El gobierno filipino ha decidido no permitir el almacenamiento de armamento estadounidense en sus bases militares, en respuesta a las críticas chinas sobre el acuerdo entre Manila y Washington.
Estados Unidos y Filipinas en el ojo del huracán
El ejército estadounidense se había asegurado el acceso a cuatro bases militares adicionales en Filipinas a principios de 2023, según el Acuerdo de Cooperación Reforzada en materia de Defensa (EDCA) de 2014. Sin embargo, China ha acusado a Estados Unidos de aprovechar dicho acceso para interferir en la situación en Taiwán y promover sus objetivos geopolíticos.
El 19 de abril, el secretario de Asuntos Exteriores de Filipinas, Enrique Manalo, anunció que su país no permitiría ninguna operación no permitida por el acuerdo de 2014, y afirmó que el propósito del EDCA es apoyar a Filipinas, no a terceros países.
El gobierno filipino ha reiterado su política de ser “amigos de todos” y ha asegurado que el acuerdo de seguridad reflejará esa postura, negando el uso de las instalaciones del EDCA para repostar, reparar o recargar a las fuerzas estadounidenses.
Filipinas concede más bases a Estados Unidos
Recientemente, Filipinas permitió el acceso de Estados Unidos a otras cuatro bases cerca del estrecho de Taiwán y del disputado mar de China Meridional. Esto eleva a nueve el total de instalaciones militares que Washington puede utilizar en territorio filipino.
Tres de estos emplazamientos están en la isla principal de Luzón, cerca de Taiwán, y uno en la provincia de Palawan, en el mar de China Meridional. El objetivo principal de estas bases es responder a catástrofes naturales o provocadas por el hombre en el Sudeste Asiático.
El embajador chino Huang Xilian expresó su preocupación por la decisión de Filipinas de ampliar el acceso militar estadounidense, lo que ha generado inquietud entre el pueblo chino. En respuesta, el presidente filipino, Ferdinand Marcos, pidió explicaciones a Pekín sobre sus comentarios acerca de que Filipinas estaba “avivando el fuego” de la independencia de Taiwán.
Beneficios estratégicos para Estados Unidos
La situación geográfica de Filipinas ofrece ventajas significativas a las operaciones militares de Estados Unidos, que no pueden igualarse con las bases en Okinawa. Esto permite a las tropas estadounidenses una mayor flexibilidad y compromiso en múltiples teatros de operaciones en el noreste y sureste de Asia.
El acuerdo entre Estados Unidos y Filipinas se suma a otros compromisos adquiridos por Washington con países asiáticos, como el fortalecimiento de la alianza con Japón para combatir la influencia de China y Corea del Norte.
Los expertos consideran que el acuerdo entre Estados Unidos y Filipinas aumentará la seguridad en la región, incluida la de Japón y Corea del Sur, al disuadir la agresión china en el área.
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Taiwán, foco de tensión regional
Actualmente, la situación de Taiwán es la más preocupante en cuanto al riesgo de escalada de la tensión en la región. El comportamiento agresivo de China hacia la isla, que cuenta con un gobierno separado del chino, ha generado un sentimiento de urgencia entre los países vecinos y Estados Unidos para resistir las acciones de Pekín.
Según los expertos, un conflicto armado en torno a Taiwán es posible en un futuro próximo, lo que podría tener consecuencias significativas para la estabilidad regional y global.
Conclusiones
El gobierno filipino ha tomado medidas para limitar el uso de sus bases militares por parte de Estados Unidos, en respuesta a las preocupaciones y críticas de China. A pesar de ello, las tensiones en la región, especialmente en torno a Taiwán, continúan aumentando, y el equilibrio de poder en el Sudeste Asiático sigue siendo objeto de disputa entre las principales potencias mundiales.