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La historia sobre cómo Israel se volvió una potencia nuclear

29 de junio de 2025
La historia sobre cómo Israel se volvió una potencia nuclear

Israel lanzó una ofensiva contra instalaciones nucleares iraníes y reafirmó la Doctrina Begin para impedir el desarrollo de armas nucleares por parte de Estados hostiles en Oriente Próximo.

Ofensiva israelí contra Irán en 2025 bajo la Doctrina Begin

En 2025, Israel ejecutó una serie de ataques aéreos precisos contra instalaciones nucleares de Irán. Esta acción forma parte de su aplicación de la Doctrina Begin. Esta política, establecida en 1981 por el primer ministro Menachem Begin, establece que ningún Estado hostil en Oriente Próximo debe desarrollar armas nucleares. La ofensiva tuvo como objetivo desmantelar el programa nuclear iraní, que el gobierno de Benjamín Netanyahu considera una amenaza directa. Según fuentes militares israelíes, los ataques destruyeron centrifugadoras y almacenes de uranio enriquecido en Natanz y Fordow, lo que provocó un retroceso sustancial en las capacidades nucleares de Teherán.

La operación de 2025 se enmarca en antecedentes históricos. En 1981, la Operación Ópera destruyó el reactor nuclear de Osirak en Irak. En 2007, la Operación Orchard atacó un reactor sirio en Deir ez-Zor. Además, el ciberataque con el virus Stuxnet en 2010, atribuido a Israel y Estados Unidos, dañó centrifugadoras iraníes.

El contexto de la ofensiva de 2025 incluye a un Irán que, según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), había alcanzado el 60% de enriquecimiento de uranio desde 2021, lo que lo acerca al umbral del 90% necesario para fabricar armas nucleares. Informes de inteligencia israelí, citados por el Jerusalem Post en marzo de 2025, indicaron que Irán tenía la intención de acelerar su programa después del fracaso de las negociaciones del acuerdo nuclear de 2015 (JCPOA). La respuesta de Israel, que se organizó con apoyo logístico estadounidense, respondió a la necesidad de evitar que Irán desarrollara armas nucleares, una posibilidad que Netanyahu rechazó en un discurso pronunciado ante la Knéset el 15 de enero de 2025.

La Doctrina Begin ha sido el marco de referencia de estas acciones. Según el Anuario SIPRI 2025, Israel posee un arsenal de 90 ojivas nucleares, que desarrolló en secreto durante varias décadas. Este arsenal fue resultado de cooperación internacional, actividades de inteligencia y adquisiciones no públicas, lo que le ha permitido mantener superioridad operativa frente a sus adversarios.

Claves del programa nuclear israelí y su impacto regional

  • Inicio del programa: En 1948, David Ben-Gurion dio prioridad a la capacidad nuclear con el objetivo de fortalecer la defensa nacional.
  • Colaboración con Francia: En 1957, Francia proporcionó el reactor de Dimona y esquemas para el reprocesamiento de plutonio.
  • Operaciones encubiertas: El Mossad gestionó el desvío de uranio en el caso Plumbat de 1968.
  • Arsenal actual: SIPRI calcula que Israel tiene 90 bombas nucleares en condiciones operativas desde finales de los años 60.
  • Impacto regional: La Doctrina Begin ha llevado a la eliminación de programas nucleares en Irak, Siria e Irán.

Orígenes del programa nuclear israelí en Dimona

El programa nuclear de Israel se originó en 1948, cuando David Ben-Gurion, primer ministro fundador, consideró que las armas nucleares eran un medio para asegurar la existencia del Estado frente a países vecinos con capacidades militares. En su libro El secreto peor guardado, el historiador Avner Cohen indica que Ben-Gurion, influido por científicos judíos como Einstein y Oppenheimer, impulsó la creación de la Comisión de Energía Atómica de Israel (IAEC) en 1952. Ante la ausencia de infraestructura nacional, Israel buscó cooperación externa. En 1957, alcanzó un acuerdo con Francia para construir el reactor de Dimona en el desierto del Néguev. Seymour Hersh describió este reactor como la base del programa nuclear israelí.

Francia actuó motivada por sus intereses tras la crisis del canal de Suez de 1956 y por la información proporcionada por Israel sobre el norte de África. El acuerdo incluyó un reactor de 24 megavatios y esquemas de reprocesamiento. Sin embargo, cuando Charles de Gaulle asumió el poder en 1958, exigió inspecciones internacionales y detuvo el suministro de uranio. Israel, ante esta situación, empleó medios clandestinos para adquirir materiales y tecnología, mediante espionaje y empresas intermediarias.

