Se realizó una inspección operacional nuclear sin previo aviso a aeronaves KC-135 y B-52, para evaluar su capacidad de respuesta y preparación.
Operación sin previo aviso de aviones cisterna KC-135 y bombarderos B-52
El 16 y 18 de julio de 2024, bajo la dirección del Comando de Movilidad Aérea (AMC), se llevó a cabo una Inspección de Preparación Operacional Nuclear (NORI, por sus siglas en inglés) sin aviso previo. En este ejercicio participaron un bombardero B-52 Stratofortress de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y aviones cisterna KC-135 Stratotanker. La actividad tuvo lugar en la región del noroeste del Pacífico y fue diseñada para evaluar las capacidades de las Alas de Reabastecimiento Aéreo (ARW) 92.ª y 141.ª de la Base Aérea Fairchild, ubicada en Washington. El objetivo de esta inspección fue verificar la capacidad de estas unidades para apoyar, en cualquier momento, a las aeronaves del Comando Estratégico de los EE. UU. (STRATCOM) mediante el reabastecimiento aéreo.
Las fotografías publicadas por la Fuerza Aérea de EE. UU. capturaron momentos significativos del ejercicio, incluyendo un B-52 que se separa de un KC-135 después de realizar una maniobra de reabastecimiento de combustible. El pie de foto de una de estas imágenes explicaba que, durante el NORI, los aviadores demostraron la capacidad de la Base Aérea Fairchild para generar y proporcionar tripulaciones de aviones KC-135 especialmente entrenadas. Estas tripulaciones están equipadas para llevar a cabo reabastecimientos críticos de bombarderos estratégicos y aviones de comando y control asignados por el STRATCOM.
Un comunicado oficial de la Base Aérea Fairchild destacó que esta operación de NORI sin previo aviso subraya la capacidad de las unidades para generar tripulaciones de aviones KC-135 y realizar reabastecimientos aéreos esenciales bajo órdenes del STRATCOM. Según el coronel Garret Bilbo, comandante adjunto del 92.º ARW, la nación espera que todos los componentes nucleares cumplan con los más altos estándares de seguridad y confiabilidad en un entorno de seguridad cada vez más complejo. Las inspecciones sin aviso previo, como esta, son fundamentales para asegurar que los aviadores mantengan una preparación constante.
Evaluación de la preparación operativa y respuesta rápida del 92.º ARW
El coronel Travis Edwards, inspector general del AMC, enfatizó que estas inspecciones son vitales para evaluar la preparación de las unidades nucleares. La declaración oficial también menciona la “competencia entre grandes potencias”, aludiendo a la confrontación con rivales como Rusia y China. Esta situación ha motivado a la Fuerza Aérea y a la Fuerza Espacial de Estados Unidos a implementar “24 cambios radicales” en cuatro categorías: desarrollo de personal, generación de preparación, proyección de poder y desarrollo de capacidades. En el contexto de la generación de preparación, se incluyen tanto evaluaciones como inspecciones operativas sin aviso previo o con aviso limitado.
El propósito de un NORI sin previo aviso es calificar la efectividad operativa y la capacidad de respuesta rápida de una unidad aérea en apoyo del STRATCOM. En este contexto, la Base Aérea Fairchild desempeña un papel crucial en la disuasión estratégica nuclear de Estados Unidos. La capacidad de respuesta rápida y eficiente en el reabastecimiento aéreo es esencial, ya que cualquier debilidad en este aspecto podría limitar la operatividad de las aeronaves tácticas y estratégicas en escenarios de conflicto.
La declaración enfatiza que la preparación de las unidades de apoyo, como el 92.º ARW, es una consideración importante para los adversarios potenciales al planificar sus operaciones. Una capacidad limitada para desplegar aviones cisterna de reabastecimiento aéreo de manera rápida comprometería la efectividad de las fuerzas de primera línea. Así, estas inspecciones y ejercicios son una parte integral de la preparación continua para escenarios de alta tensión.
