El sistema S-400 de India neutralizó amenazas aéreas de Pakistán en operación nocturna, protegiendo el espacio aéreo tras ataques a bases militantes.
Debut del S-400 en defensa aérea india
La Fuerza Aérea India activó el sistema de defensa aérea S-400 Sudarshan Chakra durante la noche del 7 al 8 de mayo de 2025 para contrarrestar un ataque coordinado de drones y misiles lanzados por Pakistán, dirigido a bases militares en 15 ciudades indias. Según expertos en defensa citados por la agencia ANI, el sistema interceptó con éxito las amenazas aéreas, neutralizando blancos en movimiento hacia territorio indio. La operación marcó el debut en combate del S-400, adquirido de Rusia para fortalecer la defensa antiaérea del país frente a posibles agresiones de Pakistán y China. No se reportaron daños en las ciudades objetivo, y el gobierno indio aún no ha emitido una confirmación oficial.
El ataque de Pakistán ocurrió en represalia por los bombardeos aéreos indios denominados Operación Sindoor, ejecutados horas antes contra campamentos militantes en Pakistán y Cachemira administrada por Pakistán, incluido un bastión de Jaish-e-Mohammad en Bahawalpur. Los strikes indios, realizados con cazas Rafale y drones, respondieron a un atentado en Pahalgam, Cachemira, que dejó decenas de muertos. Pakistán afirmó haber derribado cinco cazas indios, aunque India no ha confirmado estas pérdidas. La escalada de tensiones llevó al cierre de varios aeropuertos en India, con más de 400 vuelos cancelados, según reportes de BBC.
El S-400 Triumf, considerado uno de los sistemas de defensa aérea más avanzados del mundo, demostró su capacidad para rastrear y neutralizar múltiples objetivos simultáneamente. Cada escuadrón cuenta con 16 vehículos, incluyendo lanzadores, radares y centros de control, capaces de detectar amenazas a 600 km y alcanzar blancos a 400 km con cuatro tipos de misiles. Su despliegue en India se aceleró tras las vulnerabilidades expuestas en la guerra aéreo de 2019 con Pakistán, donde la falta de defensas robustas permitió incursiones enemigas. Desde entonces, India ha recibido tres de los cinco escuadrones contratados en 2018 por 5.400 millones de dólares, con los dos restantes previstos para 2026.
El sistema, apodado Sudarshan Chakra por la Fuerza Aérea India, se integró estratégicamente en regiones clave, como el corredor de Siliguri y la Línea de Control Actual con China. En ejercicios simulados previos, el S-400 eliminó el 80% de cazas enemigos, representados por Rafale, Su-30 y MiG indios, demostrando su letalidad. La activación del sistema en combate real refuerza la postura defensiva de India, especialmente frente a las capacidades aéreas de Pakistán, que incluyen el sistema chino HQ-9, menos avanzado que el S-400.

Claves del S-400 en la defensa india
- Rango operativo: Detecta amenazas a 600 km y neutraliza objetivos a 400 km.
- Capacidad multitarea: Rastrea hasta 80 objetivos simultáneamente, ideal contra drones y misiles.
- Tipos de misiles: Usa cuatro variantes, adaptadas a diferentes alcances y blancos.
- Despliegue estratégico: Ubicado en zonas fronterizas con Pakistán y China.
- Contrato con Rusia: Acuerdo de 2018 por cinco escuadrones, con entregas hasta 2026.
Fortalecimiento militar tras tensiones regionales
La adquisición del S-400 forma parte de un esfuerzo más amplio de India para modernizar sus fuerzas armadas. Además del S-400, el país opera sistemas como el Akash (30-70 km), Barak-8 (70-100 km) y SPYDER (15-35 km), creando una defensa aérea en capas. La Fuerza Aérea India cuenta con 1.750 aviones, incluyendo 900 cazas, y recientemente firmó un contrato de 7.400 millones de dólares por 26 cazas Rafale adicionales, elevando su flota a 62. También ha incorporado drones Heron Mark 2 de Israel y espera recibir Predator de Estados Unidos, fortaleciendo su vigilancia y capacidad de ataque.
