La Armada planea armar a sus F-35 y F/A-18 con un misil hipersónico de última generación lanzado desde el aire llamado Hypersonic Air-Launched Offensive (Ataque Hipersónico Lanzado desde el Aire) para destruir buques enemigos en el mar desde el aire.
Se trata de una capacidad crítica diseñada para dar a las fuerzas de ataque marítimo una ventaja sin precedentes para rastrear y destruir rápidamente objetivos enemigos a distancias de varios cientos de millas.
Próxima fase de HALO
Dos gigantes de la industria, Lockheed y Raytheon, están construyendo prototipos de misiles con la esperanza de ser seleccionados para la siguiente fase en 2024. No hay muchos detalles disponibles en lo que respecta a las tecnologías específicas que permiten esta plataforma, y poca información sobre las pruebas o el progreso del HALO hasta el momento, sin embargo, la perspectiva de un arma de este tipo introduce ventajas tácticas potencialmente sin precedentes.
Sin embargo, gran parte del éxito del arma dependerá probablemente de la eficacia y sofisticación de sus sistemas de guiado.
Tecnología secreta
Estas tecnologías suelen mantenerse en perfiles de alto secreto con escasa información divulgada. Si el HALO fuera capaz de rastrear y destruir objetivos en movimiento a distancias más allá del horizonte de radar utilizando tecnología de guiado avanzada, los buques enemigos podrían estar en peligro desde el aire mientras los buques tripulados operan a distancias más seguras.
El Ejército está avanzando con su Arma Hipersónica de Largo Alcance, un avance hipersónico terrestre que se espera llegue este año. El Ejército del Aire acaba de interrumpir su arma hipersónica de respuesta rápida lanzada desde el aire tras una prueba fallida, pero la investigación continuará con vistas a una posible reanudación.
Aunque potencialmente similar a la ARRW en algunos aspectos, la HALO de la Armada dotará a los cazas lanzados desde buques de nuevas posibilidades de ataque dada la velocidad a la que viajan las armas hipersónicas. Un F-35C armado con HALO podría utilizar su sigilo para penetrar las defensas aéreas enemigas y luego disparar el misil de crucero hipersónico para destruir objetivos terrestres, aéreos y marítimos.
La Armada también dispone de otras armas
La Armada ya utiliza el misil antibuque de largo alcance, semiautónomo y lanzado desde el aire, que es capaz de adaptarse a objetivos móviles en vuelo con cierto grado de autonomía. Una autonomía equivalente o mayor para el HALO significaría que el misil funcionaría con una navegación autónoma de alta velocidad y asistida por ordenador, por lo que podría dirigirse a una esfera de objetivos totalmente nueva. Si el HALO se habilitara para el vuelo autónomo, podría ser disparado en el aire y luego ajustarse a objetivos nuevos o en maniobra durante el trayecto.
Lanzarlo desde el océano para rastrear y destruir instalaciones, equipos y plataformas de fuerzas enemigas desde distancias fijas supone una ventaja estratégica para las fuerzas estadounidenses.
La Armada se verá reforzada
Al mismo tiempo, se producirá un impacto aún mayor sobre las fuerzas, suministros y buques de guerra enemigos, en caso de que exista cierto grado de autonomía con el HALO. Se trata de una tecnología crítica, ya que abre nuevos caminos al introducir un misil de crucero hipersónico, un arma que podría eliminar barcos enemigos lejos de la costa en una guerra en “aguas azules”.
Un enfrentamiento marítimo importante entre potencias rivales en mar abierto, a cientos o incluso miles de millas de la costa, puede producirse fuera del alcance de la mayoría de los misiles disparados desde tierra, un escenario en el que el HALO podría resultar impactante.