El gobierno de Grecia anunció su intención de solicitar un préstamo de €1.200 millones en el marco del programa SAFE de la Unión Europea con el fin de adelantar diversos proyectos de modernización militar. Esta iniciativa forma parte del programa denominado “Escudo de Aquiles”, que tiene como objetivo ejecutar adquisiciones originalmente previstas para después de 2030, lo que implica una modificación sustancial del calendario de defensa nacional.
El programa “Escudo de Aquiles” prioriza el fortalecimiento de las capacidades de defensa antiaérea ante el incremento de tensiones en la región. Entre las opciones consideradas se encuentra el sistema BARAK MX, desarrollado por Israel y ya desplegado en Chipre. Esta plataforma de mediano alcance ha sido evaluada como una solución interoperable con los sistemas aliados para reforzar el espacio aéreo griego.
El sistema BARAK MX, fabricado por Israel Aerospace Industries, integra capacidades de defensa antiaérea y antimisiles mediante una arquitectura modular. Comprende un centro de mando de batalla, radares AESA multimisión y un lanzador terrestre unificado. El sistema puede interceptar aeronaves tripuladas y no tripuladas, misiles de crucero y bombas guiadas. Opera con tres tipos de interceptores de lanzamiento vertical: MRAD (35 km), LRAD (70 km) y ER (150 km), todos con radar activo y una maniobrabilidad de hasta 50 g.
El radar principal del sistema, el ELM-2084 de ELTA Systems, emplea tecnología AESA basada en nitruro de galio, lo que le permite detectar amenazas aéreas y balísticas simultáneamente. Su diseño móvil facilita su integración en diferentes estructuras de mando. Es compatible con operaciones conjuntas y misiones de defensa de punto o área. Su modularidad permite adaptaciones técnicas y logísticas según los requisitos operativos de cada fuerza armada.
Además del BARAK MX, Grecia tiene previsto adquirir 36 lanzadores múltiples del sistema PULS, también fabricado en Israel, por un coste estimado de €690 millones. Este sistema es capaz de emplear municiones guiadas y no guiadas, lo que le otorga versatilidad en su uso táctico y en ataques de largo alcance. Ambos sistemas cumplen los requisitos establecidos por la UE para recibir financiamiento dentro del programa SAFE.
El plan de adquisición mediante préstamos europeos marca un giro en la política de defensa del gobierno de Kyriakos Mitsotakis. Aunque la propuesta aún debe ser presentada y evaluada formalmente en Bruselas, se ajusta a la tendencia observada entre varios Estados miembros que han comenzado a utilizar el fondo SAFE como instrumento para acelerar la modernización militar en un entorno geopolítico en transformación.
Con esta estrategia, Grecia busca reducir los plazos de obtención de capacidades clave mediante la iniciativa “Escudo de Aquiles”, que contempla una integración anticipada de los sistemas BARAK MX y PULS. El objetivo es dotar a sus fuerzas armadas de medios avanzados dentro de los marcos establecidos por la OTAN y la UE para cubrir deficiencias estructurales en materia de defensa regional.