Corea del Norte está incrementando esfuerzos para desplegar misiles hipersónicos, alegando la capacidad de neutralizar los sistemas de defensa antimisiles surcoreanos y estadounidenses.
A pesar de las proclamaciones de éxito en sus recientes ensayos, las evaluaciones sugieren una posible sobrevaloración de sus logros. Un misil hipersónico plenamente operativo brindaría a Corea del Norte un considerable poder disuasorio frente a Corea del Sur, gracias a su velocidad supersónica, capacidad de vuelo a baja altitud, maniobrabilidad para esquivar defensas y precisión en el impacto de objetivos, comprometiendo seriamente la eficacia de las defensas antimisiles de Corea del Sur y Estados Unidos. Las declaraciones norcoreanas sobre sus pruebas buscan generar tensión y preocupación en la región.
Evolución de la carrera armamentística hipersónica
El pasado 2 de abril, Corea del Norte ejecutó el lanzamiento de un misil de alcance intermedio que, según declaraciones, estaba dotado de una “ojiva hipersónica de planeo” de reciente desarrollo.
Los medios estatales de dicho país informaron que la ojiva completó un vuelo de 1. 000 kilómetros, alcanzando alturas de 101,1 y 72,3 kilómetros en sus picos máximos, para impactar con precisión en el Mar del Este.
Aunque Corea del Sur, Japón y Estados Unidos no divulgan detalles completos sobre sus análisis técnicos de las pruebas de misiles, informaciones del Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur indican que el proyectil norcoreano se encuentra en fases iniciales de desarrollo, sin representar, por el momento, una amenaza significativa.
Esta evaluación ofrece un contrapunto a las afirmaciones de Pyongyang. Según el Estado Mayor Conjunto surcoreano, el ensayo del misil apuntaba a verificar su capacidad de vuelo. Aunque el misil sí voló, no alcanzó las distancias asociadas a misiles de alcance intermedio (3. 000 a 5. 500 km), ni cumplió con la proclamada meta de 1.
000 km por parte de Corea del Norte, limitándose a una trayectoria de entre 600 y 650 km, de acuerdo con los reportes de Corea del Sur y Japón. Este resultado plantea la posibilidad de un fallo parcial, o de una prueba limitada por la cantidad de combustible.
Corea del Norte sostiene que la demora en la activación de la segunda etapa del motor del misil y los cambios en la trayectoria de vuelo fueron intencionales, aunque esta explicación ha sido cuestionada por el Estado Mayor Conjunto surcoreano, refutando la idea de una maniobra deliberada.
Evaluación de las capacidades misilísticas de Corea del Norte
Los informes sobre el desarrollo de un misil por parte de Corea del Norte, presumiblemente difícil de interceptar, han generado debate. Sin embargo, las afirmaciones de Pyongyang sobre la evasión de detección de dicho misil presentan puntos cuestionables. El Estado Mayor Conjunto (JCS) de Corea del Sur afirmó haber detectado y seguido la trayectoria del misil desde su lanzamiento, compartiendo datos con Estados Unidos y Japón.
La posibilidad de que el misil haya descendido a alturas inferiores, donde sería más complicado para los radares detectarlo, sigue siendo especulativa. El recorrido del misil sobre aguas internacionales implica que no se evaluó su capacidad para seguir el contorno del terreno, un factor crucial para la precisión y el ocultamiento ante los sistemas de radar.
La ausencia de maniobras significativas para dificultar su intercepción plantea dudas sobre su verdadera amenaza. Además, los reportes sugieren que el vehículo de planeo alcanzó velocidades inferiores a Mach 3, no cumpliendo con los requisitos para ser considerado hipersónico, definido por una velocidad igual o superior a Mach 5. Esto implica limitaciones en los materiales utilizados, fundamentales para soportar las condiciones extremas de vuelo a baja altitud y alta velocidad.
Preguntas sobre la capacidad de interceptación de los sistemas defensivos
El sistema de defensa antimisiles Patriot, aunque no ha sido probado específicamente contra vehículos de planeo hipersónicos, ha demostrado capacidad para interceptar misiles hipersónicos, como el Kinzhal ruso, en el contexto de Ucrania. A pesar de las discrepancias en los informes sobre el éxito de estas interceptaciones, los sistemas Patriot han mostrado efectividad contra tales amenazas.
Ante la evaluación de estos factores, la probabilidad de que el vehículo de planeo hipersónico norcoreano constituya una amenaza inmediata es baja. Corea del Norte tendría que superar múltiples desafíos técnicos para que su misil sea percibido como una amenaza creíble por Corea del Sur, incluyendo alcanzar velocidades hipersónicas en la atmósfera, evitar el sobrecalentamiento, mantener un vuelo rasante sobre terrenos accidentados y lograr una precisión objetiva.
Los sistemas de defensa existentes, como los Patriot, podrían ser suficientes para interceptar estos misiles en el futuro previsible. Así, el despliegue de un sistema de defensa avanzado por parte de Estados Unidos podría neutralizar cualquier avance norcoreano en esta área.
Aunque el último ensayo de misil de Corea del Norte no ha confirmado su capacidad hipersónica como una amenaza emergente, sí ha evidenciado la persistente intención de Kim Jong-un de ampliar su arsenal con nuevas herramientas de coacción.