El alto el fuego tras once días de combates con Israel reabrió el debate sobre la modernización de la flota de combate iraní.
Comparación técnica entre el Su-35 ruso y el J-10C chino
La reciente confrontación entre Israel e Irán expuso limitaciones de la defensa antiaérea iraní y la obsolescencia de su flota de combate. Aunque en enero Irán confirmó un pedido del Su-35 ruso, las demoras en la entrega han impulsado la evaluación de alternativas, entre ellas el J-10C chino. Este caza, más compacto, incorpora sensores avanzados, materiales compuestos de nueva generación y armamento desarrollado con una ventaja tecnológica de más de una década frente a algunos sistemas rusos.
El Su-35, derivado del Su-27, ofrece un radar más grande y motores con vectorización de empuje, lo que le permite sostener velocidades supersónicas sin postquemadores. Su alcance figura entre los más extensos del mundo, con capacidad para transportar misiles R-37M de 400 kilómetros de alcance. Sin embargo, el diseño y la electrónica de a bordo muestran rezago frente a plataformas chinas y estadounidenses de quinta generación.
China produce seis clases de aviones de combate, incluido el J-10C, en volúmenes anuales superiores a los del Su-35. El país ha demostrado capacidad para actualizar y mejorar sus aeronaves con mayor rapidez, ofreciendo tiempos de entrega más cortos y costos de operación y adquisición reducidos. Estos factores favorecen su integración masiva en la Fuerza Aérea iraní frente a la opción rusa.
Ejercicios realizados en China en 2020 mostraron que el J-10C superó de manera consistente al Su-35 en combates simulados. El aparato también logró derribos en su debut en combate en mayo de 2025, incluido al menos un Rafale indio, lo que reforzó su reputación como uno de los cazas monomotor más capaces junto al F-35 estadounidense.
Datos técnicos y estratégicos clave
- El Su-35 puede portar el misil aire-aire R-37M de 400 kilómetros de alcance.
- El J-10C se fabrica en una tasa estimada de 50 unidades anuales.
- El Su-35 alcanza velocidad supersónica sostenida sin postquemador.
- China desarrolla actualizaciones de software y armamento con mayor rapidez.
Producción y disponibilidad para exportación
La industria china produce el J-10C a un ritmo estimado de 50 unidades por año, frente a 20-28 del Su-35 tras su ampliación de producción. Este volumen acelera las entregas y facilita su incorporación en cantidades suficientes para cubrir las necesidades de la Fuerza Aérea iraní. El costo de adquisición y mantenimiento inferior permite destinar recursos a la modernización de otros sistemas de defensa.
Rusia ha mantenido un historial de cancelaciones o retrasos en la entrega de armamento a Irán debido a presiones externas. Esta situación ha favorecido la percepción de mayor confiabilidad en el suministro chino. La cooperación militar entre Irán y China se ha incrementado en la última década, con acuerdos que incluyen tecnología y entrenamiento, lo que fortalece la viabilidad del J-10C como opción preferente.
El J-10C, aunque de menor alcance que el Su-35, ofrece una electrónica de a bordo más avanzada y armamento de última generación. Su integración con sistemas de alerta temprana y aviones de guerra electrónica incrementa su efectividad en operaciones coordinadas. Las capacidades demostradas en ejercicios y combate real respaldan su potencial para reforzar la defensa antiaérea iraní.
El Su-35 conserva ventajas de tamaño, autonomía y potencia de radar, lo que lo hace adecuado para patrullar extensas áreas y emplear armamento de gran alcance. No obstante, sus costos y el ritmo de producción menor limitan su disponibilidad para reequipar de manera masiva a las unidades iraníes.
Factores de modernización y soporte técnico
La capacidad de China para actualizar con rapidez sus aeronaves y dotarlas de nuevos sistemas de armas otorga al J-10C un ciclo de modernización más dinámico que el del Su-35. Esto permite a la Fuerza Aérea iraní mantener una ventaja tecnológica relativa frente a adversarios regionales, sin depender de adquisiciones puntuales a largo plazo.
Los programas de modernización del Su-35 han avanzado con menor velocidad debido a las limitaciones industriales y presupuestarias de Rusia. La brecha tecnológica con cazas de quinta generación de China y Estados Unidos ha crecido, afectando su competitividad en el mercado internacional. Esta diferencia influye en la capacidad de Irán para sostener la operatividad de la plataforma a largo plazo.
La experiencia del J-10C en combates simulados contra cazas más pesados como el J-16 y en enfrentamientos reales ha reforzado su reputación operativa. Su combinación de maniobrabilidad, electrónica avanzada y disponibilidad para exportación lo posiciona como una alternativa viable para reemplazar aeronaves obsoletas en Irán.
La decisión final sobre la adquisición dependerá de factores de costo, tiempos de entrega, mantenimiento y alineación estratégica con el proveedor. La mayor producción china y la estabilidad en la cooperación bilateral representan elementos determinantes para la elección.