El helicóptero Commando Wildcat de la Royal Navy ha sido protagonista en su más reciente misión en el Báltico, demostrando su versatilidad y eficacia en el campo de batalla.
Operación Rondache: Commando Wildcat en la primera línea
En la Operación Rondache, el 847 Escuadrón Aeronaval destacó en su papel de apoyo a la Armada. La misión permitió evidenciar el amplio rango de funciones que el Wildcat puede realizar, desde transporte de tropas y materiales, hasta tareas de reconocimiento y apoyo a ataques aéreos de precisión.
Esta operación, clave en los ejercicios anuales de la OTAN, sirvió para resaltar la seguridad de la región del Báltico. El Wildcat trabajó en conjunto con el 45 Commando de los Royal Marines, demostrando su utilidad en diferentes escenarios bélicos.
Una batalla simulada de 48 horas se realizó, con la participación de más de 30 buques, aviones, miles de soldados y el Commando Wildcat. Este último tuvo la misión de garantizar el desembarco seguro de las fuerzas anfibias y proporcionar apoyo aéreo de combate y suministros a las tropas en tierra.
La versatilidad del Commando Wildcat: clave para los comandantes
El capitán piloto Dave Lewis destacó la importancia de que los mandos a todos los niveles comprendan el valor que aporta el Wildcat en operaciones de combate. El helicóptero ofrece una gran flexibilidad y permite tener un alto nivel de conocimiento de la situación en el campo de batalla.
La Royal Navy está convencida de la necesidad de potenciar el uso de este helicóptero, al considerarlo un activo crucial de la Fuerza de Helicópteros de Comandos.
La misión en el Báltico permitió conocer más a fondo las capacidades del Wildcat, que ha estado en servicio en el escuadrón durante casi una década.
Colaboración con el Korps Mariniers de Holanda
De regreso a casa, el escuadrón tuvo la oportunidad de trabajar en estrecha colaboración con los Korps Mariniers holandeses. Esta cooperación tuvo lugar en Den Helder y sus alrededores, en preparación para el jubileo de oro de la fuerza anfibia anglo-holandesa.
Los pilotos del Wildcat aprovecharon el viaje desde Polonia hasta Ámsterdam para continuar su entrenamiento, destacando su capacidad para lanzar infantes de marina con precisión milimétrica.
Tras varios días de ejercicios y demostraciones, el destacamento se encuentra ahora de vuelta en Somerset, donde analizará las lecciones aprendidas durante su entrenamiento en el Báltico.
Lecciones aprendidas y próximos pasos
El análisis post-misión proporcionará valiosas lecciones para futuras operaciones. Las experiencias en el Báltico han ayudado a entender mejor los desafíos logísticos, como la gestión de dos helicópteros en una cubierta de vuelo diseñada para uno solo, y la importancia de una mayor integración con el resto de los Royal Marines y los aliados de la OTAN.
La Royal Navy ha resaltado las capacidades multifacéticas del helicóptero Commando Wildcat a través de su despliegue en el mar Báltico, en la Operación Rondache. Este aparato aéreo se ha usado para diversas funciones, que van desde el transporte de tropas y material hasta la exploración de fuerzas hostiles, ataques aéreos precisos y entrega sigilosa de grupos de incursión. Su versatilidad y eficacia han sido demostradas en operaciones de campo real, proporcionando apoyo esencial a los Royal Marines.
El Commando Wildcat juega un papel crítico en las misiones anfibias, asegurando que las fuerzas anfibias lleguen a tierra de manera segura y se asienten firmemente hasta que lleguen refuerzos, vehículos y material. Proporciona apoyo aéreo de combate, escolta a las naves de incursión o a las tropas, y entrega suministros a las tropas sobre el terreno. Su uso es clave en la ejecución exitosa de las operaciones anfibias.
La Operación Rondache brindó la oportunidad de resaltar la utilidad y capacidad multi-rol del Wildcat. Se aprendió que es esencial concienciar a los mandos de todos los niveles sobre las capacidades de este helicóptero para maximizar su uso. Además, se destacó la necesidad de una mayor integración en el campo de batalla con los Royal Marines y los aliados de la OTAN.
En el jubileo anglo-holandés, los pilotos del Wildcat tuvieron la oportunidad de trabajar junto a los Korps Mariniers holandeses. Durante los tres días de demostraciones, los Wildcats demostraron su capacidad para lanzar infantes de marina con precisión milimétrica a las lanchas de desembarco o al agua para que naden hasta la orilla, conocido como “helicasting”.
Tras su despliegue en el Báltico, el Commando Wildcat continuará desempeñando un papel crucial en la Fuerza de Helicópteros de Comandos, proporcionando apoyo a los Royal Marines en todo el mundo. Las lecciones aprendidas de su despliegue en el Báltico, incluyendo la gestión de dos helicópteros desde una cubierta de vuelo y una mayor integración con los Royal Marines y los aliados de la OTAN, informarán su uso en operaciones futuras.