El posible enfrentamiento entre el J-20 y el F-16V determinará la superioridad aérea y la defensa estratégica de Taiwán.
El entrenamiento de los F-16 Viper y F-35 Lightning II en EE. UU.
Con el objetivo de contrarrestar las crecientes capacidades de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación (EPL) de China, Estados Unidos ha decidido entrenar rigurosamente a sus aviones de combate F-16 Viper junto con los avanzados F-35 Lightning II de quinta generación. Este esfuerzo busca asegurar que los pilotos estadounidenses estén preparados para enfrentar las amenazas avanzadas que representan las fuerzas aéreas chinas.
Durante los ejercicios Northern Lightning en Wisconsin, los F-35B del Cuerpo de Marines, conocidos por sus capacidades furtivas, y los F-35A, representando el poder de la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional Aérea, han sido asignados como “mariscales de campo” para grandes contingentes de aviones de combate. Esta estrategia no solo optimiza la coordinación y el uso efectivo de los recursos disponibles, sino que también mejora las habilidades de combate contra un enemigo simulado, asegurando una preparación completa para escenarios de alta intensidad.
En los ejercicios anuales de 2023, se destacó la dinámica en la que los venerables F-16 Viper, aunque no sean furtivos, están siendo protegidos por los superiores F-35. Esta configuración permite a los F-16 utilizar su mayor carga de misiles para atacar a fuerzas enemigas simuladas con mayor eficacia, incluyendo aviones de combate y misiles de crucero. La protección brindada por los F-35 maximiza el potencial ofensivo de los F-16, incrementando su supervivencia y capacidad de respuesta.
La estrategia de defensa de los F-16V taiwaneses ante los J-20 chinos
En un hipotético conflicto con China por Taiwán, los F-35 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos podrían formar una poderosa alianza con los F-16V taiwaneses para enfrentar a la Fuerza Aérea del EPL. Dependiendo de si Estados Unidos o sus aliados regionales deciden intervenir, esta colaboración podría ser crucial para la defensa de Taiwán. Sin embargo, si optaran por no enfrentarse directamente a Pekín, como se observó durante la guerra en Ucrania, los F-16V taiwaneses tendrían que defenderse solos contra los J-20.
El F-35 Lightning II es el avión de combate furtivo más deseado del mundo debido a sus características de sigilo superior. Estas incluyen una combinación de velocidad, agilidad, sensores integrados, operaciones en red y mantenimiento avanzado, que juntos crean una destreza inigualable en la guerra aérea. Los F-35 a menudo se despliegan junto con otros aviones de combate, como los F-15 Eagle y los F-16 Fighting Falcon, en un rol protector. Un ejercicio militar mostró cómo los F-35, con sus capacidades furtivas, lograron una tasa de eliminación de ocho sin pérdidas, destacando su formidable capacidad.
En la guerra, quien detecta al enemigo y lanza el primer ataque generalmente asegura una posición dominante. Este principio explica la estrategia de despliegue de los F-35, cuyo objetivo es facilitar a otros cazas el lanzamiento de sus misiles sin ser detectados, aumentando la eficacia operativa. Taiwan es consciente de que los F-16 Viper que está adquiriendo de Estados Unidos serán su principal línea de defensa en futuros enfrentamientos con la Fuerza Aérea del EPL.
Capacidades y limitaciones del F-35 y F-16V en combate aéreo
Para contrarrestar al J-20, Taiwan está transformando una flota de 141 antiguos F-16A/B Block 20 y ha ordenado 66 nuevos F-16V Block 70, mostrando su compromiso con la modernización de su defensa aérea. Similar al F-35, el J-20 cuenta con capacidades avanzadas de radar y electrónica, con un sistema de gestión de armas integrado y un radar capaz de detectar objetivos a 135 kilómetros. Sus misiles de largo alcance tienen un alcance de 300 kilómetros, consolidando su fuerza en el aire.
El F-16V, con el radar APG-83 AESA y modernos sistemas de aviónica, tiene una mejor capacidad para detectar el J-20. La entrega de estos jets a Taiwan generó una fuerte reacción de la dirigencia china. La Fuerza Aérea del EPL ha avanzado significativamente en las últimas dos décadas, incorporando cientos de cazas J-10, J-11 y J-16 fabricados localmente. Se estima que la flota del EPL incluye unos 200 avanzados J-20, desplegados en todos los comandos teatrales, demostrando sus capacidades estratégicas.
