No hay nada que el F-35C no pueda hacer. Expertos de todo el mundo reconocen que el F-35 Joint Strike Fighter, de fabricación estadounidense, es el mejor caza de quinta generación que surca los cielos.
Tecnología y versatilidad
Esta plataforma de combate es capaz de llevar a cabo misiones aire-aire y aire-tierra, además de actuar como “quarterback” en el campo de batalla. La tecnología de enlace de datos del F-35 le permite recopilar, procesar y distribuir inteligencia crítica a las aeronaves aliadas.
Este tipo de conocimiento de la situación no tiene comparación entre los cazas de quinta generación. Aunque existen tres variantes del F-35 en el ejército estadounidense, la variante “Charlie” intimida especialmente a China y Rusia, ya que mejora por sí sola las capacidades de proyección de poder de la Armada.
El origen del F-35 Lightning II
En plena Guerra Fría, las Fuerzas Aéreas y la Armada estadounidenses buscaban reemplazos para sus envejecidas plataformas. Durante este período, los proyectos secretos de Skunk Works, como el Advanced Short Take-off/Vertical Landing (STOVL) y el Supersonic STOVL Fighter, tenían como objetivo reemplazar la vieja célula del Cuerpo de Marines: el caza Harrier. Para satisfacer las necesidades de los tres servicios, el Departamento de Defensa decidió consolidar todas las propuestas en un único Joint Strike Fighter.
El F-35 fue el resultado del programa de colaboración Joint Strike Fighter, un proyecto de desarrollo y adquisición destinado a reemplazar los anticuados fuselajes de Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Australia, Canadá, Noruega, Dinamarca, Países Bajos y Turquía. Los fabricantes estadounidenses Boeing y Lockheed Martin compitieron para que sus respectivos fuselajes, los prototipos X-32 y X-35, fueran seleccionados por el JSF; sin embargo, Lockheed se hizo finalmente con la victoria.
Lo que realmente diferencia al F-35 de otros cazas de quinta generación es su versatilidad. Actualmente están en servicio tres variantes del Lightning II, cada una de ellas diseñada para operar de maneras específicas.
La variante F-35C II cuenta con algunas capacidades únicas
La variante del F-35 para la Armada, “Charlie”, es la versión para portaaviones del Lightning II. Tal vez la incorporación de diseño más difícil que Lockheed tuvo que implementar en el Charlie fue asegurarse de que la plataforma fuera capaz de realizar operaciones en portaaviones, incluido el despegue con catapulta y aterrizaje detenido (CATOBAR). Los fuselajes que se someten a CATOBAR deben acelerar muy rápidamente en el despegue y desacelerar muy rápidamente durante el aterrizaje, lo que puede causar un estrés significativo a la aeronave.
Además de su robusto tren de aterrizaje, el F-35C también tiene la mayor envergadura de las variantes Lightning II. Los extremos de las alas del Charlie también pueden plegarse como medida de espacio cuando se despliega en un portaaviones, una capacidad importante ya que el espacio a bordo de los portaaviones es limitado.
El F-35C puede volar más tiempo
Quedarse sin combustible mientras se vuela sobre grandes extensiones de agua sería un mal día. Por esta razón, el F-35C puede transportar unas 20.000 libras de combustible interno y tiene un alcance superior a 1.200 millas náuticas. Básicamente, el Charlie puede volar durante más tiempo que sus homólogos antes de tener que repostar.
Estas especificaciones hacen del F-35C una fuerza a tener en cuenta, y la Marina lo sabe. De hecho, el servicio está apostando fuerte por su nuevo caza, adjudicando recientemente a Lockheed un contrato por la friolera de 32,5 millones de dólares para la producción de nueve fuselajes del Lote 17 del F-35C.