vuelo rutinario en Norfolk

El pasado 20 de enero, un avión de combate F-35 Lightning II de la Royal Air Force (RAF) chocó con un pájaro mientras realizaba un vuelo rutinario. Este hecho sucedió cerca de la base de la RAF Marham, ubicada en Norfolk, Inglaterra. Aunque el impacto provocó daños menores, el piloto decidió regresar de inmediato a la base por motivos de seguridad.

De acuerdo con fuentes oficiales británicas, el F-35 no presentó fallas graves, y el piloto resultó completamente ileso. Un portavoz de la Real Fuerza Aérea confirmó el incidente, destacando que las medidas tomadas fueron estrictamente preventivas. “Aunque los daños fueron mínimos, la aeronave fue devuelta a la base para garantizar la seguridad de la operación”, precisó.

Los impactos con aves representan un riesgo constante para la aviación militar en todo el mundo. Este tipo de colisiones, aunque a veces leves, pueden llegar a generar daños considerables, interrupciones operativas o, en el peor de los casos, accidentes fatales. El reciente caso en Norfolk refleja un problema recurrente que no es exclusivo de esta región o del modelo F-35 Lightning II.

Datos clave sobre incidentes con aves en la aviación militar

  • Los choques con aves son comunes durante maniobras como despegues, aterrizajes o vuelos de baja altitud.
  • En 2019, un F-35B del Cuerpo de Marines de EE. UU. sufrió daños por más de 2 millones de dólares tras un impacto con aves.
  • En 2024, un F-35B en Corea del Sur aterrizó de emergencia después de un choque similar durante un entrenamiento.
  • Las aves de gran tamaño, como gansos o águilas, representan un mayor peligro por su capacidad de dañar estructuras críticas.
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Un F-35 Lightning II sobrevuela la base aérea Edwards, en California, el 10 de mayo de 2023. Foto de Darrin Russell/Lockheed Martin

Casos previos destacan los riesgos y costos asociados

En mayo de 2019, un incidente similar ocurrió con un F-35B Lightning II del Cuerpo de Marines de EE. UU. en Japón. Durante el despegue desde la Estación Aérea de Iwakuni, el impacto con aves ocasionó daños estimados en más de 2 millones de dólares. Aunque el avión abortó el despegue de manera segura, el incidente fue clasificado como un accidente de clase A debido al alto costo de las reparaciones.

Otro caso destacado se registró en abril de 2024, cuando un F-35B de la Infantería de Marina estadounidense chocó con un pájaro después de despegar de la base aérea de Kunsan, en Corea del Sur. En esta ocasión, el piloto realizó un aterrizaje seguro, pero los detalles sobre los daños no se revelaron de inmediato, ya que la aeronave fue sometida a una investigación para evaluar las consecuencias del impacto.

En enero de 2022, un avión F-35A de la Fuerza Aérea de Corea del Sur enfrentó uno de los casos más graves documentados. El choque con un águila de 10 kilogramos causó daños internos severos, afectando sistemas hidráulicos, el tren de aterrizaje y el sistema de navegación. A pesar de la magnitud del impacto, el piloto logró aterrizar sin lesiones personales.

El F-35C CF-100, el F-35C número 100 fabricado, durante un vuelo de prueba en Fort Worth, Texas, el 16 de noviembre de 2024. (Crédito de la imagen: Sam Combs)

Las aves representan un desafío constante en los aeródromos militares

La presencia de fauna silvestre cerca de aeródromos militares continúa siendo un desafío importante. Aunque las fuerzas armadas han implementado tecnologías avanzadas de control de aves, la naturaleza impredecible de estos animales hace que los choques sean inevitables en algunos casos.

Los aeródromos situados en zonas cercanas a hábitats naturales son particularmente vulnerables. Los impactos suelen ocurrir en momentos críticos, como despegues o aterrizajes, cuando las aves invaden de forma inesperada la trayectoria de las aeronaves. A pesar de los esfuerzos por minimizar estos riesgos, los resultados no siempre son suficientes.

En el caso de aviones avanzados como el F-35 Lightning II, los daños pueden ser especialmente costosos. Un impacto puede provocar problemas significativos en los motores, desde calados hasta fallos completos. Además, aves de mayor tamaño pueden dañar componentes críticos de la estructura de la aeronave.

Importancia de estrategias de mitigación en la aviación militar

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F-35

Los impactos con aves subrayan la necesidad de desarrollar y mejorar estrategias de mitigación en aeródromos militares. La implementación de tecnologías de detección de aves, sistemas de disuasión y una gestión eficiente de los hábitats circundantes son fundamentales para reducir estos riesgos.

Aunque la mayoría de los incidentes no resultan en consecuencias graves, el potencial de que ocurra un accidente catastrófico está siempre presente. Las aeronaves como el F-35, que operan a altas velocidades y cuentan con tecnologías avanzadas, son especialmente vulnerables debido a los altos costos de reparación y las implicaciones operativas que conllevan estos eventos.

En conclusión, la aviación militar debe seguir enfocándose en soluciones que mitiguen estos riesgos, garantizando la seguridad de las operaciones y minimizando el impacto económico asociado a estos incidentes.

