La Fuerza Aérea de Irán renueva su flota de Su-22 con tecnología avanzada para bombas y misiles de largo alcance.
Irán transforma sus aviones Su-22 con tecnología avanzada
En una estrategia orientada a revitalizar su arsenal aéreo, la Fuerza Aérea de la República Islámica de Irán (IRIAF) ha emprendido un ambicioso proyecto para renovar su flota de Sukhoi Su-22. Estos aviones, que habían sido relegados al olvido, están siendo sometidos a un exhaustivo proceso de modernización, que incluye la implementación de sistemas tecnológicamente avanzados. Una de las actualizaciones clave es la adaptación de los Su-22 para cargar y desplegar la bomba aérea Yasin, capaz de alcanzar objetivos a distancias de hasta 40 kilómetros, y los misiles balísticos Arman.
La bomba aérea Yasin, una adición notable al arsenal iraní, pesa 320 kilogramos y está equipada con una ojiva de 215 kilogramos. Destaca por su diseño innovador, que incluye alas retráctiles, y su capacidad para operar eficazmente en variadas condiciones atmosféricas. Se ha especulado que estas bombas tienen la capacidad de planear por hasta 40 kilómetros desde una altura de lanzamiento de 27.000 pies, siendo compatibles tanto con drones como con aviones de combate.
Por otro lado, el misil Arman representa un avance significativo en el campo de las armas balísticas. Debutando en 2023 durante una exposición aeroespacial organizada por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), este misil es visto como una evolución del misil balístico de corto alcance Ababil [al-Fat’h]. La innovación iraní en el desarrollo del Arman es un claro intento de equiparar sus capacidades a las del potente misil ruso Kinzhal.
Los Su-22 de la Guardia Islámica de Irán
La flota de Su-22 de Irán, a cargo de la Fuerza Aeroespacial del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI-AF), es identificable por sus distintivos números militares que comienzan con el prefijo “15”.
Este programa de modernización no es el primer esfuerzo iraní en este sentido. En 1991, Irán adquirió 40 aviones Su-20/22 de Irak, pero estos permanecieron inoperativos hasta 2013, año en que se lanzó un amplio programa de revisión. En un hecho notable, en marzo de 2015 se detectaron indicios de que el CGRI-AF había cedido algunos de sus Su-22 a la Fuerza Aérea Árabe Siria, contribuyendo así a la Guerra Civil Siria.
Hoy, la IRIAF se enorgullece de contar con 30 Su-22 en estado operativo. Un logro destacado en este sentido fue la modernización de 10 Su-22 en julio de 2018. Esta actualización mejoró significativamente las capacidades de los aviones, dotándolos de tecnología para el manejo de bombas inteligentes, municiones de precisión guiadas, sistemas de transferencia de datos UAV y la habilidad para lanzar misiles de crucero con un alcance impresionante de 1500 km.
Sukhoi Su-22: Alta velocidad a baja altitud
El Sukhoi Su-22, conocido en círculos de la OTAN como Fitter, es un avión de cazabombardero proveniente de la Unión Soviética, una mejora del modelo Su-17 producido desde 1966 y sucesor del Su-20. Este avión, diseñado principalmente para la exportación, fue también ampliamente utilizado por las fuerzas aéreas de los países que formaban parte de la extinta Unión Soviética.
El Sukhoi Su-22, emanado de la prolífica ingeniería aeroespacial de la Unión Soviética y conocido en la jerga de la OTAN como “Fitter”, se destaca en el panorama de los cazabombarderos. Este modelo, que representa una evolución del Su-17 iniciado en 1966, es el heredero directo del Su-20. Concebido principalmente para la exportación, el Su-22 se convirtió en un pilar fundamental de las fuerzas aéreas de los países que una vez conformaron el extinto bloque soviético.
Este avión está meticulosamente diseñado para vuelos de alta velocidad a baja altitud, una característica distintiva de los cazabombarderos. Sus capacidades de enfrentamiento aéreo, aunque presentes, no son su principal fortaleza. En lugar de un sistema de radar orientado a la detección de objetivos aéreos, el Su-22 está equipado con un avanzado sistema láser de alcance e iluminación de objetivos, el Klen-54, optimizado para misiones contra objetivos terrestres.
El Su-22 posee una gran capacidad para portar armas
El Su-22 también ha experimentado mejoras significativas en su electrónica, enfocadas en la localización, el control y la adquisición de objetivos. Está dotado de sistemas destinados a neutralizar las técnicas de localización y puntería enemigas, y es capaz de portar equipos de sensores adicionales para operaciones de reconocimiento.
Su arsenal es notablemente versátil, con entre ocho y diez puntos de anclaje para armamento, diseñados para soportar una diversidad de sistemas de armas. Dependiendo de la configuración deseada, dos o cuatro de estos soportes pueden montarse bajo el fuselaje. Entre su armamento estándar, resaltan un par de cañones automáticos NR-30 en las raíces de las alas izquierda y derecha, cada uno cargado con 80 proyectiles.
Los seis soportes bajo las alas ofrecen la posibilidad de equipar dos de ellos con un contenedor de armas adicional, el SPPU-22-01, que alberga un cañón GSch-23L orientable verticalmente hasta 30°. Curiosamente, este contenedor también puede montarse bajo el fuselaje en dirección contraria al vuelo, permitiendo así atacar objetivos terrestres o marítimos que ya hayan sido sobrevolados.
La Unión Soviética fue pionera en incorporar la geometría variable en sus aviones, una característica que el Su-22 heredó. Esta innovación, comúnmente referida como “alas oscilantes”, no es meramente estética. Proporciona al avión una adaptabilidad excepcional en términos de velocidad, sustentación y maniobrabilidad en vuelo. Además, esta particularidad facilita los despegues en pistas más cortas, ampliando así la versatilidad y el rango operativo del Su-22.