Japón inicia el despliegue de cuatro cazas F-35B en Nyutabaru, Kyushu, el 7 de agosto de 2025, para fortalecer la defensa en las islas Nansei.
Despliegue de F-35B en Nyutabaru fortalece defensa
El 7 de agosto de 2025, cuatro cazas F-35B Lightning II de despegue corto y aterrizaje vertical llegan a la Base Aérea Nyutabaru, en la prefectura de Miyazaki, Kyushu. Este despliegue marca la primera operación de estos aviones furtivos de fabricación estadounidense en Japón. La Fuerza de Autodefensa antiaérea de Japón establece dos unidades de personal en marzo de 2025 para preparar la llegada de los aviones. La base, ubicada en la isla más meridional de Japón, permite una respuesta rápida en la región suroeste, cercana a Taiwán.
La adquisición de 42 cazas F-35B, aprobada en diciembre de 2018, forma parte de un plan de modernización militar que eleva la flota total de Japón a 147 aviones F-35, incluyendo 105 F-35A. La venta, autorizada por el Departamento de Estado de EE. UU. en julio de 2020, incluye soporte y entrenamiento. Los F-35B, fabricados por Lockheed Martin, se producen en Fort Worth, Texas, mientras que los F-35A se ensamblan en Nagoya, Japón.
Las capacidades STOVL del F-35B permiten su operación desde pistas cortas o buques sin necesidad de catapultas, a diferencia del F-35A, diseñado para aeródromos convencionales, y el F-35C, adaptado para portaaviones. Esta flexibilidad operativa resulta clave en entornos con infraestructura limitada, como las islas Nansei, que se extienden hasta 70 millas de Taiwán. El despliegue refuerza la postura defensiva en una región estratégica.
La conversión de los destructores clase Izumo, JS Izumo y JS Kaga, en portaaviones ligeros permite que los F-35B operen desde el mar. Las modificaciones comenzaron en 2024 e incluyen cubiertas reforzadas para resistir el calor de los motores. JS Izumo entró en su segunda fase de conversión en diciembre de 2024, mientras que JS Kaga la iniciará en 2026. Esto restaura la capacidad de aviación marítima de Japón por primera vez desde 1945.
Detalles clave del despliegue de F-35B en Japón
- Cuatro F-35B llegan a Nyutabaru el 7 de agosto de 2025, lo que marca su debut operativo.
- La base en Miyazaki permite vigilancia y respuesta rápida en las islas Nansei.
- JS Izumo y JS Kaga, convertidos en portaaviones, operarán F-35B desde 2027.
- Japón adquirió 147 aviones F-35, el mayor operador internacional del programa.
F-35B y la seguridad en las islas Nansei
Las islas Nansei, también conocidas como Ryukyu, forman parte de la primera cadena de islas, una barrera estratégica que incluye a Japón, Taiwán y Filipinas. Esta región limita la expansión marítima de China en el Pacífico. Los F-35B en Nyutabaru fortalecen la capacidad de Japón para realizar tareas de monitoreo y para responder ante actividades militares en el estrecho de Miyako, una ruta clave cerca de Okinawa. En 2024, buques y aviones chinos incrementaron su presencia en esta área.
China ha incrementado sus actividades navales y aéreas en el Pacífico occidental, con frecuentes tránsitos de la Armada del Ejército Popular de Liberación por el estrecho de Miyako. En 2024, se registraron múltiples incursiones aéreas y de drones cerca de las islas Senkaku, administradas por Japón, pero reclamadas por China. Estas acciones elevaron la tensión en la región, especialmente por la proximidad de las islas Nansei a Taiwán, a 70 millas de distancia.
El F-35B ofrece capacidades avanzadas, como baja observabilidad, fusión de sensores y guerra electrónica, que permiten a Japón mantener superioridad aérea en entornos disputados. Su integración con redes aliadas mejora la interoperabilidad con fuerzas de EE. UU., que utilizan F-35A, F-35B y F-35C en bases como Kadena e Iwakuni. En 2024, Japón observó operaciones de F-35 en el portaaviones italiano Cavour con el fin de fortalecer la cooperación.
La base de Nyutabaru, originalmente planificada como secundaria frente a la base en construcción en Mageshima, asumió el despliegue debido a retrasos en las obras. Los entrenamientos de aterrizaje vertical de los F-35B comenzarán en Nyutabaru en septiembre de 2025 para preparar a las tripulaciones en operaciones marítimas y terrestres en entornos austros.
Modernización militar japonesa con F-35
El programa F-35 de Japón, iniciado en 2011 con la selección del F-35A, se expandió en 2018 con la compra de los F-35B. En agosto de 2023, Japón adquirió 15 F-35 adicionales. La flota de 147 aviones posiciona a Japón como el mayor cliente internacional del programa, por encima de otros aliados como el Reino Unido o Australia.
Los F-35B operarán junto a los 105 F-35A ya desplegados en bases como Komatsu, que recibió sus primeros aviones en abril de 2025. La base de Komatsu, ubicada frente al mar de Japón, complementa la cobertura estratégica de Nyutabaru y permite a Japón ejercer vigilancia tanto sobre el Pacífico como sobre el mar de Japón. Los F-35A y F-35B comparten tecnología de punta, pero el modelo B sobresale por su versatilidad en zonas sin infraestructura avanzada.
En 2024, Lockheed Martin reanudó entregas tras una pausa ocasionada por actualizaciones del software Technology Refresh 3, finalizadas en 2025. Los aviones entregados en 2024, entre ellos los F-35B japoneses, se emplearon inicialmente para fines de entrenamiento, aunque ahora están listos para misiones operativas. Japón proyecta alcanzar la capacidad operativa inicial de los F-35B en portaaviones para 2029 o 2030.
La modernización militar de Japón incluye otras plataformas, como los V-22 Osprey, que fueron trasladados a Kyushu para operar junto a la Brigada de Despliegue Rápido Anfibio. Esta unidad, con base en Sasebo, refuerza la defensa de las islas Nansei. Los F-35B, en combinación con estos activos, incrementan la capacidad de Japón para ejercer proyección de poder aéreo y marítimo en el Indo-Pacífico.