Dublín dona cuatro sistemas Giraffe MkIV para mejorar la detección de amenazas aéreas en Ucrania, marcando su primer envío de equipamiento militar avanzado a Kiev.
Irlanda envía radares Giraffe MkIV para apoyar a Ucrania
Irlanda ha decidido fortalecer la defensa aérea de Ucrania al enviar cuatro radares Giraffe MkIV, montados en vehículos oruga Bandvagn 206. Esta medida representa un cambio significativo en la postura de Dublín, que previamente solo había proporcionado asistencia no letal.
La intensificación de los ataques aéreos rusos con drones y misiles de crucero ha obligado a Ucrania a reforzar su red de defensa. Estos radares, diseñados para detectar objetivos de baja altitud, pueden desempeñar un papel clave en este esfuerzo.
Fabricado por Saab, el Giraffe MkIV es un radar de vigilancia de corto alcance con capacidad para identificar amenazas ocultas para sistemas de detección más grandes. Su antena de banda C escaneada mecánicamente permite la detección de objetos hasta a 20 millas de distancia, dependiendo del entorno.
Gracias a su mástil hidráulico, que eleva el cabezal del radar hasta 26 pies, el sistema puede superar obstáculos visuales como árboles y colinas, lo que mejora la cobertura en terrenos complejos como los de Ucrania.
El Bandvagn 206 mejora la movilidad del sistema de radar
El Bandvagn 206, vehículo de transporte con orugas, facilita el despliegue del radar en terrenos difíciles, lo que lo convierte en una herramienta valiosa para las fuerzas ucranianas. Su capacidad para redistribuirse rápidamente es crucial en un conflicto con frentes cambiantes.
Este vehículo, diseñado para soportar condiciones extremas, permite que los radares acompañen las operaciones móviles y se reubiquen con facilidad en función de las necesidades estratégicas.
Características clave del Giraffe MkIV y el Bandvagn 206
- El Giraffe MkIV detecta objetivos a baja altitud y transmite datos en tiempo real.
- Su mástil hidráulico eleva el radar para mejorar la detección en terrenos irregulares.
- El Bandvagn 206 se adapta a terrenos difíciles como nieve, barro y riberas de ríos.
- La integración con el sistema RBS70 permite ataques más rápidos contra drones y misiles.
- Ucrania podría enfrentar dificultades al sincronizar los protocolos de estos equipos con su red de defensa.
La combinación del radar con el sistema de defensa aérea RBS70 optimiza la detección y respuesta ante amenazas. El Giraffe MkIV puede localizar un dron Shahed a 24 km y proporcionar información precisa de su ubicación a los operadores de misiles.
Si bien el sistema no es completamente automatizado y podría requerir ajustes técnicos, su integración permite una respuesta más rápida frente a ataques aéreos. La conexión entre el radar y los misiles mejora la efectividad de la defensa.
Beneficios y limitaciones de la donación de Irlanda
Los radares proporcionados por Irlanda encajan en un nicho estratégico dentro del sistema de defensa ucraniano. Mientras los S-300 y NASAMS se encargan de amenazas de gran escala, el Giraffe MkIV y el RBS70 ofrecen protección contra drones y misiles de baja altitud.
A pesar de sus ventajas, la integración de estos sistemas presenta desafíos. Los radares Giraffe MkIV, de tecnología analógica, son vulnerables a la guerra electrónica rusa. Sistemas como el Krasukha-4 podrían reducir su efectividad si se utilizan en el área.
Otro inconveniente es la cantidad limitada de radares entregados. Con solo cuatro unidades, la cobertura es restringida, lo que obliga a una planificación meticulosa para su despliegue.
Implicaciones para la defensa de Irlanda y la guerra en Ucrania
La decisión de Irlanda de enviar cuatro de sus siete radares Giraffe MkIV refleja la presión que enfrentan los aliados occidentales para reforzar la defensa ucraniana. Este movimiento afecta la capacidad de vigilancia aérea de Dublín, ya que su ejército cuenta con recursos limitados.
El Bandvagn 206, con su diseño especializado para terrenos difíciles, es ideal para las condiciones adversas de Ucrania. Su adaptabilidad le permite operar en distintas regiones, desde Donetsk hasta el Dnipro, proporcionando datos en tiempo real a las fuerzas ucranianas.
Si bien esta donación no cambia el rumbo de la guerra, fortalece la defensa aérea de Ucrania al cubrir vulnerabilidades específicas. Con estos sistemas, las fuerzas ucranianas pueden liberar otros recursos para enfrentar amenazas más críticas.
La adquisición de los radares Giraffe MkIV por parte de Irlanda a principios de la década de 2000 estuvo motivada por la necesidad de mejorar la vigilancia aérea para la seguridad interna. Aunque Dublín mantiene una política de neutralidad militar, su apoyo a Ucrania marca un cambio en su postura estratégica.