La empresa rusa Kalashnikov ampliará su producción de misiles y artillería en un 60% en 2025, creando 700 nuevos empleos pese a las sanciones internacionales.
Kalashnikov planea una expansión significativa en su producción
Kalashnikov Concern, uno de los principales fabricantes de armas de Rusia, anunció un incremento del 60% en la producción de misiles y artillería para 2025 en comparación con los niveles de 2024. Según el comunicado de la empresa, este aumento elevará la producción un 170% respecto a 2023.
La ampliación productiva se sustentará en la construcción de un nuevo clúster de fabricación en Rusia, el cual generará 700 nuevos puestos de trabajo. La compañía planea fortalecer la producción de sistemas como el misil antiaéreo Strela-10, el misil antitanque Vikhr-1 y el proyectil guiado de artillería Kitolov-2.
Este crecimiento se da en un contexto de sanciones económicas impuestas a Rusia por Estados Unidos y la Unión Europea tras el inicio de la guerra en Ucrania. A pesar de las restricciones, la industria de defensa rusa ha mantenido sus operaciones y continúa ampliando su capacidad.
El Consorcio Kalashnikov, conocido mundialmente por los rifles AK, ha diversificado su producción en los últimos años, apostando por tecnología avanzada en misiles y artillería. Su expansión sugiere que la empresa ha encontrado nuevas formas de mantener su acceso a los materiales y componentes clave.
Las sanciones no han frenado el crecimiento de Kalashnikov
Desde 2014, cuando comenzaron las primeras sanciones tras la anexión de Crimea, y tras su escalada en 2022 con la ofensiva rusa en Ucrania, los esfuerzos occidentales buscaban debilitar la capacidad militar-industrial de Rusia. Sin embargo, la industria armamentística del país ha mostrado una notable capacidad de adaptación.
El aumento en la producción de Kalashnikov sugiere que la empresa ha logrado superar las restricciones a través de proveedores alternativos o una mayor autosuficiencia en la fabricación. Según el comunicado oficial, las nuevas instalaciones han permitido optimizar procesos y mejorar la eficiencia de producción.
El Strela-10, uno de los sistemas que verá un aumento en su fabricación, es un misil de defensa aérea diseñado para derribar aviones y helicópteros a baja altitud. Con un alcance de aproximadamente tres millas, es un activo clave para la protección de las tropas en el campo de batalla.
Datos clave sobre la expansión de Kalashnikov
- Incremento de producción: 60% en 2025 en comparación con 2024.
- Crecimiento acumulado: 170% respecto a los niveles de 2023.
- Nuevos empleos: 700 puestos creados con el nuevo clúster de producción.
- Principales sistemas fabricados: Strela-10, Vikhr-1 y Kitolov-2.
- Impacto de las sanciones: la industria rusa se ha adaptado y sigue expandiéndose.
Kalashnikov refuerza su producción de drones y misiles
La empresa también ha incrementado la fabricación de municiones guiadas y drones. Por ejemplo, la producción del dron kamikaze KUB se multiplicó por diez en 2024 en comparación con años anteriores. Estos dispositivos pueden atacar objetivos a distancias de hasta 31 millas.
El Vikhr-1, otro de los sistemas en expansión, es un misil guiado por láser diseñado para neutralizar vehículos blindados a distancias de hasta seis millas. Su capacidad para penetrar blindajes pesados lo convierte en un arma clave para la estrategia rusa en la guerra.
Por su parte, el Kitolov-2 permite ataques de precisión contra posiciones fortificadas o vehículos en movimiento, con un alcance de hasta 12 millas. Su diseño optimiza el uso de artillería, reduciendo el desperdicio de munición.
La creciente demanda de estos sistemas refleja la importancia de Kalashnikov dentro del sector de defensa de Rusia. La compañía ha demostrado su capacidad de aumentar la producción en respuesta a las necesidades del campo de batalla.
Implicaciones geopolíticas del crecimiento de Kalashnikov
El anuncio del aumento en la producción de misiles ha generado reacciones en el ámbito internacional. Un funcionario estadounidense, que habló de manera anónima a inicios de 2025, expresó que la capacidad de Rusia para expandir su fabricación “demuestra los límites de los controles de exportación cuando terceros países intervienen para llenar vacíos”.
Mientras que los países occidentales ven esto como una prueba de la resiliencia de la industria militar rusa frente a las sanciones, el Kremlin ha enmarcado el crecimiento como un éxito de la autosuficiencia nacional. Un portavoz gubernamental afirmó que “ninguna presión externa puede impedirnos defender nuestros intereses”.
Según BulgarianMilitary.com, las sanciones han forzado a Rusia a innovar y modernizar su industria militar. En lugar de debilitarla, la presión económica ha impulsado una mayor inversión en producción local y el desarrollo de tecnologías alternativas.
Con el incremento del 60% en la fabricación de misiles y la expansión de la producción de drones y artillería, Kalashnikov consolida su papel en la estrategia militar de Rusia. La puesta en marcha del nuevo clúster de producción, con sus 700 nuevos trabajadores, indica que la empresa está preparada para mantener el ritmo de fabricación a lo largo de 2025.