El F-35 Lightning II lidera la guerra en red con sensores avanzados y fusión de datos, conectando plataformas en tiempo real.
F-35 Lightning II: El núcleo de la guerra en red moderna
El F-35 Lightning II, operativo desde 2015, redefine la guerra moderna como un caza polivalente de quinta generación diseñado por Lockheed Martin. Su capacidad para integrar y compartir datos en tiempo real a través de múltiples plataformas lo posiciona como el núcleo de la arquitectura de guerra en red. Equipado con el sistema AN/AAQ-40 Electro-Optical Targeting System (EOTS) y un avanzado sistema de fusión de sensores, el F-35 permite a los pilotos y comandantes obtener una visión unificada del campo de batalla, mejorando la toma de decisiones en entornos altamente disputados. Esta capacidad, combinada con su furtividad y versatilidad multirrol, lo convierte en una herramienta esencial para misiones de inteligencia, vigilancia, reconocimiento y ataque.
El AN/AAQ-40 EOTS, integrado en la estructura del F-35, proporciona capacidades de puntería aire-aire y aire-superficie de alta precisión. Este sistema combina funciones de infrarrojo de visión frontal (FLIR) y búsqueda y seguimiento por infrarrojos (IRST), permitiendo la detección de objetivos a larga distancia sin comprometer la baja observabilidad del avión. En septiembre de 2020, Lockheed Martin anunció la entrega del sistema EOTS número 700, destacando una reducción del 25% en los costos de mantenimiento por hora de vuelo respecto al año anterior. Además, la introducción del Advanced EOTS en el programa de modernización Block 4 incorpora mejoras como infrarrojo de onda corta, televisión de alta definición y un marcador infrarrojo, ampliando el rango de detección y la precisión de los pilotos.
La fusión de sensores del F-35, descrita como un “cambio de juego” por expertos, integra datos de múltiples sistemas, incluyendo el radar Northrop Grumman AN/APG-81 de matriz activa de escaneo electrónico (AESA), el sistema de guerra electrónica BAE Systems AN/ASQ-239 Barracuda, el AN/AAQ-37 Distributed Aperture System (DAS) y el sistema de comunicaciones AN/ASQ-242 CNI. Estos sensores trabajan en conjunto para generar una imagen táctica unificada, permitiendo al piloto rastrear objetivos en 360 grados, detectar amenazas como misiles y compartir información con otras unidades a través del enlace de datos avanzado MADL (Multifunction Advanced Data Link). Este enlace direccional asegura comunicaciones seguras sin comprometer la furtividad.

En un ejercicio reciente, la Royal Netherlands Air Force y Lockheed Martin Skunk Works demostraron la interoperabilidad del F-35 durante el ejercicio Ramstein Flag. Por primera vez fuera de Estados Unidos, un F-35 en vuelo compartió datos clasificados en tiempo real con un entorno de comando y control holandés, Keystone, destacando su capacidad para conectar activos en múltiples dominios. Este hito, alcanzado en 2024, subraya el papel del F-35 como un multiplicador de fuerza, mejorando las capacidades de plataformas terrestres, marítimas y espaciales.
Datos clave sobre la guerra en red del F-35
- AN/AAQ-40 EOTS: Combina FLIR e IRST para detección y puntería de largo alcance, integrado en un diseño de baja observabilidad.
- Fusión de sensores: Integra datos de radar, guerra electrónica, DAS y CNI para una visión táctica unificada.
- MADL: Enlace de datos direccional de alta velocidad para compartir información sin comprometer la furtividad.
- Block 4: Introduce el radar AN/APG-85 y mejoras en EOTS y DAS, aumentando la precisión y alcance.
- Interoperabilidad: Conecta con plataformas aliadas en tiempo real, como se demostró en Ramstein Flag 2024.
Avances tecnológicos en la fusión de sensores del F-35
La fusión de sensores del F-35 no solo recopila datos, sino que los procesa automáticamente para presentar al piloto información clara y priorizada. El AN/AAQ-37 DAS, compuesto por seis cámaras infrarrojas, ofrece cobertura esférica de 360 grados, detectando amenazas como misiles y cañones enemigos, además de proporcionar visión nocturna y soporte para la navegación. En 2024, Northrop Grumman destacó que el DAS ha sido fundamental para mejorar la conciencia situacional, permitiendo a los pilotos operar en entornos de alta amenaza con una ventaja decisiva.
El radar AN/APG-81, además de sus funciones de detección y seguimiento, actúa como un componente del sistema de guerra electrónica, capaz de interferir radares hostiles. Este nivel de integración reduce la carga de trabajo del piloto, permitiéndole concentrarse en la ejecución de la misión. En un comentario en X, un usuario señaló que la capacidad del F-35 para correlacionar datos entre múltiples aviones mediante triangulación mejora la precisión en la telemetría de objetivos, facilitando soluciones de armamento en tiempo real.

