La Fuerza Aérea de Indonesia (IDAF) ha reanudado el pago a Corea del Sur de su parte de los costes asociados al proyecto conjunto de desarrollo del avión furtivo KF-21. Sin embargo, las preocupaciones presupuestarias parecen obstaculizar las ambiciones de Yakarta de adquirir otro avión de combate.
Según un informe de Bloomberg, la propuesta de venta de 36 aviones de combate F-15 y su equipamiento a Indonesia por parte del gigante de la defensa estadounidense Boeing se ha visto obstaculizada por problemas de financiación.
En febrero, el Departamento de Estado aprobó la posible venta de los aviones, cuyo valor de mercado se estima en 9.500 millones de dólares. El acuerdo también incluye equipos asociados por valor de unos 4.400 millones de dólares.
El último informe afirma que los ejecutivos de Boeing viajaron a Yakarta esta semana para hablar con funcionarios indonesios sobre el acuerdo al margen de una exposición anual de defensa. El fabricante de aviones estadounidense está especialmente preocupado por la capacidad de Yakarta para pagar los aviones de guerra.
Por otro lado, Yakarta insiste en realizar los pagos a plazos. Las reuniones concluyeron sin una solución, según declararon los responsables de la empresa a Bloomberg bajo condición de anonimato.
En vista de ello, la fecha para la firma del contrato, que estaba fijada para finales de este año, se retrasará probablemente. Un representante de Boeing dijo que la empresa sigue manteniendo reuniones significativas y fructíferas con los altos cargos de las Fuerzas Aéreas de Indonesia y del Ministerio de Defensa.
A finales del mes pasado, Prabowo Subianto, ministro de Defensa de Indonesia, se refirió a las dificultades presupuestarias y declaró que las negociaciones con Boeing siguen en marcha.
En ese momento, Subianto declaró que solicitaron explícitamente la compra de los aviones de guerra mediante pagos a plazos, ya que no podían hacerlo de una sola vez. “El gobierno siempre da prioridad al desarrollo económico y demás”, añadió.
Sin embargo, la presión presupuestaria inducida por la pandemia, unida a una inflación galopante, sigue siendo un obstáculo importante para la adquisición de nuevo armamento. El papel del país en el desarrollo de un caza furtivo con Corea del Sur también había sido cuestionado anteriormente debido a los retrasos en los pagos.
El país ha reanudado finalmente el pago a Corea del Sur por el desarrollo del avión de combate polivalente KF-21 Boramae. Yakarta ha pagado 9.400 millones de wones (6,6 millones de dólares) por el desarrollo del KF-21.
La nación del sudeste asiático debe aportar el 20% de los 8,8 billones de wones (6,2 mil millones de dólares) que cuesta el caza, según las disposiciones del acuerdo. El país debía realizar pagos hasta 2028, pero dejó de hacerlo en 2019.
El reembolso del KF-21, que supone el primer pago de Indonesia a Corea del Sur en tres años, se produce tras múltiples rondas de negociaciones que llegaron a su fin en noviembre de 2021.
¿Por qué es vital el acuerdo para EE.UU.?
La intención de Indonesia de adquirir aviones estadounidenses es coherente con las ambiciones de Yakarta de reemplazar una flota de cazas envejecida formada por los F-16 estadounidenses y los Sukhois rusos.
Desde el punto de vista geopolítico, la venta de F-15 es crucial para los intereses nacionales de Estados Unidos, ya que reforzaría a uno de sus principales aliados regionales. El acuerdo también es fundamental para que Estados Unidos evite que los países asiáticos adquieran armas rusas.
En 2018, Indonesia firmó un acuerdo por valor de 1.400 millones de dólares con Moscú para adquirir 11 cazas rusos Su-35. Sin embargo, la transacción fue efectivamente detenida y finalmente desechada debido a la Ley de Contrarrestar a los Adversarios de Estados Unidos a través de Sanciones (CAATSA).
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La CAATSA se convirtió en ley en agosto de 2017, aprovechando la posición de Estados Unidos en el centro del sistema bancario mundial para impedir acuerdos militares que involucren a Moscú. Por lo tanto, los países interesados en un acuerdo armamentístico de envergadura con Rusia podrían ser objeto de severas sanciones estadounidenses.
En febrero de 2022, el Pentágono anunció que el Departamento de Estado de EE.UU. había aprobado la posible venta de hasta 36 aviones de combate F-15ID y equipo asociado en un acuerdo por valor de hasta 13.900 millones de dólares a Indonesia.
El Departamento de Estado lo decidió un día después de que Subianto revelara que se habían alcanzado acuerdos con Francia para comprar 42 aviones de combate Dassault Rafale y dos submarinos de clase Scorpene durante su reunión en Yakarta.
Incluso las ventas de Francia suponen una importante ventaja para Estados Unidos, ya que potencian la industria de defensa francesa y, al mismo tiempo, perjudican a Rusia.