En 2019, la Fuerza Aérea estadounidense llevó a cabo una impresionante “caminata de elefantes” con cazas F-22 en Alaska.
Detalle del ejercicio Polar Force en Alaska
Este evento, que tuvo lugar durante el ejercicio Polar Force en la Base Conjunta Elmendorf-Richardson, no fue una simple “caminata de elefantes”, nombre técnico para el rodaje de muchos aviones previo al despegue. De hecho, la secuencia de despegue de los cazas F-22 de quinta generación se asemejó más a una “marcha de los Raptors”.
El objetivo principal de este simulacro de dos semanas es brindar a los aviadores y al personal de tierra la experiencia de demostrar sus habilidades en despliegue y combate.
De los aviones que participaron, 24 eran F-22 Raptors del Ala 3 y del 477.º Grupo de Caza, acompañados por un C-17 Globemaster III y un E-3 Sentry.
F-22: Dominio en el aire por parte de EE. UU.
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El Lockheed Martin F-22 Raptor, introducido en 2005, simbolizó un salto en las capacidades de combate al combinar sigilo, supercrucero, maniobrabilidad y aviónica avanzada.
Originario del Centro de Sistemas Aeronáuticos de la Base Wright-Patterson en Dayton, Ohio, este caza táctico avanzado fue concebido para proyectar rápidamente el dominio del aire y contrarrestar amenazas. Lockheed Martin y Boeing colaboraron en su desarrollo y producción.
Con su diseño multifacético, el F-22 puede realizar funciones como ataques terrestres, guerra electrónica y recopilación de inteligencia de señales. Aunque inicialmente se planificaron 750 unidades, solo se compraron 187 debido a costos elevados y cambios en las misiones militares.
El F-22 y su relevancia en el panorama militar
El F-22 Raptor no solo se destacó por su innovación, sino que también fue pionero como el primer caza de “quinta generación”. Hasta la fecha, la Fuerza Aérea de EE. UU. sigue siendo su único operador.
Este caza desempeña un papel esencial en el poder táctico del ejército estadounidense. A pesar de las amenazas emergentes, el F-22 sigue siendo un activo crucial en la defensa y combate aéreo.
Analistas y expertos coinciden en que, dadas sus capacidades, el F-22 probablemente será parte integral de la flota de la Fuerza Aérea de EE. UU. durante muchos años más.
Historial de demostraciones anteriores
La Base Conjunta Elmendorf-Richardson ha sido escenario de otros despliegues similares en el pasado. Han realizado exhibiciones con hasta 30 aviones A-10 Thunderbolt II, F-15 ubicados en Japón y el F-35 Joint Strike Fighter.
Estas demostraciones son cruciales para la preparación y adaptabilidad de las fuerzas armadas, permitiendo la coordinación entre diferentes tipos de aeronaves y entrenamiento en diferentes escenarios.