El bombardero en picado Junker Ju-87 Stuka, conocido como el arma de terror de la Segunda Guerra Mundial, dejó una huella imborrable en la historia bélica.
Con su famosa sirena ululante y una capacidad devastadora, este avión se abrió paso en los corazones de sus enemigos, sembrando el pánico en cada misión. Veamos más de cerca cómo el Stuka se convirtió en un símbolo de la Luftwaffe y dejó su marca en los anales de la guerra.
El origen del Ju-87 Stuka
El Ju-87 Stuka hizo su debut en combate durante la Guerra Civil española, apoyando a los nacionalistas junto a la Legión Cóndor de la Luftwaffe.
Fue en septiembre de 1935 cuando realizó su vuelo inaugural y, al año siguiente, entró oficialmente en servicio bajo el Tercer Reich. Estos primeros pasos sentaron las bases para su participación en la Segunda Guerra Mundial.
El Ju-87 Stuka en la Segunda Guerra Mundial
Durante la invasión de Polonia en septiembre de 1939, el Ju-87 Stuka desempeñó un papel fundamental en la Blitzkrieg alemana. La Luftwaffe contaba con 366 Ju-87 listos para el servicio, y aunque la primera misión de bombardeo fracasó, los Stukas lograron la rendición de Varsovia en menos de un mes. Su presencia se hizo temible tanto por su capacidad de bombardeo como por el sonido inconfundible de su sirena ululante.
En la caída de Francia en 1940, el Ju-87 Stuka demostró su efectividad con su devastadora carga de bombas. Con una bomba de 250 kg bajo el fuselaje y cuatro bombas de 50 kg bajo las alas, arrasaron objetivos estratégicos y sembraron el caos entre las tropas y los civiles. La «Trompeta de Jericó» resonaba en el aire, generando pánico y desmoralizando al enemigo.
En el frente oriental, el Ju-87, especialmente en su variante Ju-87G «Gustav», se convirtió en un feroz asesino de tanques del Ejército Rojo. Equipado con cañones antiaéreos Flak 18 de 37 mm, el Stuka podía perforar el blindaje soviético. El piloto de Stuka más exitoso, el coronel Hans-Ulrich Rudel, destruyó 519 tanques enemigos y nueve aviones, convirtiéndose en el piloto de combate alemán más condecorado de la guerra.
Los logros y las debilidades del Ju-87 Stuka
El Ju-87 Stuka obtuvo el primer derribo en combate aire-aire de la Luftwaffe en la Segunda Guerra Mundial. El teniente Primero Frank Neubert derribó un avión PZL P.11 pilotado por el Capitán Mieczylaw Medwecki, utilizando las ametralladoras MG-17 de 7,92 mm montadas en las alas del Stuka.
Además de su papel como bombardero, el Ju-87 Stuka se destacó en la guerra naval. Hundió más barcos que cualquier otro avión en la historia, destruyendo gran parte de la armada polaca en puerto.
Sin embargo, el Ju-87 Stuka también tenía sus defectos. Durante la Batalla de Inglaterra, su tren de aterrizaje fijo generaba resistencia y limitaba su velocidad. Las ametralladoras delanteras y traseras no eran rival para los cazas británicos, lo que resultó en una alta tasa de bajas para los Stukas.
El legado de terror del Ju-87 Stuka
A pesar de sus defectos y vulnerabilidades, los Stukas lucharon durante toda la guerra. Se fabricaron 6.000 aviones en total, pero en la actualidad solo quedan dos ejemplares: uno en el Museo de la RAF en Londres y otro en el Museo de la Ciencia y la Industria de Chicago. Además, se está llevando a cabo la restauración de un tercer avión a partir de dos restos, propiedad del Flying Heritage & Combat Armor Museum de Paul Allen en Everett, Washington.
El Ju-87 Stuka dejó una huella imborrable en la historia de la aviación militar. Aunque no exento de defectos, este bombardero en picado nazi sembró el terror en los corazones de sus enemigos y demostró su letalidad en diversas campañas y frentes de batalla. Su legado como arma de terror de la Segunda Guerra Mundial perdura hasta hoy, recordándonos la brutalidad y la eficacia del conflicto aéreo en ese período oscuro de la historia.
Preguntas frecuentes
Durante la guerra se fabricaron un total de 6.000 aviones Ju-87 Stuka.
El Ju-87 Stuka enfrentaba una dura oposición de los cazas británicos Spitfire y Hurricane de la RAF durante la Batalla de Inglaterra.
En la actualidad, se pueden encontrar ejemplares del Ju-87 Stuka en el Museo de la RAF en Londres y en el Museo de la Ciencia y la Industria de Chicago. Además, se está llevando a cabo la restauración de un tercer avión en el Flying Heritage & Combat Armor Museum de Paul Allen en Everett, Washington.
El Ju-87 Stuka se destacó tanto como bombardero estratégico, con su capacidad para sembrar el pánico y destruir objetivos clave, como en su papel de asesino de tanques en el frente oriental.
El Ju-87 Stuka tenía varias debilidades, incluyendo su tren de aterrizaje fijo que generaba resistencia y limitaba su velocidad, y sus ametralladoras que no eran efectivas contra los cazas enemigos. Esto resultó en una alta tasa de bajas durante la Batalla de Inglaterra.