Choques con aves amenazan seguridad de aeronaves avanzadas

Además de los motores, los impactos con aves tienen el potencial de dañar significativamente los sistemas de aviónica y los sistemas de vuelo de las aeronaves. La fuerza de estos choques puede inutilizar sensores esenciales o afectar líneas hidráulicas, comprometiendo los controles del avión y dificultando la maniobrabilidad del piloto durante situaciones críticas.

Un impacto directo en la cabina o en la cubierta de la aeronave representa un peligro mayor, ya que podría reducir la visibilidad del piloto o incluso causarle lesiones graves. En el caso de un avión de combate avanzado como el F-35, que depende de sistemas de alta precisión, estos daños pueden representar un riesgo considerable para la seguridad de las misiones.

Un F-35 con sus compartimentos de armas abiertos. El F-35 puede volar con armas ocultas en su interior para misiones que requieren sigilo, pero también tiene puntos de anclaje externos. (Crédito de la imagen: fotografía de la Fuerza Aérea de EE. UU. por el aviador sénior Alexander Cook)

Aunque muchos de estos incidentes no terminan en tragedias, el riesgo de consecuencias catastróficas siempre está presente. Reparaciones costosas, pérdida de tiempo operativo y el potencial de que un avión quede fuera de servicio durante largos periodos son solo algunas de las consecuencias asociadas. En casos extremos, múltiples choques o un impacto de alta intensidad podrían causar la pérdida de la aeronave e incluso vidas humanas.

Características principales del F-35 Lightning II y sus variantes

  • La RAF opera dos variantes: el F-35B (despegue corto y aterrizaje vertical) y el F-35A (despegue y aterrizaje convencionales).
  • El F-35B está diseñado para operar desde aeródromos pequeños y portaaviones, gracias a su capacidad STOVL.
  • Ambas versiones incluyen tecnología avanzada, como el radar AN/APG-81 y sistemas de guerra electrónica.
  • Los compartimentos internos de armas del F-35 maximizan su perfil de sigilo en misiones sensibles.

Versatilidad del F-35B en operaciones terrestres y marítimas

La variante principal utilizada por la Royal Air Force, el F-35B, destaca por su capacidad de despegue corto y aterrizaje vertical (STOVL, por sus siglas en inglés). Esta característica permite a la aeronave operar desde infraestructuras limitadas, incluyendo portaaviones británicos clase Queen Elizabeth. Esta flexibilidad resulta ideal para misiones de expedición y operaciones en zonas con instalaciones restringidas.

En comparación, el F-35A es más común entre las fuerzas aéreas convencionales y utiliza pistas tradicionales para sus operaciones. Sin embargo, la RAF prioriza el F-35B debido a su capacidad de adaptarse tanto a misiones terrestres como navales, otorgándole una ventaja estratégica en múltiples escenarios.

El sistema STOVL del F-35B se basa en un ventilador de sustentación único y una tobera giratoria, lo que le permite realizar maniobras como flotar y aterrizar verticalmente. En contraste, el F-35A está optimizado para operaciones de alto rendimiento con despegue y aterrizaje convencional (CTOL).

Ambas variantes comparten sistemas de última generación, como el radar AN/APG-81 y sensores avanzados que proporcionan un conocimiento situacional excepcional al piloto. Estas capacidades tecnológicas hacen del F-35 una herramienta esencial para mantener la superioridad aérea y ejecutar misiones ofensivas con precisión.

Armamento y capacidades tácticas del F-35

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Tanto el F-35B como el F-35A están equipados para transportar una amplia gama de municiones. Estas incluyen misiles aire-aire, bombas aire-tierra, armas guiadas de precisión y cargas nucleares, dependiendo de los requisitos operativos. Los compartimentos de armas internos del F-35 ayudan a mantener su perfil de sigilo, una característica crítica en misiones donde es necesario evitar detección por radar.

Cuando el sigilo no es prioritario, el F-35B puede transportar armamento adicional en pilones externos, aumentando su capacidad de ataque. Los F-35 de la RAF están integrados en el programa Joint Strike Fighter, lo que les permite operar en conjunto con fuerzas aliadas de la OTAN mediante el intercambio de datos en tiempo real y una interoperabilidad completa en misiones multinacionales.

La cabina de los F-35 incluye una pantalla de cristal que integra información esencial para la misión, y su sistema de visualización montado en el casco (HMDS) proyecta datos críticos directamente en la visera del piloto. Este sistema proporciona un control y visibilidad inigualables, incluso en entornos de combate complejos.

Importancia estratégica del F-35 para la RAF

La flota de F-35 Lightning II no solo representa un avance tecnológico en términos de aeronaves de combate, sino que también es una piedra angular de la capacidad de la RAF para proyectar poder a nivel global. La combinación de versatilidad, armamento avanzado y capacidad de sigilo posiciona al F-35 como un elemento clave en las estrategias de defensa aérea del Reino Unido.

El programa Joint Strike Fighter permite a los F-35 de la RAF integrarse en operaciones conjuntas con aliados, maximizando su eficacia en escenarios multinacionales. Esto incluye desde misiones defensivas hasta operaciones ofensivas complejas, en las que la interoperabilidad y el intercambio de datos en tiempo real son esenciales.

Con su combinación de tecnología avanzada y adaptabilidad, el F-35 está diseñado para enfrentar los desafíos de la guerra moderna. Su capacidad para operar tanto en tierra como en mar asegura que continuará siendo un activo estratégico fundamental para la RAF en los años venideros.

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