Taiwan podría enfrentarse a una fuerza aérea que supera a la suya en número y tecnología, con los J-20 volando sobre la isla y aumentando su sensación de invulnerabilidad debido a sus capacidades furtivas. En un análisis para War on the Rocks en 2018, Drew Thompson describió la estrategia innovadora de Taiwan para contrarrestar la fuerza militar de China, incluyendo sistemas de defensa aérea integrados para proteger bases e infraestructuras clave. Thompson argumenta que, aunque los aviones pueden lanzar misiles anti-buque contra invasores chinos, no son el activo más crucial en la defensa de Taiwan. Solo un número limitado de aviones podría escapar del primer ataque chino, actuando más como disuasivos durante la paz.
Evaluación de las estrategias de combate y posibles desenlaces en Taiwán
Con el aumento de la agresión china hacia Taiwan y las incursiones en su Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ), se ha informado que el J-20 chino ha estado monitoreando de cerca a los F-16V taiwaneses. Un analista militar anónimo destacó la importancia de la integración de F-35 y F-16 por parte de Estados Unidos, una estrategia también adoptada por el EPL al integrar sus J-20 con aviones de cuarta y cuarta y media generación.
Taiwan no posee aviones furtivos de quinta generación en su arsenal y cuenta con un número limitado de cazas de cuarta generación, lo que limita sus capacidades defensivas. El analista señaló que la infraestructura de defensa de Taiwan es inferior a la del EPL, no solo por la falta de F-35, sino también por su “sistema de sistemas” general, lo que pone a Taiwan en desventaja incluso antes de que sus aviones despeguen en caso de conflicto. Esto posiciona al F-16V frente a los J-20 y otros cazas del EPL, con pilotos chinos afirmando haber penetrado el espacio aéreo taiwanés sin ser detectados, demostrando la superioridad furtiva de sus J-20.
Un analista militar comentó que, dada la disparidad en potencia de fuego entre China y Taiwan, la preocupación principal no debería ser la comparación entre aviones, sino cuántos F-16 taiwaneses podrían despegar y cuánto tiempo podrían permanecer en el aire antes de alcanzar la altitud de combate. Además, se debe considerar el número de bases aéreas disponibles para los F-16 o si se verían obligados a utilizar autopistas como pistas de aterrizaje, lo cual limita su flexibilidad y maniobrabilidad.
El líder aéreo Yang Juncheng y el piloto Wei Xin destacaron la capacidad furtiva del J-20 como su mayor ventaja, dificultando la detección por parte de los radares enemigos y permitiendo acciones ofensivas. La amenaza del J-20 es especialmente grave para Taiwan, que no posee aviones furtivos F-35, privándola de un coordinador estratégico crucial para el lanzamiento de misiles de los F-16 Viper.
Impacto estratégico de los ejercicios de combate en el Indopacífico
Esta realidad subraya la importancia de los esfuerzos de Estados Unidos para entrenar y equipar a sus aliados en la región, asegurando que estén preparados para enfrentar cualquier amenaza futura con eficacia y coordinación.
La integración estratégica de aviones de combate de quinta y cuarta generación en el régimen de entrenamiento es crucial, especialmente para el F-35, cuyo arsenal incluye solo cuatro misiles. Esta limitación, a pesar de la invisibilidad y supervivencia superiores de los aviones furtivos como el F-35, resalta la necesidad de una integración efectiva en combate para maximizar las capacidades de todas las aeronaves involucradas.
Los F-35 pueden llevar internamente hasta cuatro misiles aire-aire avanzados AIM-120 AMRAAM, o una combinación de dos AIM-120 y armamento aire-tierra. Aunque pueden llevar más misiles externamente, esto reduce su capacidad de sigilo, una característica clave de estos aviones modernos.
Por otro lado, los F-16V pueden equiparse con misiles aire-aire AIM-9X Sidewinder y otros misiles como el AGM-84 Harpoon, AGM-88 HARM, AGM-154 JSOW y el SLAM-ER, siendo este último notable por su alcance de 170 millas como arma de precisión de largo alcance.
Asegurar el éxito y supervivencia de los F-16 en combate es una prioridad, ya que su pérdida prematura podría presentar un problema significativo. Por eso, la estrategia de orquestar estratégicamente la batalla es vital para maximizar el impacto de todas las aeronaves en el campo de combate.