Desde su introducción en servicio con la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, el F-22 Raptor ha experimentado un total de 16 accidentes.
Número total de accidentes registrados del F-22 Raptor
No todos estos accidentes resultaron en la destrucción total de la aeronave; aproximadamente cinco Raptors han sido considerados pérdidas totales. La Aviation Safety Network registra 17 accidentes del F-22, aunque uno de estos ocurrió durante el desarrollo en 1992 y fue operado por Lockheed Martin, dejando 16 accidentes conocidos durante el servicio de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.
Entre los incidentes significativos, se incluye el accidente de un F-22 experimental YF-22 el 25 de abril de 1992, operado por Lockheed. Otros accidentes notables incluyen un F-22A que se estrelló el 28 de septiembre de 2004, uno el 25 de marzo de 2009 con una fatalidad, y otro el 16 de noviembre de 2010, también con una fatalidad. La mayoría de los accidentes no resultaron en fatalidades y muchos pilotos lograron eyectarse de manera segura.
Un incidente particularmente grave ocurrió el 15 de mayo de 2020, cuando un F-35A del 43rd FS, 325th FW, fue dado de baja total tras un accidente. Aunque no todos los incidentes resultaron en la pérdida completa de la aeronave, los accidentes del F-22 subrayan los riesgos asociados con la operación de aviones de combate avanzados.
Costos y consecuencias de los accidentes del F-22
El F-22 Raptor es el caza de superioridad aérea más avanzado del mundo, operado exclusivamente por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Sin embargo, debido a su alto costo y al número relativamente bajo de unidades producidas, cada accidente es un golpe significativo. Al estar fuera de producción, cada pérdida es irreemplazable, lo que exacerba el impacto de cada incidente.
El costo por unidad del F-22 es considerablemente alto, lo que, junto con su sofisticada tecnología y limitada producción, hace que cada accidente tenga un peso financiero y operativo considerable. Con alrededor del 2.5% de los F-22 irremediablemente perdidos debido a accidentes, esta tasa de pérdida no es alarmante en comparación con otras aeronaves militares, como los MiG-21 de India, que han sufrido una tasa de pérdida del 50%.
Es importante destacar que ningún F-22 ha sido perdido en combate. Su diseño enfocado en la superioridad aérea limita su uso en combates directos. La única acción aire-aire registrada del F-22 fue la eliminación de un globo espía en 2023. Aunque el F-22 tiene capacidades aire-tierra, su uso en misiones de combate directo ha sido limitado.
Detalles de los accidentes más relevantes del F-22 Raptor
Entre los accidentes más destacados, el del 16 de noviembre de 2010 resultó en la muerte del piloto, el capitán Jeffrey Haney, debido a un fallo mecánico en Alaska. Otro accidente significativo ocurrió el 25 de marzo de 2009, cuando el piloto de pruebas de Lockheed Martin, David P. Cooley, falleció durante una misión de prueba debido a un traumatismo contundente durante la eyección.
El incidente del 12 de abril de 2018 en Fallon, Nevada, dejó un F-22 de la 3rd Wing en condiciones críticas. La aeronave tuvo que ser desmantelada y transportada, y su reparación tomó casi cinco años antes de que pudiera volver a volar.
Los accidentes del F-22 han sido atribuidos a una combinación de fallos mecánicos y errores del piloto. Algunos incidentes, como el ocurrido el 31 de mayo de 2012 en la Base Aérea de Tyndall, Florida, resultaron en daños que pudieron ser reparados. Otros, como el accidente del 15 de noviembre de 2012, también en Tyndall, resultaron en la pérdida total de la aeronave.
Impacto en la flota operativa del F-22 Raptor
La Fuerza Aérea de los Estados Unidos adquirió un total de 195 F-22, de los cuales 187 fueron aviones de producción en serie. Con alrededor de 5 aeronaves perdidas en accidentes, la flota operativa actual es de aproximadamente 183 F-22, incluyendo las aeronaves dañadas en incidentes recientes.
Dentro de esta flota, al menos 32 F-22 no son aptos para combate y son utilizados exclusivamente para entrenamiento. La Fuerza Aérea ha solicitado repetidamente al Congreso el permiso para retirar estos aviones, conocidos como Block 20, aunque el Congreso ha bloqueado estas solicitudes bajo la premisa de que aún podrían ser útiles en conflictos futuros.
Con alrededor de un tercio de los F-22 dedicados a entrenamiento, la fuerza de combate efectiva se reduce a aproximadamente 120 aeronaves. Aunque esta cifra sería considerable para la mayoría de las fuerzas aéreas del mundo, es relativamente baja para las necesidades operativas de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, que depende de estos aviones junto con los F-35 para mantener su capacidad de superioridad aérea.
Comparación de pérdidas y conclusiones finales
En comparación con otras aeronaves militares, la tasa de pérdida del F-22 es baja. Por ejemplo, India ha perdido alrededor del 50% de sus MiG-21 a lo largo de los años. Por otro lado, la flota de bombarderos B-2 Spirit ha visto una pérdida del 9%, con 2 de las 21 unidades perdidas en accidentes.
A pesar de los accidentes, el F-22 sigue siendo una pieza crucial en la estrategia de defensa aérea de los Estados Unidos. Su diseño avanzado y capacidades únicas lo hacen indispensable hasta la entrada en servicio del nuevo caza de sexta generación NGAD alrededor del año 2030.
El historial de accidentes del F-22 destaca tanto los desafíos inherentes a la operación de aviones de combate avanzados como la resiliencia de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en mantener y operar una flota de estas características a pesar de los incidentes inevitables.