El programa Block 4, iniciado en 2018, introduce más de 75 actualizaciones significativas. Entre ellas, el nuevo radar AN/APG-85 ofrece mayor alcance y precisión, mientras que las mejoras previstas en el EOTS y DAS incluyen video de mayor definición y detección de objetivos a mayor distancia. Lockheed Martin ha invertido en estas mejoras para garantizar que el F-35 permanezca relevante frente a amenazas emergentes hasta 2040 y más allá. En 2021, la empresa completó pruebas operativas, marcando la transición a la producción a gran escala, con entregas programadas hasta 2037 para un total de 2.457 aviones para las fuerzas estadounidenses.
La capacidad del F-35 para operar como un nodo central en la guerra en red se extiende más allá de las fuerzas aéreas. En un ejercicio en 2024, aviones F-35 holandeses coordinaron un ataque de artillería de cohetes, demostrando su capacidad para actuar como “quarterback” en operaciones multidominio. Esta interoperabilidad fortalece las asociaciones globales, con países como Noruega, que completó la entrega de sus 52 F-35A en 2024, y la República Checa, que firmó un acuerdo para adquirir 24 F-35A en 2024, con entregas previstas para 2031.
El F-35 en el contexto global de defensa
El F-35, desarrollado bajo el programa Joint Strike Fighter (JSF) desde 1995, reemplaza aviones como el F-16 Fighting Falcon, el F/A-18 Hornet y el AV-8B Harrier II. Con un costo de desarrollo superior a los 40.000 millones de dólares y un costo estimado de 200.000 millones para la adquisición de 2.400 aviones, el programa cuenta con la participación de aliados de la OTAN, incluyendo el Reino Unido, Italia, Países Bajos, Canadá, Australia, Noruega y Dinamarca, que aportaron 4.375 millones de dólares.
La arquitectura de guerra en red del F-35 permite la integración con sistemas de defensa antimisiles. En un estudio de la Missile Defense Advocacy Alliance, se destacó el potencial del F-35 para interceptar misiles en fase de lanzamiento, lo que requeriría el desarrollo de un nuevo interceptor aire-aire. Esta capacidad refuerza su rol en la defensa estratégica.

En 2025, Lockheed Martin anunció planes para incorporar tecnologías de sexta generación en el F-35, creando una versión “quinta generación plus”. El CEO Jim Taiclet afirmó que estas mejoras, que incluyen sensores infrarrojos pasivos mejorados y materiales de baja observabilidad, ofrecerán el 80% de las capacidades de un caza de sexta generación como el F-47 a la mitad del costo. Este enfoque responde a la pérdida de Lockheed Martin en la competencia por el programa Next Generation Air Dominance (NGAD), ganado por Boeing.
El F-35 también ha enfrentado críticas. En 2012, el think tank Air Power Australia cuestionó su capacidad para misiones de superioridad aérea y ataques de largo alcance, argumentando que su diseño no se adapta completamente a entornos operativos complejos. Sin embargo, oficiales como el vicealmirante australiano Osley defendieron su rendimiento aerodinámico y capacidades furtivas, destacando su competitividad proyectada para 2020 y más allá.