Aunque el número de aviones de combate de última generación F-35 está aumentando rápidamente, ¿qué impacto tendrán las tecnologías emergentes en este caza furtivo único en su género?
La llegada de los aviones de sexta generación y el crecimiento explosivo de la inteligencia artificial han generado un clima tecnológico en el que los sistemas de vanguardia se hacen realidad en un plazo mucho más rápido. Las innovadoras simulaciones informáticas avanzadas, la ingeniería digital y el procesamiento de la información relacionada con la cibernética están reconfigurando rápidamente el panorama.
Es probable que los nuevos sensores, las armas, el procesamiento de la información e incluso las nuevas configuraciones de sigilo lleguen más rápido de lo esperado. La buena noticia es que los creadores del F-35 se han adelantado a los acontecimientos y están preparados para hacer frente a esas amenazas.
Capacidad de actualización
A lo largo de la última década, los ingenieros que trabajan en el F-35 han elaborado un plan de modernización específico para el caza furtivo con el fin de mantenerlo a la vanguardia y, con suerte, superior hasta la década de 2070.
Es concebible que muchos avances en el ámbito del sigilo -como la gestión de la firma térmica, los materiales de revestimiento o incluso diversas técnicas de construcción- puedan incorporarse al fuselaje del F-35.
Es posible que la configuración básica del fuselaje no tenga que cambiar mucho para que el avión alcance nuevas dimensiones de capacidad tecnológica.
Desarrollo continuo
Hace años, la Oficina del Programa Conjunto del F-35 del Pentágono esbozó una hoja de ruta de “desarrollo continuo” para el caza F-35. Esta hoja de ruta trazaba la integración de nuevas tecnologías en el avión, como armas y sensores. Estas tecnologías se irán incorporando a medida que estén disponibles.
Este programa, que fue pionero hace años, ha dado importantes resultados, especialmente en el ámbito del software. El ex ejecutivo de adquisiciones del Ejército del Aire, William Roper, dijo una vez a los periodistas que el “software” puede determinar quién “ganará la próxima guerra”.
Esto se refiere al flujo de información y a la gestión de conjuntos de información de sensores acumulados, que de otro modo serían dispares. Las mejoras de software del avión F-35 le permitirán disparar nuevas armas.
Por ejemplo, una mejora de software dará al avión una capacidad innovadora para disparar el arma Stormbreaker, que es una bomba lanzada desde el aire capaz de rastrear objetivos en todo tipo de condiciones meteorológicas y atacar a distancias de hasta cuarenta millas. El Stormbreaker utiliza un buscador trimodal que utiliza ondas milimétricas, infrarrojos o radiofrecuencia y láser para rastrear y destruir objetivos.
Hay muchas armas que se benefician de un enlace de datos bidireccional que les permite maniobrar en vuelo. La caída del software del Bloque III amplía igualmente el arsenal de armas del avión de combate.
Mejor software – mayor letalidad
Los ingenieros consideran cada vez más las mejoras de software como algo que debe llevarse a cabo en un flujo más continuo en lugar de separarlas en pequeñas actualizaciones a lo largo de muchos años.
Por ejemplo, la integración de nuevo software permite a los ingenieros añadir nuevas armas a un avión, mejorar su biblioteca de datos y permitirle utilizar nuevas velocidades de procesamiento informático.
Un entorno de modernización continua contribuiría a una plataforma bélica más capaz dentro de veinte o cuarenta años. Y eso tiene todo el sentido del mundo.