El F-35I de la Fuerza Aérea israelí participó en un ataque preventivo, eliminando lanzadores de cohetes de Hezbolá en el Líbano el 25 de agosto.
F-35I Adir de Israel ataca cohetes de Hezbolá listos para ser lanzados
El 25 de agosto de 2024, la Fuerza Aérea israelí ejecutó un ataque preventivo en la madrugada contra posiciones del grupo libanés Hezbolá. Según los informes, el operativo tenía como objetivo eliminar cohetes preparados para ser lanzados contra ciudades israelíes. Aproximadamente 100 aviones de combate participaron en esta acción militar, destruyendo 40 sitios de lanzamiento con capacidad para disparar alrededor de 6.000 cohetes en cuestión de minutos. El ataque evitó que estos cohetes fueran lanzados hacia el norte y centro de Israel, incluidas ciudades como Tel Aviv.
בהמשך לתקיפות בלבנון ביממה האחרונה, מצורף תיעוד מתדלוק מטוסי אדיר מעל שמי לבנון ותיעוד מיירוט כטב״ם על-ידי מסוק קרב: pic.twitter.com/YUul4bCMVs
— Israeli Air Force (@IAFsite) August 25, 2024
Entre los aviones involucrados se encontraba el F-35I Adir, una versión modificada del caza furtivo F-35, especialmente diseñada para la Fuerza Aérea de Israel. El F-35I ha estado en servicio desde finales de 2016 y ha participado en varias operaciones en la región. Aunque no hay confirmación oficial, se especula que este modelo también fue utilizado en un ataque reciente de represalia contra los islamistas hutíes en Yemen, a más de 1.700 kilómetros de distancia de Israel.
La Fuerza Aérea de Israel publicó un video en sus redes sociales donde se observa a un F-35I Adir reabasteciéndose de combustible desde un avión cisterna mientras sobrevolaba el Líbano. El video, filmado con una cámara infrarroja durante la noche, muestra el brazo de combustible conectado al avión receptor y posteriormente la separación de ambas aeronaves, con el F-35 alejándose. Este video ha captado la atención por los detalles técnicos que revela.
Detalles técnicos del F-35I Adir sin reflectores de radar en operación
Un aspecto notable del video es la ausencia de potenciadores RCS o reflectores de radar en el F-35I. Estos dispositivos suelen ser empleados para aumentar intencionalmente la firma de radar de la aeronave, dificultando que los adversarios obtengan información precisa sobre las características furtivas del avión. Los reflectores de radar, también conocidos como lentes Luneburg, son utilizados en aviones furtivos como el F-22 Raptor o el F-35 Lightning II para hacerlos detectables en vuelos donde no es necesario el sigilo, como durante misiones de entrenamiento o vuelos de traslado.
La falta de reflectores en el F-35I sugiere que la operación requería la máxima discreción, posiblemente para evitar la detección por sistemas de radar enemigos. La elección de no utilizar estos dispositivos también indica una estrategia para proteger las capacidades sigilosas del F-35I, especialmente en un entorno tan monitoreado como el Líbano, donde los radares rusos y plataformas de inteligencia electrónica (ELINT) están presentes.
En Siria, la presencia de radares rusos plantea un desafío para los F-35I Adir israelíes. Aunque estas aeronaves están diseñadas para evadir radares de alta frecuencia, las señales de radar de baja frecuencia, como las de los radares ATC, podrían detectar su presencia. Este tipo de radares, aunque menos precisos, pueden guiar a otros aviones hacia la ubicación de los cazas furtivos, aumentando el riesgo de detección.
Radios de baja frecuencia y su impacto en la furtividad de los aviones
Los aviones de combate furtivos como el F-35I están diseñados para ser difíciles de detectar por radares que operan en bandas de alta frecuencia, como las C, X, Ku y S. Sin embargo, cuando se enfrentan a radares que operan en frecuencias más bajas, el riesgo de ser detectados aumenta debido a la resonancia que estas frecuencias pueden causar en ciertas partes del avión. Esto los hace vulnerables a radares UHF, VHF y HF, especialmente aquellos conocidos como radares Over The Horizon (OTH), que pueden detectar aviones furtivos a grandes distancias.
