Por casi medio siglo, el USS Nimitz ha simbolizado la supremacía naval de la Armada de los Estados Unidos. Inaugurado como el CVAN-68, este coloso marítimo marcó su dominio en los océanos globales como uno de los buques de guerra más imponentes de su tiempo.
En el transcurso de tres décadas, la flota se enriqueció con nueve portaaviones adicionales de la misma clase, expandiendo así la presencia y capacidad naval estadounidense.
A pesar del avance de los años, el USS Nimitz, buque insignia de su clase, continúa desempeñando un rol vital en la proyección del poder naval de EE. UU. en escenarios internacionales.
Un tributo flotante a Chester W. Nimitz

Este leviatán naval lleva el nombre del Almirante Chester W. Nimitz, comandante de la flota del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial. Fue en el año fiscal 1967 cuando el Congreso estadounidense autorizó su construcción, asignando a Newport News Shipbuilding and Dry Dock Co., en Virginia, un contrato de 106 millones de dólares para dar vida al primer buque de esta serie.
Con dimensiones que desafían la imaginación, cada portaaviones Nimitz mide más de 1.000 pies de largo y su manga supera los 290 pies, haciendo de ellos auténticas fortalezas flotantes. Sus descomunales cubiertas de vuelo, que abarcan más de seis acres, fueron diseñadas para ofrecer una protección superior y un arsenal defensivo avanzado, reemplazando a los portaaviones de la clase Kitty Hawk y al USS Enterprise.
Innovación nuclear y capacidad operativa

Los portaaviones Nimitz, dotados de propulsión nuclear, destacan por su capacidad de mantenerse en alta mar por largos períodos sin requerir reabastecimiento de combustible. Cada buque es impulsado por dos reactores nucleares A4W, que activan cuatro ejes de hélices capaces de generar hasta 260.000 caballos de potencia.
Esta potencia les permite alcanzar velocidades que superan los 30 nudos, aunque su velocidad máxima exacta se mantiene bajo reserva clasificada.
A pesar de su envergadura, los Nimitz no poseen cubiertas de vuelo lo suficientemente extensas para permitir el despegue y aterrizaje de aviones de combate completamente equipados. Por ello, se incorporaron catapultas de vapor para asistir en el lanzamiento y recuperación de aeronaves pesadas en espacios restringidos.
En términos de armamento, los portaaviones Nimitz cuentan con una impresionante dotación. Pueden equipar dos o tres lanzadores de misiles Rim-7 Sea Sparrow o RIM-162 Evolved SeaSparrow Missile Mk 29, junto con tres sistemas CIWS Phalanx de 20 mm, lo que los convierte en plataformas formidables en cualquier teatro de operaciones navales.
CVAN-68 a CVN-68: La evolución del USS Nimitz

Originalmente encargado como “CVAN-68, portaaviones de ataque de propulsión nuclear”, el USS Nimitz experimentó un rediseño clave, transformándose en el “CVN-68, portaaviones multimisión de propulsión nuclear”. Esta nave icónica opera bajo el Carrier Strike Group Eleven (CSG-11), representando una pieza angular en la estrategia naval estadounidense.
Su viaje inaugural lo llevó a surcar las aguas del Mediterráneo, acompañado por los cruceros de propulsión nuclear USS California y USS South Carolina. Durante la tumultuosa década de 1980, el Nimitz se dirigió a las costas del Líbano en respuesta al secuestro del vuelo 847 de TWA por militantes libaneses. En los años 90, tras la Operación Tormenta del Desierto, el Nimitz se posicionó en el Golfo Pérsico, desempeñando un papel crucial en la subsiguiente Guerra contra el Terrorismo.
Mientras que los buques de la clase Nimitz han sido la vanguardia de la Armada de EE. UU. durante casi medio siglo, el advenimiento del USS Gerald R. Ford en 2017 marcó el comienzo de una nueva era.

Con sus tecnologías avanzadas y sistemas de radar de última generación, se anticipa que el USS Ford reemplazará al Nimitz, estableciéndose como la clase de portaaviones más formidable en las aguas internacionales una vez que cada uno de los buques de esta nueva clase entre en servicio.