El contexto regional explica la urgencia de estas mejoras. Las tensiones con Pakistán se intensificaron tras los enfrentamientos de 2019 en Balakot, donde India perdió un MiG-21 en combate aéreo. Desde entonces, Pakistán ha adquirido el sistema HQ-9 de China, con un rango de 125 km, pero menos efectivo que el S-400 en alcance y precisión. China, aliado clave de Pakistán, representa otra amenaza, con su arsenal de cazas y misiles PL-15. La presencia del S-400 en la frontera con China, cerca de la Línea de Control Actual, disuade posibles incursiones aéreas.
La operación del 7 de mayo también destacó la interoperabilidad del S-400 con otros activos indios. Los cazas Rafale, equipados con misiles aire-aire y bombas guiadas por láser, ejecutaron los bombardeos iniciales, mientras los radares del S-400 proporcionaron cobertura en tiempo real. Aunque Pakistán afirmó haber actuado en “autodefensa” y derribado cazas indios, la ausencia de confirmación india sugiere que el S-400 pudo haber frustrado contraataques más amplios. La escalada dejó 31 muertos y 57 heridos en Pakistán y Cachemira administrada por Pakistán, mientras que el fuego paquistaní en la Línea de Control mató a 12 civiles indios y dejó 57 heridos.
El debut del S-400 no solo validó su eficacia, sino que envió un mensaje a adversarios regionales. India ha priorizado la disuasión frente a las crecientes capacidades de Pakistán y China, que incluyen misiles balísticos y drones avanzados. El sistema ruso, combinado con la experiencia de combate de los Rafale y la vigilancia de drones, posiciona a India como una potencia defensiva dominante en el sur de Asia.
Implicaciones estratégicas en el sur de Asia

La activación del S-400 ocurre en un momento de alta tensión, con el gobierno indio convocando una reunión multipartidista en Delhi para discutir la Operación Sindoor. En el ámbito internacional, el Parlamento del Reino Unido debatió la crisis, instando a la desescalada, mientras Estados Unidos pidió moderación a ambas partes. La relación de India con Rusia, consolidada por la compra del S-400 pese a las amenazas de sanciones estadounidenses, subraya su autonomía estratégica. A diferencia de Turquía, expulsada del programa F-35 por adquirir el S-400, India obtuvo una exención de Estados Unidos, reflejo de su peso geopolítico.
El sistema S-400 también tiene implicaciones para el equilibrio de poder en la región. China, que opera una versión menos avanzada del S-400, ha observado de cerca su desempeño en India. Informes sugieren que Rusia limitó las capacidades de los sistemas vendidos a China, mientras que los entregados a India incluyen funciones avanzadas, lo que refuerza la ventaja india en defensa aérea. La capacidad del S-400 para neutralizar cazas, misiles balísticos y drones lo convierte en un activo crítico frente a las crecientes tensiones con China en la frontera del Himalaya.
En el ámbito doméstico, el éxito del S-400 fortalece la narrativa del gobierno de Narendra Modi sobre la modernización militar. La inversión en sistemas como el S-400, junto con la producción de misiles BrahMos y helicópteros de combate Prachand, refleja el objetivo de India de lograr autosuficiencia en defensa. La reciente adquisición de una participación mayoritaria en Air Works India por parte de Adani Defence Systems por 400 crores de rupias también busca mejorar las capacidades de mantenimiento de aeronaves, apoyando la operatividad de sistemas como el S-400.
El debut en combate del S-400 marca un hito en la evolución militar de India. Su capacidad para proteger el espacio aéreo en un escenario de alta intensidad valida la inversión en tecnología rusa y refuerza la posición de India como una potencia regional capaz de responder a amenazas múltiples, desde drones hasta misiles balísticos, en un entorno geopolítico volátil.