Un helicóptero NPAS casi choca con un F-15E de EE. UU. al confundirlo con un dron en noviembre de 2024.
Incidente aéreo en Lakenheath revela confusión con F-15E
El 22 de noviembre de 2024, un helicóptero EC135 del Servicio Aéreo de la Policía Nacional (NPAS) del Reino Unido, desplegado para investigar reportes de actividad de drones cerca de la base militar RAF Lakenheath, estuvo involucrado en un incidente que casi provoca una colisión aérea. La tripulación del helicóptero identificó erróneamente las luces rojas intermitentes de un F-15E Strike Eagle de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) como las de un vehículo aéreo no tripulado, según un informe de la Junta Airprox del Reino Unido publicado por la BBC y redactado por el periodista Matt Precey. El evento, que ocurrió durante la noche, puso en evidencia fallos en la comunicación y percepción que pudieron haber contribuido a la confusión.
La tripulación del EC135 respondió a una solicitud policial para investigar múltiples avistamientos de drones reportados en las cercanías de Lakenheath y áreas aledañas. Al ingresar al espacio aéreo controlado de la Zona de Tráfico Aeroportuario (ATZ) de Lakenheath a 1.500 pies de altitud, los pilotos contactaron al radar de la base en la frecuencia 128.900 MHz. Los controladores autorizaron la entrada del helicóptero, pero no informaron sobre la presencia de otras aeronaves en la zona, incluido el F-15E que estaba bajo el control del Control de Aproximación por Radar (RAPCON) de Lakenheath, conocido como “Overlord”, en una frecuencia UHF distinta.
Durante la operación, la tripulación del helicóptero observó luces rojas intermitentes que interpretaron como drones que maniobraban a una altitud superior a los 1.500 pies. Según el informe de Airprox, uno de los supuestos drones pareció converger con el EC135, pasó por encima y delante de este, y lo superó en velocidad. En un momento, la separación vertical entre ambas aeronaves se redujo a 1.900 pies (579 metros), lo que llevó al piloto del helicóptero a clasificar el riesgo de colisión como “medio”. La tripulación, que no detectó al F-15E en su sistema de prevención de colisiones (TCAS), realizó maniobras evasivas, entre ellas un giro descendente a la izquierda y un descenso rápido a menos de 2.000 pies.
El piloto del F-15E, que operaba dentro de un bloque de altitud acordado desde la superficie hasta FL150 (15.000 pies) a 20 millas náuticas de Lakenheath, mantenía sus luces anticolisión, de navegación y de formación encendidas, además de tener activo su transpondedor en modos A y C, conforme a los procedimientos estándar. Hacia el final de su misión, el piloto del caza recibió información sobre la presencia del helicóptero policial a través de la frecuencia de operaciones y usó su radar a bordo para localizar al EC135 a 12 millas náuticas y 5.000 pies de altitud. Posteriormente, el piloto del F-15E estableció contacto visual con el helicóptero y mantuvo una separación de al menos 1.000 pies de altitud mientras lo seguía.
Datos clave del incidente en RAF Lakenheath
- Fecha del incidente: 22 de noviembre de 2024, a las 22:00 horas.
- Aeronaves involucradas: Helicóptero EC135 de NPAS y caza F-15E Strike Eagle de la USAF.
- Separación mínima: 1.900 pies (579 metros) verticalmente, sin riesgo real de colisión.
- Fallo de comunicación: Controladores de Lakenheath no informaron al EC135 sobre la presencia del F-15E.
- Clasificación de riesgo: Categoría E, indicando que la seguridad no se vio comprometida.
Factores que contribuyeron al error de identificación
La investigación de la Junta Airprox determinó que el supuesto dron era, en realidad, un F-15E que operaba normalmente desde RAF Lakenheath. La confusión se debió a varios factores. Primero, la tripulación del EC135 no recibió información sobre la presencia del caza por parte de los controladores de Lakenheath, aunque no era un requisito obligatorio bajo el Servicio Básico de control de tráfico aéreo. Segundo, el sistema TCAS del helicóptero no detectó al F-15E, posiblemente debido a las limitaciones del sistema ante altas tasas de cierre y altitudes relativas. Finalmente, las luces rojas intermitentes del caza, combinadas con su alta velocidad y la ausencia de visión nocturna en el helicóptero, reforzaron la percepción errónea de que se trataba de un dron.
La superintendente jefe Vicki White, citada por la BBC, defendió la actuación de la tripulación del NPAS, al declarar que “en ausencia de información contradictoria, la tripulación actuó bajo la creencia de que observaba operaciones de drones”. La oficial destacó que los pilotos demostraron profesionalismo y buen juicio al identificar un peligro potencial y ejecutar maniobras evasivas. Por su parte, la USAF confirmó que el piloto del F-15E cumplió con todas las normas de tráfico aéreo del Reino Unido y mantuvo contacto visual con el helicóptero, con el fin de asegurar una operación segura.
El incidente ocurrió en un contexto de alta sensibilidad debido a múltiples reportes de avistamientos de drones en tres aeródromos militares de la región, entre ellos Lakenheath, que aún están bajo investigación por la Policía del Ministerio de Defensa. Estos reportes aumentaron la percepción de amenaza, lo que pudo haber influido en la interpretación inicial de la tripulación del EC135. La falta de equipos de visión nocturna a bordo del helicóptero y las limitaciones de las cámaras embarcadas también dificultaron que se identificara con precisión al F-15E durante la noche.
Los datos de radar analizados posteriormente confirmaron una separación vertical significativa entre las aeronaves, y la Junta Airprox asignó al incidente la categoría de riesgo E, lo que indicó que no existió peligro real de colisión. Sin embargo, el evento puso de relieve la necesidad de mejorar la coordinación entre el control de tráfico aéreo militar y las operaciones policiales, así como la importancia de proporcionar información recíproca sobre el tráfico aéreo para evitar malentendidos.
Contexto de avistamientos de drones en aeródromos militares
El encuentro cercano se produjo en un momento en que los reportes de drones no autorizados cerca de instalaciones militares en el Reino Unido generaban preocupación. Las autoridades británicas, incluida la Policía del Ministerio de Defensa, continúan investigando los avistamientos en RAF Lakenheath y otras bases, sin que se haya confirmado la naturaleza de estos incidentes. La confusión entre aeronaves militares y supuestos drones no es un fenómeno nuevo, incluso para tripulaciones experimentadas.
La Junta Airprox señaló que el piloto del EC135 actuó de buena fe, basándose en la información disponible y en el contexto de los reportes de drones. La revisión de los datos de vuelo y los registros de tráfico militar permitió esclarecer que el F-15E se encontraba a una distancia y altitud mayores de lo que se percibió inicialmente, lo que redujo cualquier riesgo potencial. No obstante, el incidente sirvió como recordatorio de los desafíos que enfrentan las operaciones aéreas en entornos donde intervienen múltiples actores y tecnologías en evolución constante.
Las autoridades de RAF Lakenheath y el NPAS han expresado su compromiso de revisar los procedimientos de comunicación y coordinación para prevenir incidentes similares en el futuro. La USAF, por su parte, reiteró que sus pilotos actúan conforme a estrictas normas de seguridad y que los controladores de Lakenheath ofrecieron los servicios acordados a ambas aeronaves durante el incidente. La investigación de la Junta Airprox concluyó el caso sin señalar responsabilidades individuales, con un enfoque en las lecciones aprendidas que permitan mejorar la seguridad aérea.