La República Helénica ha obtenido, sin costo alguno, una dotación de equipamiento militar procedente de Estados Unidos. Este lote incluye dos aeronaves de transporte C-130H, cuatro corbetas, y sesenta Vehículos de Combate Bradley (BFV).
Este refuerzo a la capacidad militar griega se produce en un contexto donde Grecia ha adquirido cuarenta cazas F-35, una medida que intensifica su presencia estratégica en los dominios aéreos, terrestres y marítimos. Este paso se fortalece con la recepción de un paquete de apoyo adicional, compuesto por equipos militares de avanzada.
El conjunto de apoyo mencionado abarca, además de los ya señalados C-130H y BFV, diez motores EDA destinados a aviones P-3 Orion y diversas embarcaciones de patrulla.
En un movimiento estratégico adicional, Grecia se incorporará al programa Constellation de fragatas, una iniciativa liderada por Italia y destinada a la construcción de veinte buques para la Armada de los Estados Unidos. La participación griega en este programa simboliza su ingreso en un exclusivo segmento de la carrera naval, reservado para un limitado número de naciones.
Acompañando a estos avances en materia de armamento, el gobierno de Atenas recibirá una asignación de 200 millones de dólares a través del programa de Financiación Militar Extranjera (FMF) del Departamento de Estado estadounidense.
La adquisición por parte de Grecia de un total de 40 cazas F-35, autorizada por Washington, constituye un hito relevante. Expertos militares griegos consideran que este incremento en su flota aérea podría servir como contrapeso ante las recurrentes incursiones aéreas turcas, realizadas por cazas F-16, en el espacio aéreo griego.
Grecia prioriza la modernización de su fuerza aérea con F-35
La intención de Grecia de reemplazar su flota de F-4 Phantom II y Mirage 2000 se enfoca ahora en los F-35. La Fuerza Aérea Helénica ya posee experiencia con aeronaves de alto rendimiento, operando actualmente 18 cazas Dassault Rafale de fabricación francesa y 154 F-16 de origen estadounidense.
El proceso de aprobación de esta transacción está en manos del Congreso de los Estados Unidos. Este organismo dispone de un periodo de quince días para deliberar sobre la venta. Transcurrido este plazo sin objeciones, la transacción se considerará aprobada. Es relevante subrayar que, bajo la legislación vigente, el periodo de evaluación se extiende a quince días para los miembros de la OTAN y a treinta días para las naciones no afiliadas.
La supervisión y análisis de este acuerdo armamentístico recae en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado y en la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de EE. UU. Estas entidades poseen la autoridad para examinar y, si lo consideran necesario, impugnar las ventas de armamento a nivel internacional.
Grecia planifica reforzar su fuerza aérea con helicópteros Black Hawk
Atenas no muestra señales de detener su expansión militar y busca capitalizar la disposición favorable de Washington hacia sus necesidades defensivas. Fuentes internas de Grecia revelan planes para potenciar su capacidad de defensa aérea a través de la adquisición de helicópteros de ataque.
Estos informes internos apuntan a un trato potencial para la adquisición de hasta 35 helicópteros Black Hawk, marcando un significativo avance en la capacidad militar griega. Se informa que las conversaciones entre las autoridades estadounidenses y griegas están avanzadas, con el valor estimado de esta adquisición ascendiendo a alrededor de 1.100 millones de euros.
Actualmente, el arsenal aéreo de Grecia no cuenta con helicópteros Black Hawk. Las fuerzas aéreas griegas operan principalmente con helicópteros utilitarios como los Bell 205 y Bell 212, además de los Eurocopter AS332 para misiones de búsqueda y rescate en combate, y ambulancias aéreas AgustaWestland AW109.
El Sikorsky UH-60 Black Hawk, propulsado por dos motores turboeje General Electric T700, cada uno generando hasta 1.890 caballos de fuerza, es un activo formidable en cualquier flota aérea. Alcanza una velocidad de crucero de 149 nudos y una velocidad máxima de 183 nudos, con un techo operativo de 19.000 pies.
Con un alcance operativo de aproximadamente 592 kilómetros, que se puede extender hasta 2.220 kilómetros con tanques de combustible externos, el Black Hawk es ideal para misiones de transporte y rescate a larga distancia.
No obstante, el Black Hawk no se limita a funciones de transporte; está equipado para el combate. Dependiendo de la misión y la variante específica, puede portar una diversa gama de armamentos, incluyendo ametralladoras de 7,62 mm, cañones de cadena de 30 mm y misiles guiados antitanque.