Reoptimización de fuerzas para la competencia entre grandes potencias
La competencia estratégica entre grandes potencias ha llevado a Estados Unidos a reorientarse hacia la preparación para conflictos convencionales, alejándose de las operaciones de baja intensidad contra actores no estatales. Un ejemplo reciente de esta tendencia es el vuelo de resistencia de circunnavegación realizado por un KC-46 Pegasus de la Fuerza Aérea de los EE. UU. entre el 29 de junio y el 1 de julio de 2024, conocido como Proyecto Magallanes. Durante este vuelo, el KC-46 proporcionó reabastecimiento en vuelo a diversas aeronaves, incluyendo bombarderos B-2 Spirit y aviones de transporte C-17 Globemaster III, en una ruta que abarcó el Pacífico, Asia, Europa y el Atlántico.
Este tipo de ejercicios simulan escenarios de conflictos repentinos en diversas regiones estratégicas, donde las fuerzas estadounidenses podrían verse obligadas a apoyar operaciones tanto de sus propias unidades como de sus aliados. La capacidad de reabastecimiento aéreo es un componente crítico de la proyección de poder y la operatividad en estos escenarios, asegurando que las fuerzas aéreas puedan mantenerse operativas y listas para la acción.
Además, la Fuerza Aérea ha llevado a cabo otros ejercicios, como el Ejercicio Bayou Warrior en la Base Aérea Barksdale del 10 al 13 de junio de 2024, donde se practicó la carga de misiles AGM-158 JASSM en bombarderos B-52. Estos ejercicios se centran en aspectos logísticos y de apoyo técnico, fundamentales para la ejecución efectiva de operaciones de combate tanto tácticas como estratégicas.
Enfoque logístico y técnico en ejercicios de preparación operativa
La preparación logística y técnica es un aspecto crucial en los ejercicios de la Fuerza Aérea de los EE. UU. Recientemente, el Ejercicio Prairie Vigilance en la Base de la Fuerza Aérea Minot puso de manifiesto la importancia de estos aspectos, cuando las tripulaciones cargaron misiles de crucero AGM-86B en bombarderos B-52H. Este tipo de operaciones subraya la necesidad de una coordinación eficiente y una preparación técnica detallada para garantizar la disponibilidad operativa de los sistemas de armas estratégicos.
La capacidad para realizar operaciones logísticas complejas, como el reabastecimiento aéreo, es un componente esencial de la estrategia de disuasión y defensa de Estados Unidos. Las unidades de apoyo, como aquellas que operan los aviones KC-135, juegan un papel fundamental al asegurar que las fuerzas de combate puedan mantener una presencia constante y efectiva en cualquier teatro de operaciones.
Los ejercicios y evaluaciones continuas, como los realizados en la Base Aérea Fairchild, permiten a la Fuerza Aérea de los EE. UU. mantener un estado de preparación elevado. Estos ejercicios no solo prueban la capacidad técnica y logística de las unidades, sino que también validan la efectividad de los procedimientos de respuesta rápida en situaciones de emergencia o conflicto. En conjunto, estas actividades son esenciales para mantener una postura de defensa y disuasión efectiva en un entorno global cada vez más complejo.
Impacto de la preparación aérea en la disuasión estratégica
La capacidad de la Fuerza Aérea de los EE. UU. para realizar reabastecimientos aéreos y otras operaciones de apoyo es un componente clave de la disuasión estratégica. La preparación y disponibilidad de unidades como las de la Base Aérea Fairchild aseguran que las fuerzas de combate estén listas para responder de manera rápida y efectiva en cualquier situación. Esto incluye la capacidad de realizar operaciones de reabastecimiento aéreo sin previo aviso, un elemento crucial para mantener la flexibilidad y la capacidad de respuesta en momentos críticos.
El papel de los aviones cisterna KC-135 es particularmente importante en este contexto, ya que facilitan el despliegue y la sostenibilidad de otras aeronaves estratégicas. La capacidad de estos aviones para realizar reabastecimientos en vuelo permite a las fuerzas aéreas mantener operaciones prolongadas sin la necesidad de aterrizar para repostar, lo que es esencial en escenarios de combate de alta intensidad.
En resumen, las operaciones de reabastecimiento aéreo y los ejercicios de preparación como los realizados en la Base Aérea Fairchild son fundamentales para la estrategia de defensa y disuasión de los Estados Unidos. La capacidad de estas unidades para operar bajo condiciones de alerta máxima y sin previo aviso asegura que las fuerzas estadounidenses puedan mantener una postura de defensa sólida y responder a cualquier amenaza con rapidez y eficiencia.