El Departamento de Defensa de Estados Unidos prohíbe a los pilotos de las Fuerzas Aéreas israelíes con pasaporte extranjero pilotar los cazas F-35I Adir.
Alegando problemas de seguridad de la información y filtraciones de tecnología, las autoridades de inteligencia estadounidenses actúan como medida de precaución contra el posible espionaje. Israel ha acatado esta nueva directriz y ha dejado de asignar pilotos al fuselaje de quinta generación, según el Jerusalem Post. Estados Unidos protege con razón su caza furtivo de alta gama y ha prohibido otras adquisiciones en el pasado.
En 2019, Turquía fue expulsada del programa F-35 por la compra de misiles rusos S-400 por parte de Ankara. Estados Unidos también suspendió las conversaciones con los Emiratos Árabes Unidos (EAU) sobre su posible entrega de F-35 en 2021 debido en parte a la relación cada vez más cálida de Abu Dhabi con la República Popular China.
Israel tiene una relación especial con el caza furtivo F-35
Aunque esta acción indica que EE.UU. está pivotando ligeramente sus políticas de fuselaje para garantizar la seguridad, la relación de Israel con su variante F-35 Adir sigue siendo fuerte. En 2010, el Estado judío se convirtió en el primer país fuera del grupo de codesarrollo de nueve naciones del Lightning en adquirir el caza.
Seis años después, las Fuerzas Aéreas de Israel recibieron su primer fuselaje del F-35, modificado con complementos especializados. Aunque algunos gigantes de la defensa permitieron en el pasado la producción y venta de variantes personalizadas de fuselajes de cuarta generación, el fabricante del F-35, Lockheed Martin, nunca antes había realizado grandes modificaciones específicas para el Estado cliente del caza.
El Estado judío se convirtió en la primera nación en recibir una versión especializada del F-35, equipada con alteraciones que demostrarían servir a sus conjuntos de misiones únicas.
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La IAF ha demostrado su dominio del “Poderoso”
La relación única de Israel con su caza F-35I Adir “Mighty One” se extiende a su historia operativa. En 2018, el ex jefe de la Fuerza Aérea de Israel, el mayor general Amikam Norkin, reveló que sus pilotos se habían convertido en los primeros en utilizar el caza furtivo F-35 en combate.
El jefe de la Fuerza Aérea añadió que Israel había llevado a cabo una letanía de ataques en Siria dirigidos contra activos iraníes, así como contra la guerrilla de Hezbolá en el Líbano. La primavera pasada, Israel también reveló que su flota de F-35 había participado en sus primeros combates aéreos cerca de su frontera en 2021. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) publicaron un vídeo de un dron lanzado por Irán que fue atacado por un F-35I. Era la primera vez que se confirmaba que un F-35 había destruido amenazas aéreas.
Más recientemente, los medios de comunicación israelíes revelaron que la variante Adir del F-35I poseía ahora la capacidad de alcanzar objetivos en territorio iraní sin necesidad de reabastecimiento aéreo. Esta hazaña marca sin duda un punto de inflexión para el caza israelí, ya que el alcance sigue siendo quizá su mayor defecto. El principal adversario de Israel, la República Islámica de Irán, se encuentra a casi 1.000 millas de distancia, lo que dificulta enormemente los ataques y asaltos selectivos dentro de sus fronteras.
Es evidente que la ventaja aérea de Israel sobre sus enemigos se debe en gran medida a su flota de cazas Adir especializados.
La alianza entre Estados Unidos e Israel no se verá comprometida por esta nueva directriz
A principios de este mes, las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos e Israel llevaron a cabo un simulacro conjunto de ataques selectivos. Los F-35 Adir israelíes del Escuadrón 140 se unieron a seis jets F-15 del Mando Central de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos (AFCENT) para mostrar “actividades operativas conjuntas en la región y profundizar en la cooperación entre las Fuerzas Aéreas israelíes y estadounidenses”, según las FDI. La semana pasada tuvo lugar sobre el Mediterráneo el mayor simulacro conjunto israelí-estadounidense de la historia. El comandante del CENTCOM, general Michael Kurilla, declaró que el ejercicio Juniper Oak 23.2 mostró la “interoperabilidad en tierra, aire, mar, espacio y ciberespacio” de ambos países. Aunque más de 140 aviones participaron en el ejercicio conjunto, el F-35I Adir de Israel, especialmente modificado, probablemente se llevó la palma.
La prioridad estadounidense de salvaguardar el principal fuselaje del mundo en medio de las crecientes tensiones mundiales parece lógica. Además, la nueva directriz del Departamento de Defensa de Estados Unidos de impedir que los pilotos israelíes con pasaporte extranjero vuelen el F-35 no refleja un deshielo de las relaciones entre los dos países, como indican los continuos ejercicios conjuntos.