Un incidente destacado ocurrió en la década de 1960, cuando desaparecieron entre 90 y 270 kilos de uranio enriquecido de la Nuclear Materials and Equipment Corporation (NUMEC) en Apollo, Pensilvania. Documentos del FBI y la CIA, citados por el Bulletin of the Atomic Scientists en 2014, sugieren que el uranio fue transferido a Israel con posible colaboración de Zalman Shapiro, director de NUMEC. Henry Kissinger calificó el hecho en 1969 como una violación de seguridad relevante para el programa israelí.

En 1968, el Mossad ejecutó el caso Plumbat, una operación mediante la cual un buque que transportaba óxido de uranio (yellowcake) desapareció en el Mediterráneo. El cargamento, adquirido en Amberes por medio de empresas ficticias, fue trasladado a Israel después de una escala en Rotterdam. Asimismo, Israel obtuvo yellowcake de Argentina y Sudáfrica, así como agua pesada de Noruega y el Reino Unido, sin supervisión internacional.

Espionaje y el papel de Arnon Milchan

El espionaje fue una herramienta decisiva para el desarrollo nuclear israelí. En los años 50 y 60, Israel utilizó redes de científicos judíos en Europa y Estados Unidos para obtener información técnica clasificada. Según Hersh, agentes israelíes accedieron a datos sensibles sobre instalaciones nucleares estadounidenses, en algunos casos con la colaboración de científicos que apoyaban al Estado de Israel. Estos datos complementaron los diseños franceses y facilitaron la fabricación de armamento.

Arnon Milchan, productor cinematográfico y agente del Mossad, desempeñó un rol importante. Fue reclutado en 1965 por Shimon Peres. Milchan usó sus vínculos en Los Ángeles para adquirir tecnología nuclear. En una operación documentada, fotografió planos de centrifugadoras que un ejecutivo alemán había dejado sin vigilancia después de recibir un soborno. Posteriormente, A.Q. Khan utilizó estos planos en Pakistán y también sirvieron para el programa iraní. Como consecuencia, tanto Israel como Irán desarrollaron capacidades nucleares a partir de una fuente común.

La instalación de Dimona mantuvo su carácter confidencial mediante estrategias de ocultamiento. En los años 60, Israel autorizó inspecciones de Estados Unidos, pero ocultó una planta subterránea de separación de plutonio. Según Cohen, solo un grupo reducido dentro del gobierno tenía conocimiento de esa planta. Los inspectores estadounidenses, que visitaron Dimona al menos en tres ocasiones, no identificaron actividad militar, debido a las medidas de encubrimiento adoptadas.

Para 1967, Israel ya contaba con un arma nuclear. En la década de 1970, el programa alcanzó su madurez. Milchan y otros agentes del Mossad consiguieron componentes necesarios. La infraestructura de Dimona permitió a Israel construir un arsenal que, según SIPRI, contiene 90 ojivas en 2025.

Impacto de la Doctrina Begin en la región

La Doctrina Begin ha definido la política de defensa israelí desde hace 44 años. Esta doctrina sirvió de base para las acciones militares que evitaron el desarrollo de programas nucleares en Irak, Siria e Irán. En 1981, la Operación Ópera destruyó el reactor de Sadam Husein. En 2007, la Operación Orchard atacó un reactor sirio financiado por Corea del Norte. El ciberataque Stuxnet de 2010 provocó fallos en centrifugadoras iraníes y representó el uso de recursos cibernéticos en este contexto.

Los ataques de 2025 contra Irán continúan con la aplicación de esta doctrina. Según el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional (INSS) de Tel Aviv, los bombardeos redujeron en un 70% la capacidad iraní de enriquecer uranio. No obstante, especialistas indican que Irán podría restaurar sus instalaciones en dos años. La operación se desarrolló con el apoyo de inteligencia satelital estadounidense. Según el Times of Israel del 20 de abril de 2025, la acción se limitó a instalaciones nucleares y no provocó una escalada regional.

Aunque Israel nunca ha reconocido oficialmente su programa nuclear, este ha funcionado como una herramienta de disuasión. La estrategia de “ambigüedad nuclear”, descrita por Cohen, minimiza la presión internacional y refuerza su posición en la región. Esta política, en combinación con la Doctrina Begin, ha dificultado que sus rivales adquieran armas nucleares.

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