La sensación de una posible guerra con Hezbolá se encuentra presente en Israel, pero hay argumentos que destacan la necesidad de una actitud prudente para mantener la paz en la frontera.
Hezbolá Aumenta su Presencia y Amenaza
En los últimos meses, Hezbolá ha intensificado su actividad, mostrándose más audaz y provocador en su comportamiento hacia Israel. La percepción de que Israel se ha debilitado, junto con la expansión de sus puestos en el terreno libanés y los intentos de ataques en territorio israelí, han contribuido a este resurgimiento.
El sentimiento público israelí oscila constantemente entre dos estados: la guerra y la preparación para ella, alimentando la inquietud. Aunque Israel es fuerte, la percepción de una calamidad inminente persiste.
La política interna también juega un papel en este escenario, con figuras políticas utilizando la posibilidad de guerra para ganar ventaja, exacerbando el miedo y la preocupación en la sociedad.
Una Situación Tensa pero Controlable
Si bien la situación ha empeorado respecto al verano pasado, la creencia de que Israel no responderá a una provocación ha animado a algunos enemigos a actuar con mayor audacia. Aunque Hezbolá ha demostrado ser más atrevido, se mantiene cauteloso para evitar una guerra directa.
Este peligroso juego debe ser reconocido como tal, y no debe llevar a Israel a una confrontación innecesaria. A pesar de que sería fácil para Israel atacar a Hezbolá, esto podría desencadenar una serie de eventos que lleven a una escalada incontrolable de violencia.
La alternativa a la guerra es buscar devolver a Hezbolá a su lugar, respetando las reglas del juego, y no ceder ante la provocación. Aunque esta tarea no será fácil, se argumenta que es posible y necesaria.
La Estrategia de Israel: Prudencia y Disuasión
Israel debe mantener su postura histórica de intentar posponer las guerras y disuadir a sus enemigos. El enfrentamiento directo con Hezbolá podría tener un alto costo en vidas y daños a la infraestructura, por lo que la prudencia es vital.
El objetivo inmediato debe ser restablecer el orden en la frontera y asegurar que Hezbolá comprenda las reglas establecidas. Esto requerirá una cuidadosa maniobra política y militar, teniendo en cuenta la situación política interna de Israel.
En resumen, aunque la tensión ha aumentado, la guerra no es inevitable, y el énfasis debe estar en una actitud sensata y controlada que permita a Israel seguir disfrutando de la calma a lo largo de su frontera.