A pesar de su menor precisión, los radares de baja frecuencia son capaces de captar la presencia de aviones furtivos y dirigir a otros aviones equipados con sistemas de búsqueda y seguimiento por infrarrojos (IRST) hacia la ubicación aproximada del objetivo. Este enfoque combinado de radar de baja frecuencia y sensores IRST representa una amenaza significativa para las aeronaves diseñadas con capacidades furtivas, como el F-35I Adir israelí.
Despliegue de F-35 en Estonia y Bulgaria con reflectores de radar activos
Los F-35 desplegados en misiones internacionales suelen incorporar reflectores de radar para exagerar su sección transversal de radar (RCS), evitando así que los enemigos recojan detalles sobre su firma de baja observabilidad (LO). Durante ejercicios de entrenamiento en Europa, como los realizados en Estonia y Bulgaria, los F-35A de la Fuerza Aérea de EE. UU. volaron con estos reflectores.
En 2017, en una demostración de fuerza conjunta con dos bombarderos B-1B Lancer contra Corea del Norte, los F-35B del Cuerpo de Marines de EE. UU. también llevaron estos reflectores. Esto indicaba su intención de no exponer su verdadera firma de radar a sensores de inteligencia adversarios.
Fotos recientes de F-35A desplegados en la Base Aérea Kadena, Japón, en el marco del programa del Paquete de Seguridad del Teatro del Comando del Pacífico de EE. UU., muestran a estos aviones sin los reflectores Luneberg. Este detalle es significativo, ya que revela información sobre la capacidad de los F-35 para operar sin revelar su firma radar real.
F-35I israelíes: despliegue armado y operaciones de reabastecimiento de combustible
El F-35I Adir de Israel ha sido visto en misiones con pilones debajo de sus alas, lo que sugiere que porta armas externas desde el inicio de sus operaciones. Durante la guerra de Gaza, los F-35I basados en Nevatim proporcionaron apoyo aéreo cercano a las fuerzas terrestres israelíes. Estos aviones llevaban bombas GBU-31 JDAM de 2.000 libras montadas externamente.
La Fuerza Aérea israelí informó que los F-35I repostaron sobre el Líbano, lo que subraya su capacidad para operar en el espacio aéreo libanés. Esta afirmación busca demostrar la libertad de operación de Israel en la región y su habilidad para mantener presencia aérea continua.
En 2018, el comandante de la Fuerza Aérea israelí confirmó que los F-35I habían entrado en combate en Oriente Medio. En una conferencia, mostró una imagen de un F-35I volando cerca de Beirut con reflectores de radar, confirmando que no operaba en modo furtivo en esa ocasión.
Operaciones de inteligencia y reabastecimiento estratégico de los F-35I
Las operaciones del F-35I han sido en gran medida confirmadas solo esporádicamente por la Fuerza Aérea israelí, a pesar de los informes mediáticos sobre sus incursiones fuera del espacio aéreo israelí. En el caso de las misiones sobre Líbano, el reabastecimiento de combustible en vuelo sugiere que los aviones fueron repostados después de completar sus ataques, permitiendo la recopilación de inteligencia adicional.
Este reabastecimiento fue realizado por el Escuadrón 120 de la Fuerza Aérea de Israel, conocido como los “Gigantes del Desierto”, utilizando aviones cisterna Boeing 707. Estos aviones, adaptados de aviones comerciales, han estado en servicio por más de 60 años.
Además, la Fuerza Aérea israelí también emplea aviones cisterna KC-130 Hercules y está en proceso de adquirir los más modernos KC-46 Pegasus para mejorar sus capacidades de reabastecimiento.
Intercepciones exitosas de drones y cohetes por parte de Israel
A pesar de las operaciones aéreas extensivas de Israel, Hezbolá logró lanzar más de 210 cohetes y 20 drones contra territorio israelí. La mayoría de estos fueron interceptados por el sistema de defensa aérea Cúpula de Hierro y por aviones israelíes en patrullaje aéreo.
En un incidente destacado, un helicóptero Apache AH-64 de Israel interceptó un dron enemigo con disparos precisos de su cañón de 30 mm.