Rumores en círculos de defensa y redes sociales sugieren que Irán podría presentar el caza ruso Su-35 el 19 de marzo, aunque no hay confirmación oficial.
Expectativa por una posible incorporación del Su-35
El canal iraní de Telegram Defender IRAN insinuó la llegada del Sukhoi Su-35 a la fuerza aérea iraní con un mensaje críptico: “¡Parece que realmente tenemos que esperar una sorpresa el 19 de marzo!”. La publicación incluía una imagen borrosa, que expertos identificaron como un Su-35.
Hasta el momento, el gobierno de Teherán no ha emitido ningún comunicado oficial confirmando la adquisición de estos cazas. Sin embargo, informes de finales de 2024, respaldados por el medio alemán FlugRevue, señalaron que un avión de carga ruso pudo haber entregado el primer Su-35 a Irán.
De confirmarse, la llegada del Su-35 representaría un cambio significativo para la aviación militar iraní, que ha sufrido décadas de sanciones y obsolescencia. Este posible refuerzo generaría repercusiones tanto en la defensa nacional como en el equilibrio de poder en la región.
Coincidencia con Nowruz y antecedentes históricos
El 19 de marzo coincide con la víspera de Nowruz, el Año Nuevo persa, una festividad con un fuerte simbolismo nacional. En ocasiones anteriores, Irán ha aprovechado fechas conmemorativas para revelar avances militares.
Por ejemplo, en 2019, Teherán presentó el sistema de defensa aérea Bavar-373 en un contexto similar. La posible exhibición del Su-35 durante esta celebración podría enmarcarse como un evento de orgullo nacional y un hito tecnológico.
La integración de este caza en la fuerza aérea iraní modificaría su postura defensiva y ofensiva, especialmente en puntos estratégicos como el Golfo Pérsico.
Posibles ubicaciones de despliegue y su impacto estratégico
Expertos rusos en defensa, citados en blogs militares, sugieren que los Su-35 podrían desplegarse en la base aérea de Hamedan, al oeste del país, o en las cercanías de Bandar Abbas, un puerto clave en la costa del Golfo Pérsico.
Bandar Abbas es un punto estratégico para la exportación de petróleo iraní y un posible objetivo para adversarios como Israel. La presencia del Su-35 en esta zona reforzaría la defensa aérea de Irán frente a amenazas como los F-35 israelíes o las fuerzas respaldadas por EE. UU. en la región.
Detalles clave sobre el Su-35 y su relevancia para Irán
- Velocidad y alcance: Puede alcanzar hasta Mach 2.25 y recorrer más de 2.200 millas con tanques externos.
- Radar avanzado: El Irbis-E puede rastrear 30 objetivos a 250 millas y atacar 8 simultáneamente.
- Armamento: Posee un cañón GSh-30-1 de 30 mm y 12 puntos de anclaje para misiles R-77, R-73, Kh-31 y bombas guiadas KAB-500.
- Firma de radar reducida: Su fuselaje usa materiales compuestos y ajustes aerodinámicos, aunque sin alcanzar la furtividad total.
Posible origen de los Su-35 y desafíos operativos
Analistas especulan que estos Su-35 podrían provenir del contrato cancelado de Egipto. En 2018, el gobierno egipcio encargó 24 unidades a Rusia, pero en 2020 suspendió la compra debido a sanciones de EE. UU. bajo la ley CAATSA.
Imágenes satelitales de 2022 mostraron estos aviones almacenados en Komsomolsk-on-Amur, lo que sugiere que podrían haber sido reasignados a Irán tras el acercamiento entre Moscú y Teherán tras la invasión de Ucrania.
Si Irán ha adquirido estos cazas, es probable que haya negociado un precio reducido o un paquete que incluya sistemas S-400. Sin embargo, no existen pruebas concluyentes sobre los términos de la transacción.
Además, la configuración egipcia podría haber sido modificada con aviónica degradada para cumplir con restricciones de exportación. A pesar de esto, los Su-35 representarían una mejora significativa respecto a los F-4 Phantom y Saeqeh iraníes, cuya tecnología es considerablemente más antigua.
Impacto potencial en la región y perspectivas futuras
Si el Su-35 entra en servicio, Irán enfrentará desafíos logísticos y operativos. Sus pilotos tienen experiencia limitada con cazas rusos más allá del MiG-29, y las sanciones afectan la disponibilidad de repuestos y mantenimiento.
No obstante, en 2024, el general de brigada Hamid Vahedi, comandante de la Fuerza Aérea iraní, afirmó: “Los nuevos aviones llevarán nuestras capacidades al siglo XXI, asegurando que podamos defender nuestros cielos contra cualquier agresor”.
Aunque un pequeño lote de Su-35 no rivalizará con los más de 400 cazas modernos de Israel o la aviación de la Quinta Flota de EE. UU., su incorporación podría complicar la planificación estratégica de sus adversarios.
Si se confirma su despliegue en Bandar Abbas, estos cazas reforzarían la seguridad de la infraestructura petrolera. En Hamedan, podrían amenazar activos estadounidenses en Irak o respaldar a aliados en Siria. Sin embargo, su efectividad dependerá de cuántos Su-35 sean adquiridos y cómo se integren en la estructura militar del país.
En 2023, el general de división Mohammad Bagheri, jefe del Estado Mayor iraní, advirtió: “Nuestros enemigos deben saber que igualaremos su tecnología paso a paso”. De concretarse la presentación del 19 de marzo, Irán marcaría un hito en su modernización militar, aunque aún deberá superar limitaciones económicas y operativas para maximizar el potencial de estos cazas.