El F-35 Joint Strike Fighter es el avión de combate furtivo más avanzado del mundo. Las tres versiones del caza furtivo de quinta generación aportan capacidades inigualables a la lucha. Desde la fusión de sensores que conecta a todos los actores en el campo de batalla y permite la cadena de muerte hasta las características de sigilo que le permiten atacar antes de ser detectado, el caza F-35 Lighting II es un activo para cualquier fuerza aérea.
Sin embargo, no todo es de color de rosa en el caza furtivo más avanzado del mundo.
F-35: Un avión caro
Las avanzadas capacidades del F-35 Lighting II tienen un precio elevado, y el programa general del F-35 Joint Strike Fighter ya ha costado aproximadamente 1,7 billones de dólares, aunque esos costes se repartirán a lo largo de muchas décadas.
Aunque no es sorprendente para el tamaño y el alcance del programa, no ayuda, además, que el programa F-35 haya tenido su cuota de problemas técnicos y retrasos concomitantes que han aumentado los costes con el tiempo.
Se podría argumentar razonablemente que el precio del programa F-35 refleja el hecho de que contiene tres aviones distintos que comparten características y capacidades. También refleja la diversidad de capacidades del avión. El F-35 Joint Strike Fighter fue diseñado para ser un avión “todo en uno” que pudiera llevar a cabo una amplia gama de misiones, agilizando así su adquisición, funcionamiento y mantenimiento.
F-35: ¿Un Ferrari guardado en el garaje?
El año pasado, la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de EE. UU. (GAO) publicó un informe en el que se sugería que el aumento del coste del programa F-35 limitaría gravemente la capacidad del ejército de EE. UU. para operar el avión de combate furtivo.
El número de F-35 Lighting II que el Departamento de Defensa quiere comprar ha fluctuado con el tiempo a medida que el coste del programa aumentaba y las plataformas alternativas -como el F-15EX Eagle II– ganaban adeptos.
Con un plan para adquirir más de 2.000 F-35 Lighting II de los tres tipos, el Pentágono tendría que pagar unos 400.000 millones de dólares. No es una cifra descabellada si tenemos en cuenta el número de aviones y las avanzadas capacidades que aportan a la lucha.
Sin embargo, para operar esos 2.000 F-35 Lighting II durante al menos seis décadas, como planea el Pentágono, el ejército estadounidense necesitaría unos 1,3 billones de dólares, según las estimaciones de la GAO. Y estas estimaciones reflejan la realidad actual y no el futuro, lo que significa que bien podrían aumentar; hay que tener en cuenta que Lockheed Martin, el fabricante del F-35 Lighting II, ha conseguido rebajar el coste global del caza.
Altos cargos de la Fuerza Aérea de Estados Unidos han sugerido que el F-35 Lighting II podría ser demasiado caro para operar a voluntad en el futuro. El General Charles Q. Brown, Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea, ha declarado en el pasado que quiere moderar el uso del F-35 Lighting II, comparando el caza furtivo con un Ferrari.
“No conduces tu Ferrari al trabajo todos los días, solo lo conduces los domingos. El F-35 Lighting II es nuestro avión de combate de gama alta, y queremos asegurarnos de que no lo utilizamos para el combate de gama baja”, declaró Brown.
El máximo responsable de la Fuerza Aérea añadió que quiere preservar la capacidad del F-35 para cuando realmente se necesite para llevar a cabo misiones que otros aviones más antiguos serían incapaces de realizar o no serían tan eficaces. En este caso, Brown se refería a la amenaza que supone China, cuyas capacidades militares, cada vez más avanzadas, están dificultando que los aviones estadounidenses más antiguos puedan operar libremente en la zona de operaciones del Indo-Pacífico en un posible conflicto con Pekín.
F-35: Un avión popular
Sin duda, el elevado coste de adquisición y explotación del F-35 Lighting II no ha disuadido a las fuerzas aéreas extranjeras de adquirir el avión.
Un país tras otro está entrando en la fila de espera para comprar el F-35 Lighting II, siendo Finlandia, Suiza y Alemania algunos de los últimos, mientras que Grecia y la República Checa también están en las etapas finales antes de un pedido. Solo los países mencionados adquirirían más de 200 cazas F-35 Lighting II.
En estos momentos, además de Estados Unidos, más de una docena de países vuelan con el F-35 Lighting II por todo el mundo, con más de 700 aviones en los cielos actualmente.
F-35 Lighting II: un avión avanzado
El F-35 Lighting II, un avión de combate de quinta generación, está disponible en tres versiones (A, B y C). El F-35A es la versión convencional de despegue y aterrizaje; el F-35B es la iteración de despegue corto y aterrizaje vertical (STOVL) que puede despegar y aterrizar como un helicóptero, lo que lo convierte en una excelente opción para la guerra expedicionaria, y el F-35C es la versión para portaaviones diseñada para soportar las fuerzas extremas de las operaciones en portaaviones.
El F-35, un caza polivalente, puede llevar a cabo seis conjuntos de misiones con eficacia: Ataque Estratégico, Superioridad Aérea, Apoyo Aéreo Cercano, Guerra Electrónica, Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento (ISR), Supresión de las Defensas Aéreas Enemigas (SEAD) y Destrucción de la Defensa Aérea Enemiga (DEAD).
A fin de cuentas, el F-35 es un avión muy avanzado, y esas capacidades no son baratas. Por lo tanto, la cuestión para cualquier operador es equilibrar el riesgo y el coste. ¿El entorno de la amenaza, ya sea China, Rusia o incluso Turquía (en el caso de Grecia), justifica el coste? ¿Podrían encontrarse capacidades similares en otro lugar por un precio menor? Responder honestamente a estas preguntas garantizaría una decisión justa para cualquier operador actual o futuro del F-35 Lighting II.