Japón tiene la intención de desplegar un nuevo misil autóctono capaz de neutralizar tanto armas balísticas como hipersónicas de planeo para finales del año fiscal 2027, informó Nikkei Asia.
El nuevo misil tiene como objetivo proteger las islas periféricas y las infraestructuras críticas del país, incluidas las instalaciones de energía nuclear.
Según el informe, la producción de prueba del misil tierra-aire de alcance medio Tipo-03 mejorado comenzará en el año fiscal 2023. Mitsubishi Electric fabrica el misil para las fuerzas japonesas.
El misil, también conocido como Chu-SAM, complementa al misil tierra-aire Patriot Advanced Capability-3. Los sistemas convencionales de defensa antiaérea no pueden interceptarlo.
Los sistemas convencionales de defensa antiaérea no pueden interceptar los planeadores hipersónicos debido a su capacidad para desplazarse a Mach 5 en trayectorias impredecibles. Sin embargo, el nuevo misil podrá interceptar proyectiles hipersónicos una vez actualizado el software necesario.
Además, el informe añade que se prevé la introducción de una nueva versión con hardware mejorado, incluidos mejores mecanismos de guiado y lanzamiento, en torno a 2030.
Catorce unidades terrestres en todo Japón utilizarán el Chu-SAM mejorado. Un plan situaría la mitad de ellas en las islas Nansei, una serie en el suroeste que también incluye Okinawa.
Las posibles ubicaciones para desplegar el nuevo misil incluyen el campamento Yonaguni de la GSDF, a unos 110 kilómetros de Taiwán, y un nuevo campamento que empezará a funcionar en marzo en la cercana isla de Ishigaki.
A medida que Rusia y China avanzan considerablemente en el campo de las armas hipersónicas, Tokio ha ido desarrollando la capacidad de interceptarlas.
Incluso la última medida forma parte de un plan para mejorar la capacidad de defensa aérea y antimisiles de Japón. Con la actual capacidad de defensa antimisiles de Japón, los altos mandos de las Fuerzas de Autodefensa consideran que detener las armas hipersónicas planeadoras sería todo un reto.
Como señaló anteriormente el EurAsian Times, el rediseño propuesto mejorará la capacidad de los misiles Tipo-03 para predecir la trayectoria de vuelo de las armas hipersónicas, seguirlas y detectarlas mediante radar.
El informe destacaba que resulta sencillo ajustar los equipos de fabricación nacional en respuesta a los cambios en el entorno de seguridad.
Japón busca añadir otra capa de defensa
Los vehículos hipersónicos de planeo, que pueden viajar hasta cinco veces más que el sonido a altitudes de entre 20 y 100 kilómetros, son tecnología punta que han desarrollado Rusia y China.
Corea del Norte también ha realizado una serie de lanzamientos de misiles, lo que ha aumentado las tensiones regionales. Así pues, con China, Rusia y Corea del Norte en mente, Japón quiere reforzar la disuasión.
En su Estrategia de Seguridad Nacional revisada, publicada en diciembre del año pasado, el gobierno declaró que aspiraba a aumentar la participación de las Fuerzas de Autodefensa en la seguridad de las centrales nucleares y otros emplazamientos cruciales.
Japón cuenta actualmente con un sistema de defensa contra misiles balísticos de dos niveles. El primero es el Standard Missile-3, lanzado desde buques con Aegis y diseñado para detener objetos que se aproximen fuera de la atmósfera.
Si esto no tiene éxito, los PAC-3 de la Fuerza de Autodefensa Aérea los destruirán en el momento de la reentrada. El nuevo misil añadiría una capa de defensa para Japón. Puede utilizarse en varios lugares, como las estaciones de la GSDF.
Sin embargo, los Chu-SAM y PAC-3 mejorados sólo tienen un alcance de unos 100 kilómetros.
Los estrategas militares japoneses creen que Tokio debe desarrollar rápidamente la capacidad de detener las armas hipersónicas.
En enero, los ministros de Defensa de Japón y Estados Unidos decidieron trabajar juntos para desarrollar esta tecnología.
No obstante, el misil tierra-aire de alcance medio Tipo-03 (SAM-4 o Chu-SAM) sigue siendo esencial para el sistema de defensa de Japón. La Fuerza de Autodefensa Terrestre de Japón adquirió los misiles Tipo-03 en 2003 para contrarrestar objetivos aéreos.
Los misiles se sometieron a una modificación inicial en 2017 para contrarrestar misiles de crucero de vuelo bajo y proyectiles de entrada rápida. Utiliza un avanzado radar de barrido electrónico activo. El sistema puede rastrear simultáneamente hasta 100 objetivos y destruir cazas, helicópteros y misiles de crucero.